Por Andy Goldberg/dpa
Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).– “The To Do List” está muy lejos de ser la primera película hollywoodiense que explora la pérdida de la virginidad por parte de una adolescente. Pero puede que sí sea la primera en mostrar que, una vez logrado, a la chica no le ocurre mucho más.
“Estoy bien, papá. Estoy bien”, dice la joven heroína –una brillante estudiante de instituto llamada Brandy Klark– después de que su preocupado padre averigua lo que ocurre y se apresura a rescatarla. Y es que la tradicional pero sobresaliente Brandy no quería malgastar su último verano en casa, por lo que decide acumular todas las experiencias sexuales que le sea posible.
El personaje de Klark, a quien da vida la impávida Aubrey Plaza de la serie de televisión “Parks and Recreation”, se inspira en las aventuras adolescentes de la debutante guionista y cineasta Maggie Carey. Al igual que la protagonista, ella también se graduó con las mejores notas de su clase de Idaho en 1993 antes de ir a la universidad.
Desde “American Pie” a “Superbad”, “Can’t Hardly Wait” a “The Last American Virgin”, por mencionar algunas de las más recientes, son muchas las películas picantes que se han dedicado a explorar las ambiciones sexuales de los adolescentes. En el caso de las chicas, películas o series como “Sixteen Candles”, “Juno”, “Saved!”, “Friday Night Lights” o incluso la saga “Crepúsculo” han ahondado en temas similares.
Pero como señala Ashley Fetter, de la revista cultural The Atlantic, todas estas películas sobre el ritual de la pérdida de la virginidad están ligadas a mensajes predecibles: o la joven decide esperar a que aparezca “el chico adecuado” o acaba quedándose embarazada. Y ahí precisamente radica la originalidad de “The To Do List”.
Con la misma aplicación con la que realiza sus proyectos científicos, la estudiosa Brandy elabora su lista de todas las cosas que le gustaría experimentar antes de ir a la universidad, y el retorcido modo de lograrlas. Así, sale con numerosos chicos antes de lograr su objetivo final con un vacuo musculitos, y se lo cuenta todo punto por punto a dos de sus amigas con más experiencia.
“Pierde su virginidad con un joven que apenas la conoce y definitivamente no la quiere”, escribe Fetter. “Y después marca la casilla de “coito” en su epónima lista de cosas pendientes, hace las maletas y se va a la universidad, sin ningún trauma y sin verse afectada por ningún recuerdo trágico.”
Neil Gelzinger, de The New York Times, ve algo más que una buena idea en la película. “Este filme es más inteligente, está mejor interpretado y es mucho más divertido que la mayoría de sus predecesores en el género de mi primera vez, sin importar quién pierde qué”, señala.
Mientras que algunos críticos podrían torpedear la película por supuestamente fomentar la promiscuidad adolescente, para Jessica Goldstein, de The Washington Post, el mensaje es bien distinto.
“The To Do List”, argumenta, “no golpea a Brandy por su promiscua persecución de la felicidad”, sino que la celebra como una adulta inteligente y capaz que se ve finalmente fortalecida, pese a que a veces pase asco y vergüenza, por las decisiones que toma”. Sin embargo, no todas las críticas son tan entusiastas.
Mick LaSalle, de The San Francisco Chronicle –una publicación con fama de mojigata– tildó la película de “vil y nada divertida (…) con una imparable fealdad de espíritu.” Hay películas de adolescentes más divertidas por las estratagemas que traman para cortejar a sus parejas”, señala. Pero con las chicas es distinto. “En la práctica, podría sacar un nombre de un sombrero y, salvo mala suerte, tendría éxito”, argumenta.
Pero este punto de vista parece que no aprecia los retos a los que se enfrenta Brandy y la importancia de sus poco habituales decisiones. “En ‘The To Do List’, las chicas son adolescentes confundidas que lidian con la complejidad física y emocional del sexo”, escribe el novelista Muchael Landweber en popmatters.com. “Puede que eso sea lo que ocurre con ‘The To Do List’, que la comedia sexual de adolescentes madura.”
