“Siento un gran dolor por la situación que tuvo que pasar (el sobrecargo) y le pido disculpas como presidente de Korean Air”, afirmó Cho Yang-ho, que compareció en el tribunal del distrito de la capital surcoreana en calidad de testigo.

El padre de Cho Hyun-ah, acusada de obstruir la ley de seguridad aérea al expulsar a un sobrecargo de un avión ya en pista, invitó a este último a seguir trabajando con normalidad en la compañía y se comprometió a tomar “las medidas necesarias” para facilitar la labor de los empleados de la aerolínea.

Cho Hyun-ah fue detenida el 30 de diciembre tras protagonizar una sonada polémica en el país por su decisión de expulsar semanas antes a un sobrecargo del avión porque una azafata le había servido incorrectamente unas nueces de macadamia.

Esta azafata también compareció hoy como testigo en el juicio y aseguró que Korean Air contactó con su madre y le ofreció un puesto de trabajo mejor a cambio de testificar a favor de la empresa.

En el juicio iniciado el pasado día 19, los fiscales presentaron diversos cargos contra Cho que incluyen violaciones de las normas de aviación, entre ellas cambiar planes de vuelo, cometer agresiones en un avión y coacción e interferencia en la ejecución del deber.

En la primera jornada del juicio la defensa de la acusada insistió en la inocencia de la exejecutiva y rechazó la mayoría de los cargos.

Cho, de 40 años, dimitió de su cargo como vicepresidenta de Korean Air días después del incidente ocurrido el 5 de diciembre en el aeropuerto JFK de Nueva York.

El caso ha despertado un gran interés en Corea del Sur, donde ha alimentado la controversia sobre el poder de las familias propietarias de los “chaebol” (grandes conglomerados empresariales como Korean Air, Samsung o Hyundai) que ostentan una gran influencia política y económica en el país asiático.