ENTREVISTA | ¿Qué es un agente literario?: Verónica Flores y Vanessa Fuentes

30/01/2016 - 12:05 am
Dos chicas audaces y emprendedoras que han cimbrado el ambiente literario local. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Dos chicas audaces y emprendedoras que han cimbrado el ambiente literario local. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Al frente de la flamante agencia literaria VF, editora y publirrelacionista, inician un camino destinado a dignificar la tarea del escritor y a crear un puente entre el autor y las editoriales

Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo).- Tienen las mismas iniciales y los mismos sueños. Hace 15 años que trabajan juntas y juntas han evolucionado hasta la formación de la flamante agencia literaria VF, que viene a llenar un vacío en el oficio de armonizar las líneas editoriales con las necesidades de los autores.

Verónica Flores es una conocida editora que estuvo al frente durante 16 años de Tusquets. Vanessa Fuentes ha sido precisamente la jefa de Relaciones Públicas de dicha casa editorial y al lado de su jefa y amiga aprendió también los secretos de este trabajo que inicia en una conversación y termina con un libro puesto en las librerías.

Son personas muy queridas en el mundo editorial mexicano y su emprendimiento ha nacido con la bendición de casi toda la comunidad literaria nacional.

Hablar con ellas es comprender el mundo del libro desde adentro y las pasiones de los autores con la claridad de voces que conocen en forma esencial el oficio de escribir y el riesgo de editar.

¿Qué es un agente literario? Responden las dos VF, editoras, agentes, empresarias, amigas entre sí y amigas de Puntos y Comas y sus lectores.

–Se unieron la editora y la publirrelacionista, lo que para fundar una agencia literaria no está nada mal

(Verónica) –Así es; cuando comencé con este proyecto buscaba una sociedad con alguien que fuera absolutamente profesional, que fuera de mi confianza y esa persona se llama Vanessa Fuentes. Su trabajo fue vital para lograr lo que alcanzamos con cada autor en Tusquets. Vanessa también se preparó como editora y me apoya en la corrección de estilo, en la lectura, en la preparación de un manuscrito para enviarlo a las editoriales

–¿Y cuándo Verónica te propuso fundar una agencia qué pensaste?

(Vanessa)–Yo ya traía como el gusanito. Ya había hecho el camino dentro del campo de las Relaciones Públicas y una de mis pasiones, contagiada por Verónica, además, es la lectura. Así que fue todo muy natural. Quería estar en el proceso de la creación literario

Es posible que nuestros índices de lectura sean muy bajos, pero también es cierto que es necesario de pronto ofrecerle al lector nuevas propuestas y obras de calidad. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Es posible que nuestros índices de lectura sean muy bajos, pero también es cierto que es necesario de pronto ofrecerle al lector nuevas propuestas y obras de calidad. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

(Verónica)–Pero primero me dijo que estaba loca (risas)

–Se arma la agencia en un momento donde se publica mucho en México y donde no hay agencias literarias…no tienen competencia

(Verónica)–Pues sí, evidentemente nosotras además de la pasión por la literatura, encontramos y vemos un perfil de negocio en estos tiempos en que casi todas las editoriales independientes de abolengo se vendieron a grandes grupos (Tusquets a Planeta, Anagrama a Feltrinelli, por ejemplo). Los autores han vivido así una especie de espejismo que los impulsa a querer formar parte de estos grandes grupos y pierden de vista que ellos van a un cierto nicho de lectores y que si sus tiradas son limitadas se van a caer. Lo importante es firmar con un hogar literario donde lo cuiden y lo sepan promover. Hay un vacío de agencias, es verdad. A nivel mundial hay muchas agencias, con agentes catalanes, argentinos, madrileños, estadounidenses.

–En los Estados Unidos no existe el autor sin agente literario

(Verónica)–Así es. No se concibe. En México hemos llegado al punto de darnos cuenta en que el autor es la persona menos indicada para negociar con un editor. Generalmente admite cláusulas que son desventajosas, en aras de ser publicado. Han cometido muchos errores, permitiendo el pago de anticipos muy bajos y, sobre todo, que no se paguen regalías. Aquí no se rinden regalías como lo marca la ley, es decir, en forma semestral o anual. Así que entramos en un buen momento con la agencia literaria. Hay muchos escritores, salen de debajo de las piedras, todo el mundo escribe, es impresionante. Lo que estamos haciendo como línea de agente es tomar a los autores que nos importan y a los que realmente le podamos brindar un servicio, sobre todo lo que atañe a derechos internacionales, que es allí donde vemos una gran oportunidad de negocio. Trabajamos mucho con periodismo narrativo que en otro tiempo fue menospreciado y hoy está más vigente que nunca.

–¿Qué es un agente literario?

(Vanessa)–Alguien que vela por los intereses de su autor, que lo promueve, que le consigue una editorial para publicar, alguien que busca que la literatura trascienda y que sea conocido en otras lenguas.

(Verónica)–Alguien que sabe negociar un contrato y lo hace blindado de cara al autor

–¿Qué cosas te has encontrado en un contrato?

(Verónica)–Lo más común son los contratos que se firman por un periodo determinado, pero nunca se pone y por tanto se renuevan automáticamente. Eso es lo que nunca recomiendo a mis autores, que los contratos se renueven de forma automática. Otra de cosa común es la captura de los derechos mundiales de un libro cuando en realidad no se realiza ninguna gestión para ello.

