México

Los autores del “corruptómetro” buscan visibilizar el problema para “despertar” a los mexicanos

30/08/2016 - 12:01 am

Según investigaciones realizadas por la organización Opciona, el 42 por ciento de las personas al escuchar la palabra “Ley” afirmaron que se les viene a la mente algo inexistente o una serie de conceptos negativos. Además, el “corruptómetro”, realizador por ese grupo civil, del mes de agosto reveló que el 72 por ciento de los mexicanos percibe como “corrupto” al Presidente Enrique Peña Nieto.

Ciudad de México, 30 agosto (SinEmbargo).– La corrupción en México se ha convertido en un factor de retroceso económico, político y social. Ha sido un lastre para la sociedad a través de generaciones. La corrupción es considerada una característica de una clase política que ha mantenido su hegemonía a lo largo de sexenios, y es alimentada desde instituciones públicas.

La inoperancia del Ejecutivo federal para enfrentar la impunidad, la corrupción, la violencia y el hartazgo social es el principal factor de la caída de los niveles de confianza de los ciudadanos hacia las autoridades.

Gustavo Rivera, director ejecutivo de Opciona, una organización civil encargada de visibilizar la corrupción a través de la información, dijo en entrevista con SinEmbargo que la herramienta máxima para empoderar a la sociedad contra la corrupción es que la información se vuelve una herramienta para generar acciones de cambio.

Rivera explicó que la sociedad otorga el poder al Gobierno y que éste, cuando es corrupto, abusa de ese poder y lo usa en su beneficio. “Un abuso de poder en manos de algunos y en beneficio de pocos”, dijo.

Ante las crecientes protestas por este tema, los integrantes de Opciona, juristas, periodistas y economistas, decidieron elevar la denuncia a un nivel superior, realizando campañas de concientización destinadas al cambio de conductas en la vida cotidiana.

El equipo se dedicó a recopilar información obtenida con sondeos, que mostraron los niveles de corrupción que la gente atribuye a ciertos personajes de la política nacional. A este ejercicio, que realizan cada mes, lo bautizaron como el “corruptómetro”.

Rivera habló de la crisis en torno a la brecha entre sociedad y poder político. El “corruptómetro”, en su opinión, cumple también con el objetivo de acercar los asuntos públicos a la ciudadanía.

72% DE MEXICANOS VE A EPN COMO CORRUPTO

El “corruptómetro” del mes de agosto reveló que el 72 por ciento de los mexicanos percibe al Presidente Enrique Peña Nieto como “corrupto” mientras que solo 20 por ciento lo ve como “honesto”.

El sondeo reveló que 80 por ciento de los encuestados reconoció haber escuchado u oído hablar de la “casa blanca”, mientras que el 77 por ciento dijo conocer el Sistema Nacional Anticorrupción.

Al preguntarles sobre su percepción de la honestidad y la corrupción de ocho de los principales aspirantes a la Presidencia en 2018, todos fueron percibidos más “corruptos” que “honestos”.

La diferencia entre el aspirante que es percibido como “más corrupto” (Miguel Ángel Osorio Chong con 64 por ciento) y la que es percibida como “menos corrupta” (Margarita Zavala con 42 por ciento) es de 22 puntos porcentuales.

En tanto, Andrés Manuel López Obrador es visto como corrupto por un 55 por ciento, mientras a un 32 por ciento les parece honesto.

Asimismo, el 74 por ciento de los mexicanos consideran que la corrupción aumentó en el último año y el 60 por ciento estima que aumentará en el siguiente. En cuanto a la confianza en las instituciones políticas y de gobierno, se registran porcentajes muy bajos: sólo 12 por ciento confía en los partidos políticos, 13 en los legisladores, 19 en el gobierno, mismo porcentaje que hay hacia el ministerio público, y 23 por ciento en los jueces.

El objetivo del “corruptómetro” es evaluar la manera en que las acciones de los aspirantes a la Presidencia de la República, los escándalos de corrupción, el desempeño de las instituciones políticas y de gobierno, y otros asuntos de relevancia pública, afectan las percepciones sobre este fenómeno en México y, eventualmente, las preferencias y el comportamiento electoral de los mexicanos.

