El futbol mexicano, como el país, es de unos cuantos; la multipropiedad mata la pasión

29/11/2013 - 1:00 am
Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca Foto: Facebook
Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca Foto: Facebook

Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).- Felipe Calderón recibió a Joseph Blatter a finales de 2009. El presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) visitaba un país que había sufrido para conseguir su pase al mundial de Sudáfrica. Después de visitar Los Pinos, se sentó a lado de Justino Compeán y Decio de María en las instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT), con un montón de cuestionamientos en el aire sobre las formas extradeportivas que rodean al balompié nacional. El suizo escuchó atento las preguntas, desmarcándose de una polémica instalada que ensucia el juego limpio del deporte.

Alrededor de los terrenos de juego, lares de desahogo pasional de millones de mexicanos, hay un negocio que de a poco ha ocupado la mente de los aficionados debido al fracaso de la Selección Mexicana durante este hexagonal. Uno de tantos males, tal vez el más profundo de todos, es la privatización concentrada de los clubes en solo unos cuantos.

Televisa fue durante mucho tiempo dueño de tres equipos en Primera División. Necaxa, San Luis y América competían en un torneo bajo la mirada crítica de otros medios que imploraban por el juego limpio. Desde TV Azteca nació un término que durante casi 20 años se ha repetido en el vocabulario de los aficionados. La Multipropiedad ejerce en México libremente a pesar de estar castigado por el máximo organismo del futbol mundial. Para Héctor Quispe, catedrático y periodista, “el objetivo es cínico, monopolizar el mercado. Y hablamos de que en el futbol de Primera División, que es donde está el mejor negocio solo hay algunos grandes dueños”. El 45% del balompié nacional, pertenece a una multipropiedad, en sus dos divisiones principales.

Blatter dejó boquiabiertos a los reporteros con su respuesta: “No ha habido ningún reclamo, ni protesta por parte de los clubes por este tema que no estén de acuerdo. Si no hay reclamación, no podemos intervenir”. El reglamento de la FIFA estipula que para que la multipropiedad pueda existir, debe ser aprobada por la federación de cada país que deberá asegurarse que no atente contra la competencia justa. Sin el aval de una denuncia formal por escrito, Blatter ha dejado pasar las reclamaciones sobre el tema. El negocio en el que se convirtió la pelota en este país, terminó por contagiar a la televisora del Ajusco, primero con el Veracruz, para después comprar al Morelia que se convirtió en Monarcas. Adentrada en la dinámica, la televisora compró a los Jaguares de Chiapas junto a Interticket por una suma de 25 millones de dólares. De pronto, la Multipropiedad tan criticada, era bienvenida haciéndose de oídos sordos.

“Estamos muy contentos de participar con un grupo tan importante en el mundo deportivo, social y académico, con quienes compartimos su visión empresarial y sus valores”, citó en un comunicado Arturo Elias Ayud, Director de Grupo Carso en septiembre de 2012. El futbol nacional tenía un invitado incómodo para las cómodas televisoras que disfrutaban del banquete. Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo, adquiría el 30 por ciento de Pachuca y León, propiedad de Jesús Martinez. El empresario también traicionó su discurso inicial cuando rechazaba categóricamente que Televisa tuviera el poder en tres entidades deportivas. “Sentí buena química con el señor Slim desde nuestra primera reunión”, declaró en cuanto salió la noticia. El arribo del magnate provocó un temblor en el organigrama y en el reparto de utilidades. TV Azteca cortaba la imagen durante las transmisiones del Pachuca para no pasar las marcas de Slim en las vallas publicitarias y el León pasó a ser transmitido por Fox Sports.

Arturo Elias Ayub, Director del Grupo Carso, con Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca. Foto: EFE
Arturo Elias Ayub, Director del Grupo Carso, con Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca. Foto: EFE

En diciembre del año pasado, Decio de María, presidente de la Liga MX, se refirió por primera vez a la Multipropiedad, días después de que Grupo Pachuca comprara a Estudiantes Tecos, ahogados en la división de ascenso. “La multipropiedad tiene que ser analizada en el contexto de todos los que forman parte de cada una de las Ligas y será ahí y sólo ahí en ese día en donde se tenga que discutir la aceptación o la no aceptación de la multipropiedad de cualquier grupo que pueda ostentar dos o más equipos”, declaró después de informar que los dueños se reunirían para intentar delimitar las acciones que se tomarían con respecto al tema. En mayo pasado, tras esa reunión, de María declaró en conferencia de prensa con un tono solemne y patriótico diez puntos que sanarían al futbol nacional. El tres dice textualmente: “Durante los próximos cinco años ningún dueño podrá incrementar la cantidad de equipos que tenga hasta el día de hoy”. El plazo era el mismo para que un propietario múltiple vendiera uno de sus activos.