Sueño con tener a los autores más leídos por el mayor número de personas, dice Vanessa Fuentes. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Sueño con tener a los autores más leídos por el mayor número de personas, dice Vanessa Fuentes. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Cuál es el afán de retener los derechos internacionales de un autor?

(Verónica)–Es el afán de cualquier editor que ama su trabajo. Cuando tiene en sus manos un libro cree totalmente en él y piensa de buena fe que ese libro será un boom y trascenderá las fronteras. Pero eso es muy azaroso y creo que ningún autor en sus cabales, puede aceptar algo así.

–¿Cuál es tu sueño al frente de la agencia?

(Vanessa)–Tener a los autores más leídos por el mayor número de personas. No estaría mal tener un Premio Nobel o muchos. Autores con premios importantes, que nuestra cartera de autores tuviera muchos reconocimientos tantos nacionales como internacionales.

–¿Sufriste tu salida de Tusquets, Verónica?

(Verónica)–Uy, sí, muchísimo. Te mentiría si te dijera que todo terminó bien y que estuve muy feliz. Sufrí sobre todo porque estuve 16 años y porque todo cambió y dejé de ser de la simpatía de alguien. No fue cuestionado mi trabajo, ni mi profesionalismo y quedé muy decepcionada. No me arrepiento. Si tuviera que vivir otra vez, no cambiaría ni siquiera mi salida, puesto que al fin y al cabo quizás fue el salto que necesitaba para encarar algo propio y ser coherente con mi carrera profesional.

–Muchos autores te siguieron

–Sí, así es. Lo que muy satisfactorio, porque el cariño y la admiración y la simpatía son valores importantes, pero un autor no se queda contigo si no le conviene. Hubo muchos autores que me dijeron que donde me iba, se irían conmigo. Entre ellos Élmer Mendoza, Cristina Rivera Garza, Juan Patricio Riveroll, Patricia Laurent…

–Se dice que en México no se lee

(Vanessa)–Es posible que nuestros índices de lectura sean muy bajos, pero también es cierto que es necesario de pronto ofrecerle al lector nuevas propuestas y obras de calidad. Hay entre nuestros muchos de literatura juvenil, que tradicionalmente ha sido menospreciada o mal vista. Se ha pensado que es un género menor y sin embargo creemos que ahí está la semilla para sembrar entre los lectores. El joven que empieza a leer buena literatura será lector toda la vida. No sólo las propuestas extranjeras de vampiros, sino también historias con menos marketing pero muy sustanciosas, bien escritas, con algo importante para comunicarle al lector primerizo.

–¿Está descuidado el lector en México?

(Verónica)–Mucho. Está descuidado y menospreciado. Está desgastada la figura del escritor. Hay mucha gente a la que le gusta escribir y eso no lo convierte en escritor. En muchos casos se ha perdido la objetividad y la autoexigencia. El escritor está descuidado porque no ha sabido darse su lugar. No hablo de pretensión o petulancia de cara a las editoriales, sino que el autor es el menos indicado para venderse. El autor solo debe hablar de sus historias y debe ser un encantador de serpientes a través de lo que escribe, pensando en el lector posible. Las primeras 50 páginas deben tenerte amarrado a la silla. Algunos autores son muy autocomplacientes. No se arriesgan y no se preguntan si son buenos o malos.

–Literatura juvenil, literatura periodística…es una agencia poco convencional

(Vanessa)–Las librerías están llenas de libros coyunturales porque la realidad necesita ser contada. Como agencia no le apostamos a las historias periodísticas efímeras, sino a las de largo aliento, que puedan ser leídas hoy, pero también mañana.

En México hemos llegado al punto de darnos cuenta en que el autor es la persona menos indicada para negociar con un editor, dice Verónica Flores. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
En México hemos llegado al punto de darnos cuenta en que el autor es la persona menos indicada para negociar con un editor, dice Verónica Flores. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Son las enemigas de las editoriales?

(Verónica)–Creo que somos las mejores aliadas de una editorial. En el momento que un editor vea a los autores que representamos, se dará cuenta de que la calidad vende. Al ser editora de formación sería incapaz de entregar un manuscrito sin acabar y sin corregir. Nuestras versiones son definitivas. No habrá un giro mal dado en la historia y no existirá un personaje que muere en una página y resucita otro. Sé lo que una editorial necesita en cuestión de calidad y rentabilidad. Y también sé lo que un autor necesito. Creo que somos un bien necesario en este negocio.

–¿Son las psicólogas de los escritores?

(Vanessa)–También (risas). Sin ánimo de sonar melodramática, muchos autores vienen con cierto sentido de orfandad, porque nadie los ha acompañado en su proceso creativo, nadie les ha explicado cuándo firmar un contrato o cuándo no, porque nadie les ha presentado opciones editoriales. Te conviertes en una especie de terapeuta, para decirle al autor cosas que a lo mejor nadie le había dicho nunca y que le viene bien conocer.

–Dura muy poco la promoción oficial de un libro

–Sí, por suerte ahora están las redes sociales, sobre todo Twitter, para poder prolongar ese periodo de promoción y como agencia literaria nos damos a esa tarea.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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