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México es el país del mundo en donde más sacerdotes fueron asesinados en 2017: Vaticano

29/12/2017 - 11:05 am

Una nueva estadística coloca a México como el país más violento en 2017. Esta vez el recuento agrupó a los sacerdotes católicos, con un total de cuatro ejecuciones, superando a otras naciones del mismo continente americano como Colombia, Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina y Haití.

“Muchos misioneros han sido asesinados durante intentos de secuestro o robo, realizados con gran ferocidad, en contextos de pobreza económica y cultural, de degrado moral y ambiental, donde la violencia y el desprecio por la vida misma son casi las normas de comportamiento”, señaló el reporte.

Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo).– México fue el país con el mayor número de sacerdotes asesinatos durante 2017, con un total de cuatro clérigos muertos, de acuerdo con el reporte anual de Fides, la agencia de prensa de la Santa Sede cuya sede está en el Palacio de Propaganda Fide en la Ciudad del Vaticano. Fides es parte de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

El segundo país más violento de América después de México fue Colombia, donde se reportaron dos sacerdotes asesinados, mientras que Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina y Haití registraron respectivamente un asesinato cada uno.

El documento elaborado por el Organo de información de las Obras Misionales Pontificias, señaló que en el año 2017 han sido asesinados en todo el mundo 23 misioneros: 13 sacerdotes, un religioso, una religiosa y ocho laicos.

Según la división continental, por octavo año consecutivo, el número más alto se ha registrado en América, donde fueron asesinados 11 misioneros (ocho sacerdotes, un religioso y dos laicos).

En el caso de México, el primer sacerdote que fue asesinado este año fue Joaquín Hernández Sifuentes, quien desaparecido el 3 de enero. El cuerpo del párroco, de la diócesis de Saltillo, Coahuila, fue hallado algunos días después por las autoridades mexicanas, junto con otros dos cadáveres.

El Obispo de la Diócesis de Saltillo, José Raúl Vera López, dijo sobre la ejecución: “Vivimos en un ambiente destrozado, en una sociedad destrozada, y los sacerdotes no viven bajo una campana de cristal”.

Otro caso es el del sacerdote Felipe Carrillo Altamirano, quien fue asesinado el 26 de marzo en la localidad de El Nayar, en el estado del Nayarit, durante una agresión por robo.

El sacerdote diocesano Luis Lopez Villa, de 71 años de edad,  fue asesinado por unos delincuentes que irrumpieron en la Parroquia San Isidro Labrador, en el municipio mexiquense de Los Reyes.

El Obispo de la diócesis de Netzahualcóyotl, Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez, explicó que el padre López Villa fue brutalmente asesinado en su habitación la noche del 5 de julio.

Un primer informe de la policía detalló que el presbítero estaba atado e inmovilizado de manos y piernas con cinta adhesiva y presentaba dos heridas profundas, una en el cuello y otra en el lateral izquierdo del tórax provocadas por un objeto punzante.

El 3 de agosto falleció en el hospital el sacerdote José Miguel Machorro, de 55 años. El 15 de mayo fue víctima de un ataque de arma blanca por parte de un individuo casi al final de la misa que celebraba en la Catedral de la Ciudad de México.

Fue atacado en el altar por un hombre de unos treinta años que le procuró al menos tres puñaladas. Algunos fieles pidieron ayuda de inmediato, mientras que otros detuvieron al atacante y lo sostuvieron hasta que llegaron las fuerzas de seguridad.

Al parecer el agresor sufría un trastorno psicótico por el cual no fue capaz de distinguir entre fantasía y realidad. Desde el momento de la agresión, las condiciones del sacerdote se agravaron cada vez más hasta que el murió.

“Muchos misioneros han sido asesinados durante intentos de secuestro o robo, realizados con gran ferocidad, en contextos de pobreza económica y cultural, de degrado moral y ambiental, donde la violencia y el desprecio por la vida misma son casi las normas de comportamiento, en la falta total de respeto por la vida y por cada uno de los derechos humanos”, señaló el reporte.

El documento detalló que estos asesinados son solo la punta del iceberg, ya que es larga la lista de trabajadores pastorales agredidos o amenazados.

“A la lista provisional realizada anualmente por la Agencia Fides, siempre hay que añadir la larga lista de aquellos muchos, de los cuales tal vez nunca se tendrá noticia o de los que ni siquiera se sabrá el nombre, que en todos los rincones del planeta sufren y pagan con sus vidas”, refirió.

En cuanto a las ejecuciones en otros continentes. África registra un total de 10 misioneros (cuatro sacerdotes, una religiosa, cinco laicos); en Asia han sido asesinados dos misioneros (un sacerdote, un laico).

Desde el 2000 al 2016, según los datos recogidos por la Agencia Fides, han sido asesinados en el mundo 424 misioneros, de los cuales cinco eran obispos.

Aún sin terminar, el 2017 ya es el año más violento de la historia reciente de México con un total de 23 mil 101 homicidios dolosos durante los primeros once meses del año, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Con 23 mil 101 homicidios perpetrados entre enero y noviembre, este año se convierte en el más mortífero de México de los últimos veinte años, fecha desde que se tiene registro, superando así al 2011, el cual había sido el más violento con 22 mil 409 carpetas por este delito.

A pesar de que en el mes de noviembre se iniciaron menos carpetas de investigación por homicidio doloso, 2 mil 212, en comparación con octubre que registró 2 mil 371 asesinatos y que lo convirtió en el más violento del año, este delito ya rompió récord sin culminar el 2017 con un promedio de 69 homicidios perpetrados al día.

La mayoría de los asesinatos, el 66.4 por ciento, fueron realizados con arma de fuego y le siguió el arma blanca representando un 11.4 por ciento.

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