Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).– Ayer, en la agenda del Presidente Enrique Peña Nieto se encontraba un acto público festivo: la recepción del certificado de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO) que acredita a la Reserva de la Biosfera El Pinacate y el Gran Desierto de Altar como Patrimonio Mundial Natural.
Al dar acuse de este documento, el primer mandatario se vio obligado a abrir su discurso con la crisis de seguridad en Michoacán y el aciago mediodía del sábado en el que perdieron la vida dos integrantes de la Marina en el municipio de Chrintzio en aquella entidad.
Peña Nieto lamentó los asesinatos del vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la VIII Zona Naval con sede en Puerto Vallarta, Jalisco; así como del segundo maestre Ricardo Francisco Fernández Mercado.
El jefe del Ejecutivo expresó que sucesos como este, reafirman la decisión de hacer valer el Estado de Derecho en todo el país y construir “un México en Paz”, que es una de las grandes metas que tiene trazadas su gobierno.
Ofreció: “Trabajaremos con toda la celeridad para detener y poner a disposición de la justicia a todos los responsables de los hechos”.
Si los Caballeros Templarios son, como dijo el Procurador General de la República, los culpables, la promesa del Presidente tiene un objetivo: “La Tuta”, Servando Gómez Martínez.
A la hora en que Peña Nieto tomó el micrófono ayer –las 12:00 horas- la Procuraduría General de la República (PGR) interrogaba a tres personas sospechosas. A su vez, la Secretaría de la Marina (Semar) había confirmado que en el ataque a los militares también resultaron heridos la esposa del Vicealmirante, Rosa María Rodríguez y el tercer maestre y escolta Teonurfo Marcial Colón.
LA GRAN RESERVA
El certificado de Patrimonio Mundial, recibido ayer por el Presidente Enrique Peña Nieto es por una reserva en los municipios General Plutarco Elías Calles, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado, en Sonora. Colindantes sus 715 mil hectáreas con el desierto de Arizona, la vegetación de esta zona se dispersa en los dos lados de la zona fronteriza. Se le llama Pinacate por el color negro brillante del pequeño escarabajo que habita en ese lugar.
El 21 de junio pasado, durante la 37 sesión del Comité del Patrimonio Mundial, en Phnom Penh, Camboya, la Unesco aprobó por unanimidad la inscripción a la lista del Patrimonio Mundial Natural de esta reserva.
Nuria Sanz, jefa de la sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial del organismo entregó ayer al Presidente de México el certificado y dijo que en todo el planeta hay 981 bienes inscritos con tal categoría. Además, la funcionaria destacó la etapa de la la Unesco en la que fue Secretario general Jaime Torres Bodet.
Peña Nieto enfatizó que México –con 32 sitios inscritos- es la nación de América Latina más presente en el listado de hectáreas que son patrimonio de la humanidad. Esos 32 lugares abarcan una superficie equivalente a la suma de los territorios de Aguascalientes, Colima, el Distrito Federal, Morelos y Tlaxcala.
Y, bajo la promesa de impulsar el cuidado de las áreas naturales, el jefe del Ejecutivo instruyó al secretario de Educación Pública y al del Medio Ambiente, y Recursos Naturales (Semarnat) a crear en Palacio Nacional, el salón “México, patrimonio de la humanidad”. En ese espacio serán exhibidos los certificados que la Unesco ha otorgado a México, así como las fotos de las zonas acreditadas.
Al final de estos anuncios, Peña Nieto exclamó: “México reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático”.
Al evento también acudieron el Secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, y el Gobernador de Sonora Guillermo Padrés Elías.