Las mediciones se basan en datos de encuestas mensuales realizadas por la organización

El corruptómetro. Foto: Opciona.mx
El “corruptómetro” que corresponde a agosto destaca la percepción de la opinión pública frente a los aspirantes a la Presidencia de la República para 2018 Foto: Opciona.mx

LA CORRUPCIÓN, “TRAGEDIA NACIONAL”

La falta de decisión del Ejecutivo Federal para enfrentar la impunidad, la corrupción, la violencia y el hartazgo social, explica en parte la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones de junio pasado. En esa contienda 12 estados eligieron gobernadores y el PRI perdió estados como Veracruz, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas. El resultado, según Rivera, evidenció la gran desconfianza que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha cimbrado a muchas personas.

A través de investigaciones sociales y periodísticas, Opciona opera en favor de la visibilización de la corrupción para que, al final, los ciudadanos ejerzan presión sobre la clase política.

El experto afirmó que los mexicanos no se ven a sí mismos como objetos o víctimas de la corrupción, pues también incurren en actos corruptos que llevan a un círculo vicioso.

“En nuestras interacciones diarias no hay una persona con legitimidad, alguien siempre va a abusar del poder que tiene para sacar ventaja, y en el peor de los casos la corrupción se convierte en una manera fácil y común de resolver los problemas cotidianos”.

Según las investigaciones que ha realizado la organización, 42 por ciento de las personas al escuchar la palabra “Ley” afirmaron que se les venía a la mente algo inexistente o una serie de conceptos negativos. Lo que corresponde a una sociedad que no confía ni en sus propias leyes.

“Los mexicanos ven la Ley como un sujeto negativo, por eso la corrupción se convierte en una tragedia nacional y es necesario enfrentarla más allá de cualquier juicio moral”, destacó Rivera.

La corrupción es un mal endémico, se encuentra en las altas esferas del Gobierno y en la vida cotidiana de las personas, es este concepto el que ha tenido mayor impacto a través de los años.

El pasado 4 de mayo de 2015, el Presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, legislación indispensable para generar confianza entre los ciudadanos. Sin embargo, especialistas en la materia han afirmado que aunque esa Ley significa un avance, su aplicación en los hechos ha sido un fracaso.

El gobierno ha aplicado una política de “dos caras”: por un lado, en el discurso, se dice dispuesto a fomentar la transparencia y atacar la corrupción; por el otro, se blinda contra investigaciones para mantener la opacidad.

LA CONFIANZA CIUDADANA, UN RETO PARA LAS ELECCIONES DE 2018

Escándalos como la “casa blanca”, el exceso en gastos durante las giras presidenciales y la compra de otras casas a contratistas del Gobierno de Enrique Peña Nieto –como la del Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, y la de Angélica Rivera Hurtado, esposa del Presidente de México- que nunca se aclararon, ha sido una de las formas por las cuales la ciudadanía ha rechazado a los posibles candidatos a la presidencia del 2018.

Rivera señaló que el 12 por ciento de los mexicanos no confía ya en ningún partido político, cuando en principio son ellos el instrumento más importante de la sociedad para participar en asuntos públicos. El especialista expuso que la gente se siente sumamente agredida, y la corrupción ya no solo corresponde a un partido determinado sino que engloba a todos.

“La de 2018 no va a ser una elección de cambio y continuidad como generalmente ha sido, la de 2018 será la del tipo de cambio que queremos y la corrupción va a ser el tema porque es una de las principales causas de los problemas que hay en México”, enfatizó.

Rivera sugiere un cambio de conductas en torno a las acciones que podemos emprender como ciudadanos e involucrarnos en asuntos públicos para poder tener una certeza de quiénes son los aspirantes a próximos gobernantes.

Datos que ha arrojado el “corruptómetro” indican que algunos aspirantes a la candidatura por la presidencia del país no son confiables o al menos ninguno es  considerado como una persona honesta y el punto que resalta la organización es que la ciudadanía aún está a tiempo de exigirles que no actúen para la propagación de la corrupción.

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