Elva Escobar, la pionera en México en el estudio del mar profundo

30/09/2014 - 12:02 am
El trabajo de Escobar Briones materia le ha merecido la coordinación de un par de proyectos de la ONU y la dirección del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología. Foto: UAM
El trabajo de Escobar Briones materia le ha merecido la coordinación de un par de proyectos de la ONU y la dirección del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología. Foto: UAM

Ciudad de México, 26 de septiembre (SinEmbargo).- La primera vez que la doctora Elva Escobar Briones visitó el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México apenas era estudiante de preparatoria, pero ya había definido su vocación por los mares. Años después, ahora egresada de la licenciatura en Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), es pionera en México en el estudio del mar profundo.

“Quería estudiar algo que me motivara, que iba a hacer con gran gusto y con gran pasión, entonces me dediqué a la oceanografía”, dijo la investigadora en una entrevista dada a conocer por la UAM en un comunicado.

El destacado trabajo en la materia le ha merecido a Escobar Briones la coordinación de un par de proyectos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre clasificación y conservación de las zonas bénticas (mar profundo) y la dirección del ICMyL, desde donde se encarga de promover la riqueza biológica y en energéticos del mar profundo.

“Conocemos muy poco del mar profundo y representa casi el 90 por ciento de los océanos; esa es una de las razones por las que me dediqué a su estudio”, agrega la doctora, cuyos estudios le hicieron comprender que incursionar en la oceanografía le llevaría a trabajar con múltiples disciplinas, como química, geología y física, en escalas de tiempo y espacio de gran amplitud.

La doctora participó del primer Censo de la Vida Marina en un esfuerzo por contar con un registro de todo tipo de vida marina. Foto: Shutterstock
La doctora participó del primer Censo de la Vida Marina en un esfuerzo por contar con un registro de todo tipo de vida marina. Foto: Shutterstock

Briones resalta además las ventajas del estudio de esta zona del mar al mencionar que “los genes de los animales que la habitan nos sirven en el diseño de medicamentos, y dado que viven en un ambiente cargado de minerales permiten elaborar métodos para sanear la tierra de estos elementos”. Eso sin contar que en estas regiones también pueden realizarse extracción de hidrocarburos e hidratos de metano, entre otros recursos.

La especialista también destaca las aportaciones de las investigaciones oceanográficas en la planificación de las actividades agropecuarias de los habitantes del interior del país a través del estudio y el seguimiento de los fenómenos meteorológicos originados en el mar, así como en el diseño de estrategias para combatir desastres naturales. “Tenemos que enfrentar retos como el cambio climático, ahora debemos aprender a vivir en el riesgo y al mismo tiempo emprender estrategias para minimizar la contaminación”, dijo.

“México tiene gran cantidad de litoral y mares, debemos estar orgullosos de este patrimonio, de lo que se vive en él y los servicios que nos da. Debemos trabajar con las diferentes disciplinas (economía, sociología, antropología, comunicación y otras) para transferir a la población el conocimiento que generamos los oceanógrafos y hacer conjuntamente lo mejor para los mares”, agregó la doctora que en 2004 fue buscada por la ONU para coordinar un proyecto internacional que permitiera generar un sistema de clasificación de regiones del mar profundo.

A partir del sistema de clasificación de regiones del mar profundo. Foto: EFE
A partir del sistema de clasificación de regiones del mar profundo se pudieron conocer las áreas productivas y aquellas impactadas por algún proceso como la pesca. Foto: EFE

Lo anterior puso en marcha un segundo estudio: la propuesta de criterios para definir zonas de conservación en el mar profundo, siendo éstas las que contaran con alta diversidad, alto endemismo, que se distinguieran por ser zonas de alimentación o refugio para larvas.

Pocos años antes, Escobar Briones participó en el primer Censo de la Vida Marina, tarea que involucró a dos mil 700 científicos de 80 naciones en un esfuerzo sin precedentes por contar con un registro de la diversidad, la distribución y la abundancia de todo tipo de vida marina.

“Fue la primera vez que hicimos mapas para profundidades de seis mil metros y detectamos dónde había corredores continuos o zonas aisladas, pudimos localizar regiones nunca antes exploradas… tuvimos conocimiento de las áreas productivas y de aquellas impactadas por algún proceso”, asegura.

Actualmente comenta que en el ICMyL se realiza ciencia básica que servirá para la toma de decisiones que tienen que ver con la elección de zonas de pesca, el tipo de minerales que se extraen y la manera en la que esto se hace. Así mismo, también esta relacionada con dónde buscar los hidrocarburos y cómo conservar o mitigar el impacto que pudiera existir por estas actividades, “siempre basados en el conocimiento más novedoso, muy fino y muy cuidado, hecho con los estudios y la inversión en la investigación”.

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