¿”Mano de Dios” o “fauces de bestia”? Captan imagen única de glóbulo cometario

30/01/2015 - 12:00 am
Imagen de amplio campo del cielo que rodea al glóbulo cometario CG4. Foto: ESO
Imagen de amplio campo del cielo que rodea al glóbulo cometario CG4. Foto: ESO

Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo).- En 1976, varios objetos alargados parecidos a cometas, fueron descubiertos en fotografías tomadas desde Australia con el telescopio británico UK Schmidt Telescope. Debido a su aspecto, fueron denominados glóbulos cometarios, aunque no tienen nada en común con los cuerpos celestes constituidos por hielo, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol. Ahora una nueva imagen obtenida por el telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO, en inglés) muestra al glóbulo cometario CG4, conocido también como “la mano de Dios”, irónicamente como si se tratara de la boca abierta de una gigantesca criatura celeste.

El glóbulo cometario ubicado a unos mil 300 años luz de la Tierra, en la constelación de Puppis (la popa) refulge como nunca en esta nueva imagen del VLT y, aunque en la fotografía parece grande y brillante, en realidad se trata de una nebulosa débil, lo cual dificulta su localización para los astrónomos aficionados.

Hasta la fecha, la naturaleza exacta de CG4 sigue siendo un misterio. Hace casi 40 años –cuando todos los de su tipo fueron descubiertos en una enorme mancha de gas brillante llamada nebulosa Gum– tenían cabezas densas, oscuras y polvorientas y colas largas y débiles que, generalmente, apuntaban hacia el remanente de la supernova de Vela, situado en el centro de la nebulosa Gum.

Así mismo, aunque estos objetos están relativamente cerca de la Tierra, a los astrónomos les llevó mucho tiempo encontrarlos, ya que su resplandor es muy débil y, por lo tanto, son difíciles de detectar, publico ESO en un comunicado.

La cabeza de CG4, que es la parte visible en la imagen reciente, se asemeja a la cabeza de una gigantesca bestia, tiene un diámetro de 1.5 años luz. Por otra parte, la cola del glóbulo —que se extiende hacia abajo y no es visible en la imagen— tiene ocho años luz de largo. Una nube pequeña de acuerdo con los estándares astronómicos.

El tamaño relativamente pequeño es una característica general de los glóbulos cometarios, y todos los que se han encontrado hasta ahora son nubes aisladas, relativamente pequeñas, de gas neutro y polvo, situados dentro de la Vía Láctea y rodeados por material caliente ionizado.

La parte de la cabeza de CG4 es una espesa nube de gas y polvo, visible porque está iluminada por la luz de estrellas cercanas. La radiación emitida por estas estrellas está destruyendo, de forma gradual, la cabeza del glóbulo y lanzando lejos las minúsculas partículas que dispersan la luz de las estrellas. Sin embargo, la nube polvorienta de CG4 todavía contiene suficiente gas como para fabricar varias estrellas del tamaño de nuestro Sol y, de hecho, CG4 está formando nuevas estrellas, un hecho tal vez desencadenado por la radiación de las estrellas que alimentan la nebulosa Gum.

El motivo por el que CG4 y otros glóbulos de su tipo tienen una forma distinta sigue siendo un tema de debate entre los astrónomos y se han desarrollado dos teorías. Los glóbulos cometarios (incluído CG4) pudieron ser, en su origen, nebulosas esféricas cuya formación fue interrumpida, adquiriendo su nueva e inusual forma debido a los efectos de una explosión de supernova cercana. Otros astrónomos sugieren que adquirieron esa forma debido a los vientos estelares y a la radiación ionizante proveniente de las calientes estrellas masivas de tipo OB. Estos efectos podrían, primero, generar las extrañas formaciones (apropiadamente bautizadas como trompas de elefante) y, posteriormente, los glóbulos cometarios.

Para saber más, los astrónomos necesitan averiguar la masa, densidad, temperatura y velocidades del material que se encuentra en los glóbulos. Esto puede determinarse midiendo las líneas espectrales moleculares, más fácilmente detectables en longitudes de onda milimétricas.

La imagen de “la mano de Dios” proviene del programa Joyas cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación que pretende producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos utilizando telescopios de este observatorio, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas. Todos los datos obtenidos también están disponibles para posibles aplicaciones científicas y se ponen a disposición de los astrónomos a través de los archivos científicos de ESO.

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