México

La nueva verificación entra en vigor en la CdMx, pero más de un millón de autos vuelven a las calles

30/06/2016 - 10:06 pm

Si no se reducen los millones de autos que circulan en la Zona Metropolitana, de los cuales proviene alrededor de un 80 por ciento de los gases que producen la contaminación –según el Inventario de Emisiones–, el nuevo sistema de verificación vehicular que comenzará este viernes no será suficiente para combatir la mala calidad del aire. Para eso, piden especialistas, los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México deben coordinarse para impulsar redes de transporte público integradas y de calidad. Además,la industria automotriz debe cumplir con las normas ambientales.

Foto: Cuartoscuro.
La nueva norma de verificación vehicular se aplicará por seis meses desde el 1 de julio en vehículos privados, de transporte público y de carga. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).– Hace tres meses la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) anunció un programa de Hoy No Circula temporal ante la mala calidad del aire en la Zona Metropolitana, el cual termina hoy, pero este viernes arranca la nueva norma de verificación vehicular que durará al menos seis meses e incluye la medición de contaminantes con una computadora.

De acuerdo con especialistas en movilidad, el Hoy No Circula –aunque sacó a diario entre un millón y un millón y medio de autos– sólo pospuso el problema para la siguiente temporada de sequía; se quedó en lo superficial. Además, a pesar de que la nueva vía de verificación podría frenar la corrupción, la medida debe de ir acompañada de una coordinación entre la Ciudad de México y el Estado de México para promover un transporte público integrado de cobertura total y mayor calidad que permita la reducción en el parque vehicular –en lugar de invertir más en autopistas– y evitar que la capital colapse.

Además, la industria automotriz debe vender en el mercado mexicano unidades que cumplan con las normas ambientales.

La CAMe activó la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica por Ozono en el Valle de México por la mala calidad del aire el 14 de marzo. Aunque en ese momento fue sorpresivo al ser la primera vez en 14 años, más adelante hubo ocho de ellas el 16 y 17 de marzo, 5 de abril, 3, 4, 5, 14 y 31 de mayo.

Días después, el organismo ambiental anunció la modificación temporal del programa Hoy No Circula para reducir la presencia de contaminantes atmosféricos que ponían en riesgo la salud. Del 5 de abril al 30 de junio determinó que sin distinción de holograma  todos los autos dejarían de circular dos días a la semana, de acuerdo con el color de su calcomanía y terminación de placa que le corresponda, incluyendo un sábado al mes.

Areli Carreón, consultora de movilidad de Greenpeace México, dijo en entrevista con SinEmbargo que el Hoy no Circula temporal, como medida emergente, fue una manera de afrontar la contingencia, pero no se puede quedar en eso porque “no aborda las causas sino solamente las consecuencias […] el problema sigue ahí y solamente lo vamos a posponer a la siguiente temporada de sequía”.

El Coordinador de Transporte Eficiente de El Poder del Consumidor, Daniel Zamudio Zamora, expuso que el programa temporal era lo que se necesitaba de forma urgente en esos momentos porque eran alarmantes los índices de contaminantes y funcionó porque, declaró, salieron de circulación aproximadamente entre un millón y un millón y medio de vehículos diarios.

Pero, añadió, el nuevo sistema de verificación vehicular debe ir de la mano de un programa de movilización de transporte público integral y de opciones de movilidad sustentable.

En la primera semana de junio, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó una norma de verificación vehicular que se aplicará por seis meses desde el 1 de julio en vehículos privados, de transporte público y de carga que circulan en las entidades que conforman la Megalópolis: la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Si las unidades pasan este sistema, sin importar el año y el modelo, podrán circular todos los días.

El nuevo proceso usará el Sistema de Diagnóstico a Bordo (SDB) para verificar los vehículos con computadora. Pero a los autos de modelo 2006 y posteriores, que no cuentan con este sistema, se les aplicará una prueba dinámica para medir su emisión de contaminantes a través del escape como se hace actualmente. Si no pueden ser verificados con el dinamómetro, será a través del método estático [revisión visual del humo que arroja].

Además, los microbuses no podrán salir una vez a la semana y en las calles habrá sensores remotos que identificarán vehículos posiblemente contaminantes y si la toma es positiva, se pedirá que se retire de la circulación.

Esto, dijo Carreón, “deja intacto el tema crucial que es el número de vehículos en circulación y mientras no se invierta en un transporte público integrado y de calidad en toda la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) seguirá creciendo la población, la motorización y los números indican que habrá más emisiones y vías de mala calidad de aire, aunque los autos estén verificados”.

