A través de un mensaje difundido en su cuenta de Facebook, el párroco también asegura que no fue de su agrado el haber regularizado a las autodefensas como fuerzas policíacas rurales y ciudadanas.
Ciudad de México, 30 abril (SinEmbargo).- Después de haber dimitido como sacerdote de La Ruana, Michoacán, el sacerdote José Luis Segura Barragán, acusó al ex Comisionado Federal para la Seguridad Alfredo Castillo, de haber legalizado a los grupos delictivos operar en la zona, tal como fue el caso del Cártel de Los Caballeros Templarios.
A través de un mensaje difundido en su cuenta de Facebook, el párroco también asegura que no fue de su agrado el haber regularizado a las autodefensas como fuerzas policíacas rurales y ciudadanas.
“Me pareció una traición al movimiento insurgente y una aceptación de que se hiciera una revoltura entre autodefensas legítimos y los infiltrados por los criminales, como el H3, los Viagras, los Álvarez y demás grupos delincuenciales hijitos de los Caballeros Templarios”.
Segura Barragán señaló que la situación se volvió convulsa tras la muerte del autodefensa Rafael Sánchez en marzo de 2014, cuando el cuerpo de Sánchez fue localizado junto al de su colaborador José Luis Torres, completamente calcinados en la caja posterior de una camioneta.
“Después de la muerte de Rafael Sánchez y José Luis Torres, el pueblo se pervirtió; el comisionado Castillo quiso desaparecer a Hipólito Mora y sus autodefensas. Desde ese momento tuve que enfrentar al ‘Americano’ y a sus secuaces aquí en La Ruana; el tal ‘Monín’, el ‘8 Valencia”, ‘La Mami’ y demás delincuentes, quienes fueron autorizados por Castillo como los legítimos representantes de la ley en La Ruana”.
En dicho mensaje, el párroco indica que fue transferido a la comunidad Presa de Los Reyes, en la misma región de Tierra Caliente, por lo que se sentía muy bien e hizo énfasis en que no tenía ningún sentido su presencia en La Ruana. Además, acusa a la gente de haberse adaptado a los modos de los criminales.
“Desde ese momento tuve que enfrentar al ‘Americano’ y a sus secuaces aquí en La Ruana; el tal ‘Monín’, el ‘8 Valencia”, ‘La Mami’ y demás delincuentes, quienes fueron autorizados por Castillo como los legítimos representantes de la ley en La Ruana”.
Finalmente destacó que en estos tres años se edificaron en La Ruana comedores, un dispensario médico y de ropa, la edificación de la capilla a La Virgen de Guadalupe, que fue levantada en el sitio donde los templarios habían construido un altar en honor al fundador de ese grupo criminal, Nazario Moreno, “El Chayo”.