Estipulado el nuevo reglamento, se vislumbraba un cambio en el futbol nacional con la misión de afectar a Slim en su nueva faceta deportiva. Durante el mal paso del Tri rumbo a Brasil los analistas de distintos medios daban sus razones pidiendo un cambio de fondo en el manejo privado de una pasión tan pública. Desde TV Azteca, mediante las voces de Christian Martinoli y Luis García, criticaron el número de extranjeros en la liga, el manejo de Televisa con la selección, además de la multipropiedad.  A principios de esta semana, los 124 socios del Atlas se reunieron en una asamblea extraordinaria. Al finalizar, para sorpresa de todos, Eugenio Ruiz Orozco anunció que el equipo había sido vendido a TV Azteca por 500 millones de pesos más IVA. En el programa de la televisora, “Protagonistas de la noche”, García le dio la bienvenida al equipo tapatío, señalando que la compra “le hacía bien al futbol”. “La compra del Atlas más bien parece una reacción un tanto retardada por la llegada de Slim al fútbol mexicano comprando parte del grupo Pachuca. El duopolio de la TV Abierta continúa con su cierre de resquicios hacia el rico invasor”, opina Quispe.

“Soy del Atlas, aunque gané”, gritan los fervorosos y fieles aficionados del cuadro rojinegro que presume solo un campeonato en 97 años de historia. De inmediato las voces en contra salieron a relucir con la noticia. Arturo Elías Ayub pidió explicaciones vía Twitter sobre las reglas establecidas y Jesús Martínez describió a la multipropiedad como “cosa de risa”. Ricardo Salinas Pliego, presidente de la televisora, manifestó su alegría por controlar el rumbo de una institución tradicional, comprometiéndose a lograr mejores resultados deportivos. Días después del hecho consumado, la parte de la TV Azteca encargada de la comercialización de futbol llegó a las instalaciones de Colomos para hacerse cargo. Los jugadores, acostumbrados a no cobrar durante varias semanas, se alegraron cuando vieron dinero en sus cuentas.

“No es fácil mantener un equipo en el Máximo Circuito, donde está la gallina que empolla los mejores huevos: los derechos de transmisión por TV. Así que es complicado. Hay que tener una enorme solvencia para obtener riqueza, según el modelo de negocio reinante en el futbol mexicano desde hace mucho”, opina Quispe. Atlas tenía pactado con Televisa un contrato hasta 2018, ahora tocará renegociar lo estipulado, mediante acuerdos entre monopolios. El club tapatío que fungía como Asociación Civl, estaba lejos de una zonde confort “operando con una visión romántica; sin una economía sustentable”, finaliza Héctor.

Hace unos meses, César Martínez, reportero de Televisa Deportes, se metió en una discusión en Twitter tras dar a entender que pocas empresas son capaces de mantener el pulso del balompié nacional. En la actualidad hay un reglamento estipulado que se ha violado. La discusión sobre la vigencia de la multipropiedad se ha revitalizado con la compra sorpresiva del Atlas. La Liga no se ha manifestado, dejando todo a la junta del próximo lunes donde se ratificará a Miguel Herrera como entrenador del Tri. Tres grupos maniobran el futbol mexicano. La segunda competencia más importante de América, con los mejores sueldos del continente, está controlada por un trío en La toma de decisiones generales. La lucha de poderes, que se manifestó con la compra de los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 por parte de América Movil (empresa de Slim), se ha intensificado. “Lo más importante es que hay transparencia dentro del futbol, que los jugadores se siguen entregando dentro de la cancha, eso siempre lo hemos dicho”, minimizó Jesús Martínez. El deporte más popular del país es de unos cuantos. Atlas es ahora la carta fuerte de los del Ajusco ante la propuesta de Televisa con Chivas. Los aficionados gozan con goles y sufren con las derrotas. Mientras, los dueños solo toman en cuenta los raitings.

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Decio de María y Justino Compeán. Foto: NOTIMEX

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