ZINES, DEL UNDERGROUND A LAS FERIAS DE ARTE

30/11/2013 - 12:00 am
Foto: Facebook (pages/FUCK-ZINES)
Foto: Facebook (pages/FUCK-ZINES)

Entre las principales necesidades de los seres humanos está la de comunicarse, por ello desde hace varios siglos se han creado medios que permiten acortar las distancias y difundir información de manera cada vez más sencilla e inmediata.

Con el nacimiento de la imprenta, en el siglo XV surgieron las primeras publicaciones impresas llamadas “hojas volantes”, que vendrían a ser un antecedente de los periódicos modernos.

Éstas consistían justamente en una hoja única de papel que informaba sobre un cierto acontecimiento, que bien podría ser del número de muertos en alguna batalla, la boda o emparejamiento de un monarca, o simplemente aquel hecho que anteriormente los pregoneros eran los encargados de propagar.

Conforme pasó el tiempo se empezaron a realizar gacetas, con un mayor número de páginas y cierta periodicidad, de la cual las hojas volante carecían.

Después nacieron los grandes diarios y los periódicos de oposición, pero eso es otra historia.

ZINES

Foto: Facebook (Zine部)
Foto: Facebook (Zine部)

Como mencionamos en la introducción, las personas siempre se las han arreglado para comunicarse y difundir sus ideas, es por ello que nacieron los zines, cuyo nombre proviene de la palabra inglesa magazine (revista).

Los zines son publicaciones hechas artesanalmente, no comerciales y con poca difusión, en las que participan artistas, ilustradores, periodistas amateur, activistas políticos, y en general personas que gusten de la onda “hazlo tú mismo”.

Al igual que las hojas volantes, los zines requieren un bajo presupuesto y manufactura, pero a diferencia de ellas, en algunas ocasiones son vendidos y su precio depende -en muchas ocasiones- de quiénes hayan participado.

Sus categorías son complicadas de explicar, ya que abren sus posibilidades ante cualquier temática, pues los hay completamente informativos o propagandísticos, de ficción, o con el simple fin de que un ilustrador dé a conocer su trabajo.

Es por ello que dentro de la gama de estas publicaciones es imposible encontrar a uno que sea exactamente igual que otro, pues dependiendo de su creador – o creadores- puede convertirse en una estética obra de colección o bien simplemente ser hojas fotocopiadas y engrapadas con fines propagandísticos.

Fotografía: Facebook (fanzines)
Fotografía: Facebook (fanzines)

El sociólogo y profesor en la Universidad de Nueva York, Stephen Duncombe, señala en su  libro Notes From Underground: Zines and the Politics of Alternative Culture que éstos nacieron en Estados Unidos en 1930, cuando los entusiastas de la ciencia ficción, o los clubes que entre ellos formaban, comenzaron a producir lo que llamaron fanzines (zines hechos por fanáticos de cierto tema) como un medio para compartir historias de sci-fi (science fiction) y sus opiniones.

A partir de ahí, los fanzines no tuvieron mayor relevancia hasta la década de los 70’s, cuando resurgieron a la par del movimiento punk, cuyas bandas underground eran ignoradas por las revistas de música masivas y se vieron en la necesidad de crear propaganda propia para difundir su cultura e inconformidad.

Para finales de los 80 y principios de los años 90, a ambas corrientes precursoras se les unieron una serie de creadores que adoptaron los distintos tipos de zines como una expresión contracultural de insatisfacción hacia los medios tradicionales y populares; además de los fans de otros géneros culturales, como películas, cómics, y el mundo del arte.

A finales de la década de los 90, con el inicio y propagación de los blogs o páginas personales, se creía que los fanzines podrían desaparecer, sin embargo, esto sirvió para acrecentar el interés de la gente por estos librillos de bajo presupuesto.

Pero quizá fue la moda la que a la vez le quitó parte de su esencia, pues como dice Duncombe en su libro, los “zinesters” se pronunciaban en contra de la sociedad basada en el consumo y privilegiaban la ética del do it yourself, que más que producir sus propios fanzines, los llamaba a hacer su propia cultura y dejar de adquirir eso que se supone está hecho para ti.

 ¿DÓNDE SE ENCUENTRAN?

Fotografía: Twitter (AlldayNYC)
The Newsstand, en el Metro de NY / Fotografía: Twitter (AlldayNYC)

Anteriormente, se podía conseguir un fanzine mientras se estaba formado en la fila del concierto de una banda independiente, en un bar o en una tienda de discos cuando los mismos realizadores los repartían; hoy en día además de ello existen sitios que dedican parte de sus tiendas en línea a estas publicaciones, como el caso de Etsy, o en el sitio de cada creador.

Además, sobre todo en Estados Unidos y algunas ciudades europeas, existen tiendas físicas especializadas como The Newsstand, ubicada en una intersección del Metro de Nueva York, específicamente en Williamsburg, Brooklyn.

Asimismo, cada vez son más comunes las “Zine Fairs” en donde editoriales, artistas e ilustradores independientes se reúnen para dar a conocer, vender e intercambiar sus trabajos, éstas se han realizado en Sidney, Dublín, Tokio, Viena, Pittsburgh, Bristol, Toronto, Michigan, San Diego, Amsterdam, Berlín , París, Nueva York, entre otras ciudades.

Y por supuesto también en la Ciudad de México, donde en marzo pasado se llevó a cabo la quinta edición de la feria “Zin Amigos“, donde participaron más de 20 realizadores independientes, entre ellos Monocromo, Los Wild Stallions, Hotel para Fantasmas.

