Kenzaburo Oé, conciencia literaria de Japón, celebra 80 años de vida

30/01/2015 - 3:17 pm

México, 30 Ene (Notimex).- Considerado un referente literario obligado para entender la conciencia social de Japón de la posguerra por a obras como “Los cuadernos de Hiroshima” y “El grito silencioso”, el escritor japonés Kenzaburo Oé celebra este 31 de enero , 80 años de vida.

Además del contexto social, la obra del Premio Nobel de Literatura 1994 también estuvo marcada por cuestiones personales, pues tras el nacimiento de su hijo Hikari escribió sus libros más célebres, “Una cuestión personal”, “Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura” y “El grito silencioso girarán”.

En una entrevista publicada en la página “elmundo.es”, con motivo de su 75 aniversario, Oé compartió que tras el nacimiento de su hijo, con autismo, su vida cambió drásticamente, por lo que, en un intento de mudar su punto de vista, decidió convertirse “en un nuevo novelista con el carácter de Sancho Panza”.

“Mi hijo se situó en el centro de mi vida como un Don Quijote, con un alto nivel moral”, indicó el autor, quien en esa misma conversación sostuvo que encontró en “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” un terreno común desde el que explicar su trabajo y compartir opiniones sobre la función de la literatura en el mundo actual.

De acuerdo con la página www.nobelprize.org Oé nació en un pueblo cercado por los bosques de Shikoku, una de las cuatro islas principales de Japón. Su familia vivió en la tradición del pueblo durante cientos de años, y nadie en el clan había salido de la aldea en el valle.

Pasó la guerra allí, pero la voluntad de estudiar lo llevó a Tokio, en cuya universidad ingresó en 1954. Para ello tuvo que perfeccionar su japonés, pues hablaba una variante dialectal propia de la zona. Comenzó a escribir en 1957, cuando todavía era un estudiante de literatura francesa en la Universidad.

La vocación literaria de Oé nació en cierto modo de la necesidad de aliviar el desarraigo cultural y recuperar lo que él llama “la mitología de mi aldea”. De esta época datan “La presa”, que le valió en 1957 el premio Akutagawa de novela corta, señala el sitio “biografiasyvidas.com”.

Le siguió “Arrancad las semillas, fusilad a los niños” (1958); en ambas traza un sombrío panorama de los efectos de la guerra en el idílico microcosmos rural. En sus relatos y novelas suele abordar aspectos de la sociedad contemporánea desde un humanismo crítico, de raigambre existencialista.

Su estilo directo, de frases breves y contundentes, se nutre de poderosas imágenes poéticas y abundantes reflexiones metafísicas. Se percibe en él la influencia de Dante, Horacio de Balzac, Edgar Allan Poe o Mark Twain, a los que estudió a fondo, pero también de Jean Paul Sartre, Alberto Camus W. H. Auden, por quienes profesa franca admiración.

Escribió diversos artículos y una novela autobiográfica, ”El muchacho que llegó tarde” (1961), sobre la vida estudiantil en un Tokio que no consigue librarse de la alargada sombra de la ocupación estadounidense.

El punto de inflexión en su vida y su narrativa lo constituyó el nacimiento, en 1963, de su primer hijo Hikari, que padecía una malformación neurológica. Fruto del desconcierto y el dolor ante la minusvalía mental del niño pero, al mismo tiempo, del afán de superación y de la necesidad de dotarse de una ética privada, su novela “Una cuestión personal” (1964).

El texto narra, en términos crudos y sin concesiones, el descenso al abismo de un padre atrapado entre el fatalismo y la cínica opción de la huida hacia adelante.

El tema de la relación con su hijo, uno de los dos ejes de su literatura, también se ve reflejado en “Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura” (1969), “Las aguas han inundado mi alma” (1973) y “Despertad, jóvenes de la nueva era” (1983).

El otro núcleo lo constituye la pervivencia del cuerpo de mitos y leyendas rurales de su infancia y juventud en el marco de la cultura urbana contemporánea, que vertebra obras como “El grito silencioso” (1967), “Juegos contemporáneos” (1979) o “Cartas a los años de la nostalgia” (1986).

Inspirado la poesía de William Butler Yeats (1865-1939) , Oé escribió la trilogía “A flaming green tree” y, antes de recibir el premio Nobel, libros como “La historia maravillosa del bosque” o la novela de ciencia ficción “La torre del tratamiento” (1990), así como numerosos artículos y ensayos.

Su último libro publicado es “¡Adiós, libros míos!” (2012), considerado por la crítica como la obra cumbre de un autor que ha sido calificado de “legítimo heredero de Dostoievski” (Henry Miller) y “el escritor más fascinante, el más importante de su país” (Enrique Vila-Matas).

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