El homicidio de menores se duplicó: Unicef; Chihuahua y Guerrero están a la cabeza

29/10/2014 - 4:30 pm

Ciudad de México, 29 de Octubre (SinEmbargo).­– El número de hombres menores de edad víctimas de homicidio se duplicó en una década en México, siendo Chihuahua y Guerrero los estados que registran la mayor proporción de casos, informó hoy el Fondo para la Infancia de la Organización de las Naciones Unidas (Unicef).

“La mayor proporción de defunciones por homicidio correspondió a los hombres entre 0 y 17 años, al pasar de 693 homicidios en 2000 a mil 223 en 2011, mientras que en el caso de las mujeres pasó de 228 a 337; es decir, los homicidios de varones menores de 18 años representaron el 78 por ciento del total de homicidios en ese grupo de edad”, dice el reporte “Alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio con equidad. Una mirada desde la infancia y la adolescencia en México”, presentado esta mañana.

“La tasa de homicidios para los menores de 18 en 2011 presenta fuertes diferencias a nivel estatal. Mientras que el promedio nacional fue de 3.9 homicidios por cada 10 mil habitantes menores de 18 años, estados como Chihuahua y Guerrero presentaron una tasa de 17.3 y 12.2 respectivamente”, agrega el documento.

De acuerdo con la investigación, los datos de homicidio cometidos contra adolescentes y niños pueden asociarse con el contexto de creciente violencia que ha experimentado el país en los últimos años, vinculado a la lucha “contra y entre” el crimen organizado, la cual ha dejado también decenas de miles de huérfanos y un aumento en el número de menores detenidos por su participación en actividades delictivas.

“No existen cifras oficiales sobre el número de niñas, niños y adolescentes que han fallecido en el contexto del combate contra y entre el crimen organizado; sin embargo, se estima que entre mil 200 y mil 600 menores murieron, y alrededor de 40 mil niños se quedaron huérfanos. Por otro lado, entre 2009 y 2010 se incrementó 34 por ciento el número de adolescentes detenidos por su actividad en la delincuencia organizada, por portación de armas y delitos contra la salud”, agrega el documento.

Los datos aparecen consignados en el apartado titulado  “Violencia contra las niñas, niños y adolescentes” del reporte, el cual también establece que la muerte por homicidio entre adolescentes representa un 19.4 por ciento del total de fallecimientos entre este segmento de la población.

Otros datos consignados en el reporte indican que siete de cada 10 niños y adolescentes habitantes de zonas rurales en México viven en la pobreza y que, de ellos, dos de cada 10, o un 23.2 por ciento, estaban en pobreza extrema.

En materia alimentaria, el reporte indica que, en 2012, un 13.5 por ciento de los niños menores de cinco años padecían desnutrición crónica o baja talla, proporción que aumenta a 27.5 por ciento entre los niños de las zonas rurales del sur del país.

Con base en las estadísticas nacionales, el documento indica que los niños y niñas de las zonas rurales parecen ser los más desfavorecidos en lo tocante a los indicadores relativos a los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 establecidos por 189 jefes de Estado y de Gobierno en el año 2000.

Como ejemplo, refirió que en 2012 la población menor de 18 años representaba 34.6 por ciento del total del país, y que 26.6 por ciento de esa población habitaba en zonas rurales, en las que 66.9 por ciento de los niños y adolescentes se encontraban en situación de pobreza.

De ellos, abundó, dos de cada 10 (23.2 por ciento) estaban en pobreza extrema.

En materia alimentaria, Unicef subrayó que 13.5 por ciento de los niños menores de cinco años padecían desnutrición crónica o desmedro (baja talla para la edad) en 2012, pero en las zonas rurales del sur del país la proporción ascendía a 27.5 por ciento, es decir casi tres de cada 10.

Las disparidades en educación, particularmente a partir del nivel secundaria, así como en mortalidad infantil, acceso a servicios sanitarios y registro de nacimientos son también considerables entre las áreas urbanas y rurales.

Lo mismo ocurre en materia de trabajo infantil, ya que casi 70 por ciento de los niños que trabajan viven en zonas rurales, apuntó el análisis.

De acuerdo con la Unicef, los niños y adolescentes indígenas también constituyen una proporción muy elevada de quienes enfrentan mayores obstáculos para el ejercicio de sus derechos económicos y sociales.

Al respecto, apuntó que 78.5 por ciento de los hablantes de lenguas indígenas en ese rango de edad se encontraban en situación de pobreza en 2012, y 33.4 por ciento de ellos en pobreza extrema.

Asimismo, en los hogares indígenas la prevalencia de la desnutrición crónica ascendía a 33.1 por ciento, mientras en los no indígenas era de 11.7 por ciento, “lo que coloca a los niños y niñas indígenas en una fuerte desventaja en un tema que afecta su potencial de crecimiento y desarrollo”, abundó.

En cuanto a la asistencia escolar, la de los adolescentes indígenas es significativamente más baja en los niveles de secundaria y preparatoria en comparación con los no indígenas: 69.3 % y 83.9 %, respectivamente.

El documento reconoció que en años recientes, el diseño de programas innovadores en México “ha permitido aumentar la cobertura de los servicios sociales con el objetivo explícito de mejorar los niveles de desarrollo humano y cerrar las brechas de desigualdad e incumplimiento de derechos”.

Sin embargo, añadió, “todavía queda camino por andar para mejorar los mecanismos de información necesarios para evaluar plenamente su eficacia”. La organización defendió políticas públicas que brinden atención prioritaria a los grupos de población menores de 18 años más desfavorecidos.

Finalmente, sostuvo que en el debate de la agenda de desarrollo post-2015, una prioridad debe ser mantener el protagonismo de la infancia y la adolescencia “bajo la perspectiva de identificar y cerrar las brechas de quienes enfrentan las mayores desventajas mediante políticas públicas con un claro enfoque en favor de la igualdad”.

Con información de EFE.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video