“Se debe reducir el número de kilómetros recorridos por vehículo que queman combustible. De acuerdo con el Inventario de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, alrededor de un 80 por ciento de los gases que producen la contaminación provienen de vehículos […] si los cinco millones de autos aumentan en un futuro, llegará un momento en que la ciudad va a colapsar”, advirtió.

El documento de la Semarnat publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) reveló que en la ZMVM se tenían registrados más de cinco millones de vehículos en 2012, de los cuales el 75 por ciento son de uso particular, tales como autos y camionetas. En los últimos 22 años, se identifica un incremento de un poco más del doble de unidades, lo que ha generado un aumento del tráfico y eso incide en el incremento de emisiones a la atmósfera.

Dado que los automóviles nuevos tienen permiso de circular diariamente los primeros cuatro años, aunado a las facilidades que están dando las agencias de autos, Zamudio afirmó que “tal vez puede desencadenar en la compra de más autos, aumentar el parque vehicular y masificar más aún el colapso vial de la ciudad. Hay que tener mucho cuidado por ahí”.

El experto explicó que los resultados de esta normativa novedosa no se van a dar a corto plazo. En los primeros seis meses se podrá comprobar si se va a erradicar completamente la corrupción en los centros de verificación vehicular, si realmente se van a cumplir las normas de límites máximos admisibles de contaminantes de los vehículos y si se incluirá transporte federal y público.

TRANSPORTE PÚBLICO AMPLIO Y BICICLETA 

Foto: Cuartoscuro.
De abril al 30 de mayo fue necesario activar ocho veces la Fase 1 de Contingencia Ambiental en la Ciudad de México, ante la mala calidad del aire. Foto: Cuartoscuro.

Ambos especialistas consultados creen que el transporte público debe ampliarse y mejorarse para evitar un colapso vehicular.

Asimismo, el investigador del Colegio de México y doctor en Política Ambiental, José Luis Lezama de la Torre, expuso en su blog que el enfoque de acciones para combatir la contaminación del aire debe basarse en la planeación urbana, ambiental y del transporte, atacar la doble moral de la industria automotriz que vende en el mercado estadounidense autos que cumplen con las normas ambientales y en el mercado mexicano los que no las acatan, combatir la corrupción de la verificación vehicular que deja pasar autos contaminantes, los combustibles deben cumplir estándares internacionales para que no contaminen, estandarizar las normas ambientales nacionales con las internacionales y actualizar la tecnología y tener sistemas eficientes en la industria automovilística y de servicios.

Areli Carreón aseguró que un transporte público con cobertura total y calidad superior permitiría a las personas dejar el auto en casa la mayor parte de los viajes y solo usarlo en ocasiones indispensables, pero eso implica una gran cantidad de recursos y coordinación institucional entre la Ciudad de México y el Estado de México, cuyos habitantes también visitan, estudian y trabajan en la capital.

Sin embargo, acusó, la Comisión Metropolitana de Transporte y Vialidad (Cometravi) y la CAMe “hasta el momento no son instituciones que tengan la capacidad real de dictar política pública y poner un orden”.

Zamudio añadió que hace falta una visión más amplia y diálogo entre la Ciudad de México y el Estado de México para definir políticas que se encaminen al control de la mancha urbana –que desencadena que las personas que viven lejos se compren automóviles–; falta la creación de más transporte masivo y semimasivo [expansión del Sistema Metro y conexiones entre ambas entidades] y una inversión fuerte para una red masiva de Metrobús y Mexibús.

No obstante, dijo Carreón, en los últimos años “el Estado de México se ha fijado como meta construir una gran infraestructura para el automóvil privado y la Ciudad de México no puede avanzar en el sentido correcto rodeado de una entidad que va en sentido contrario e ignorando las necesidades de los que utilizan el transporte público”.

La bicicleta también es una opción para los ciudadanos que se trasladan entre distancias cortas, pero es necesario mejorar la infraestrutura (calles, banquetas, ciclovías…).

“La movilidad no motorizada es amplia en la Ciudad de México y tiene un potencial de ser mucho mayor”, sostuvo la también fundadora de Bicitekas. “Los estudios indican que un porcentaje muy importante de los viajes que hacemos en la Zona Metropolitana son menores a seis kilómetros que se pueden hacer a pie o en bicicleta, pero necesitamos que se mejore la infraestructura urbana de manera tal que las personas puedan decidir que, donde es posible y cómodo, en lugar de tomar un vehículo motorizado lo hagan sin motor”, expresó.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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