Analistas coinciden en que la decisión del Banco de México de aumentar la tasa de interés en 4.25 por ciento con el objetivo de frenar la caída del peso y contener la inflación, tendría repercusiones en los bolsillos de los mexicanos porque generaría créditos más altos, reduciría el consumo y a largo plazo provocaría un incremento en los precios.

Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).– El aumento a la tasa de interés en 4.25 por ciento anunciado hoy por el Banco de México (Banxico), para frenar la caída del peso y contener la inflación, podría tener repercusiones en los bolsillos de los mexicanos porque generaría créditos más altos, reduciría el consumo y a largo plazo provocaría un incremento en los precios, coincidieron analistas consultados por SinEmbargo.

“Cuando sube la tasa de interés le pega directo al consumo, lo que hace que el consumidor en lugar de gastar busca el ahorro; entonces, la actividad económica se reduce”, explicó James Salazar Salinas, subdirector de Análisis Económico de CIBanco.

La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió incrementar en 50 puntos base la tasa de interés, a un nivel de 4.25 por ciento, a fin de evitar que la depreciación de la moneda nacional –observada durante los últimos meses– y que los ajustes de algunos precios relativos se traduzcan en un repunte de las expectativas de inflación del país.

En las últimas semanas, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y su efecto sobre el peso mexicano había provocado una serie de declaraciones y especulación entre los grandes inversionistas en México y el extranjero sobre que el Banco de México subiría sus tasas.

“Lo que Banxico hizo al subir la tasa de interés fue retener los capitales en México y atraer inversiones porque el anunció que dio la semana pasada el Gobierno federal del recorte al gasto no iba a generar ningún impacto para reducir la caída del peso”, mencionó Ángel Iván Olvera, profesor de cátedra de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.

El aumento anunciado hoy por la Junta de Gobierno sorprende, ya que el mercado esperaba un alza, pero en 25 puntos base, a 4 por ciento.

Es la primera alza que hace Banxico en reuniones ordinarias desde la que hizo el pasado diciembre. En febrero el Banco Central la subió en 50 puntos base en una reunión extraordinaria.

De acuerdo con los analistas, con el aumento a la tasa de interés el consumo en México no se va a generar de la misma forma y eso podría generar un impacto en la inflación.

“Si hay un menor consumo quiere decir que hay una menor demanda, si hay menor demanda quiere decir que los precios disminuyen, sin embargo, esta disminución en el consumo genera que las empresas comiencen a generar inventarios y tengan que producir menos, al producir menos la oferta disminuye y los precios se elevan”, precisó Iván Olvera.

Al encarecerse el precio del dinero, de acuerdo con analistas, los mexicanos verá afectaciones a sus bolsillos porque los créditos hipotecarios y automotrices tendrían tasas más caras.

“La tasa de referencia es la tasa de interés que le cobra el Banxico a los bancos por prestarles dinero, al subir esta tasa se hacen más caros los créditos y también las tasas al ahorro. Si sube la tasa de interés los bancos tiene un mayor riesgo de que no les paguen, entonces van a ofrecer menos créditos, se van a volver más selectivos”, expuso Olvera.

Para James Salazar, del CIBanco, otro de los efectos con el aumento en la tasa de interés se reflejaría en los proyectos de inversión privada, los cuales se vuelven menos rentables.

Un análisis de Banamex detalló que en el anuncio que hizo Banxico no confirmó explícitamente si la medida no representa un ciclo alcista, es decir, que se incremente más la tasa de interés.

“Aunque el Banco Central concluyó que continuará alerta de los determinantes de la inflación para ajustar su postura, no señaló que el incremento de 50 puntos base es un evento de una sola vez. Creemos que dicha omisión sugeriría permitir al mercado internalizar en la curva gubernamental su perspectiva de tasas de interés”, explicó.

El mercado accionario cerró con una ganancia de 1.1 por ciento porque el anuncio de Banxico era esperado desde hace al menos dos semanas. El peso mexicano también ha respirado; el dólar se vendió hasta en 18.65 por uno, cuatro centavos menos que al cierre de ayer.

Mientras que en su cotización sport finalizó en 18.2575 unidades, lo que representó para el peso un avance de 28.15 centavos, semejante a 1.52 por ciento.

En tres días, la moneda mexicana se ha apreciado 4.86 por ciento, su ciclo de recuperación más fuerte desde el que tuvo a principios de diciembre de 2011, cuando ganó 5.35 por ciento.

LA PARTE POSITIVA

El tema del Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea) vino a propulsar el incremento en la tasa de interés. La moneda mexicana, que en lo que va del año se ha depreciado más de un 11 por ciento, se hundió el viernes a un mínimo histórico de 19.5225 por dólar en su cotización interbancaria.

Ese día, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) convocó a una conferencia de prensa por la mañana para comentar acciones a seguir después del Brexit. Los mercados financieros esperaban una intervención directa en el mercado cambiario o a través de una subida en la tasa de interés de fondeo. Sin embargo, las autoridades sólo anunciaron un recorte presupuestal adicional por 31 mil 715 millones de pesos.

Analistas internacionales ya esperaban una alza en la tasa por parte del Banco de México para contener la caída de la moneda mexicana.

En febrero, la entidad monetaria elevó en 50 puntos base la tasa clave al 3.75 por ciento, en una reunión extraordinaria debido a la creciente volatilidad financiera global.

La alza de hoy es la segunda del año y la primera que hace Banxico en reuniones ordinarias desde la que hizo el pasado diciembre. En febrero el Banco Central la subió en 50 puntos base en una reunión extraordinaria.

“Lo que busca Banxico es que al momento de que se reducen las presiones no se generen expectativas de inflación, porque muchos de los bienes finales incluyen insumos que son importados, al momento de comprar los bienes con un tipo de cambio caro se incrementa el costo y esto se traduciría en presiones”, detalló el analista del CIBanco.