Así como su modo de distribución, su periodicidad suele variar pues hay unos proyectos que suelen ser únicos o efímeros y que más que una pequeña revista parecen un trabajo experimental de arte; pero del otro lado están aquellos que se presentan en varios tomos cada determinado tiempo.

FANZINE, QUEER ZINE, ARTZINE, DIY ZINE, 24 HOURS ZINE, PERZINE, MAMAZINE, ETC… 

Foto: La Valija de Fuego
Foto: La Valija de Fuego

Como se dijo al inicio, las posibilidades en cuanto a temáticas de un zine están sólo limitadas por el interés y la capacidad de su creador, pero a lo largo del tiempo se han creado diferentes categorizaciones que reúnen los temas más comunes.

  • La principal es el fanzine, del que ya habíamos hablado, que está hecho por y para fanáticos de determinada banda, artista, género musical, literario o cinematográfico.
  • Después tenemos los artzines, que como su nombre lo apunta contienen imágenes de obras o collages con piezas del propio actor u otros, además de tener un diseño que por sí mismo se puede considerar artístico.
Fotografía: Qzap.org
Fotografía: Qzap.org
  •  El queer zine, también llamado fagzine está enfocado hacia -y hecho por- miembros de la comunidad LGBT, el cual puede contar historias ficticias más parecidas a un pequeño cómic, en algunas ocasiones con contenido sexual, o bien podrán ser planfletos informativos o en defensa de sus derechos.
  • El zine DIY (do it yourself) además de ser algo que puedes hacer tú mismo, sirve para dar instrucciones a otros sobre cómo hacer determinadas acciones, que van desde robar una tienda hasta sobrevivir en Nueva York con 50 dólares.
  • Los Literary zines incluyen escritos de ficción, poesía, ensayos o cuentos que los autores producen y distribuyen por sí mismos.
  • MamaZines son como las típicas revistas dedicadas a “tu bebé y tú” pero hecho de mamás para otras mamás, sí con muy bajo presupuesto, pero también con información de primera mano.  
  • Un Personal zine o perzine es aquel en el que todo está enfocado en las vivencias, opiniones y pensamientos del creador.
  • Otro de los más comunes y antiguos es el zine político, dedicado a hacer denuncia social o informar a los demás acerca de conflictos políticos pasados o actuales.

HAZLO TÚ MISMO

Imagen: Travis Millard
Imagen: Travis Millard

La forma más sencilla se realizar tu propio zine es tomar una hoja de cualquier tamaño y doblarla en cuatro partes para que queden ocho páginas, antes de engraparlas para formar un librito plasma el contenido.

Aunque el zine clásico está hecho totalmente a mano, también se puede incluir textos e ilustraciones a computadora. Una vez realizada esta acción se requiere sacar fotocopias (aunque hay alguno quisquillosos que reproducen originales y los enumeran, lo cual los hace más valiosos), que con la práctica podrás sacar desde antes de cortar las hojas, para mayor facilidad.

Luego engrapas cada uno de tus zines y listo, lo único que queda es decidir si los distribuirás gratuitamente (según los preceptos originales no se comercia con ellos) o si tendrán un costo y en qué lugar los expondrás.

En México, la producción de zines existe pero no como un movimiento con muchos seguidores, sin embargo, cada vez se abren más espacios para que la gente exponga, venda o intercambie sus creaciones, tal como la feria “Zin Amigos” que mencionamos anteriormente. Entre otras expos de arte alternativo donde algunos ilustradores llevan sus proyectos.

Imagen: Cargocollective.com/jocdog
Imagen: Cargocollective.com/jocdog

Además, en el Museo Universitario del Chopo se inauguró este año la Fanzinoteca, un espacio curado por el Centro de Documentación del recinto en conjunto con diversas editoriales independientes.

La primera edición se llamó SUB-NRMAL, en la que participó la editorial ¡Joc-Doc! con parte del trabajo que editan y algunos otros de su colección personal.

Actualmente se encuentran en exhibición “Clipart for fanzines”, cuyo material viene del acervo del ilustrador y dibujante Miki Guadamur, a la par del “Archivo Anal”, curado por la ANAL Magazine, revista dirigida al público homosexual.

Imagen: Editorial ¡Joc-Doc!
Imagen: Editorial ¡Joc-Doc!

Una de las publicaciones más conocidas en la Ciudad de México y que quizá viene a la mente de muchos al escuchar el nombre de estas pequeñas revistas es precisamente El Fanzine, periódico que se jacta de ser el primero en su clase dedicado a la moda, música, fotografía y arte del país.

SD platicó con su editor en jefe, Andrés Medina, quien nos dijo cómo surgió la idea de crearlo hace casi cinco años: “Fue la suma de varios factores; el primero diría que fue la necesidad de Mariano Rocha, director editorial y uno de los fundadores por crear su propia publicación; el segundo sería la poca oferta creativa que existía en las publicaciones gratuitas del momento; y un tercer factor creo que fue el deseo de compartir con la comunidad el arte y la cultura, que tanto Mariano como los demás fundadores del proyecto -Julio Pineda, Daniel Coca y Landy Bustamante- consumían.

Pero, ¿continúa El Fanzine siendo un fanzine? Sí y no, dice Andrés, mejor conocido como Medi, “sigue siéndolo ya que está hecho por fans para fans, es temático y los colaboradores que se invitan cada mes son invitados por su pasión o experiencia en el tema tratado en la edición. Además se mantiene gratuito y se realiza sin ningún tipo de pretensión, simplemente se crea por el placer de ser creado.

Por otro lado ya no es meramente un fanzine porque está realizado cada día con mayor profesionalidad y además ya cuenta con el apoyo de marcas que sustentan su reproducción”, dice.

Imagen: Facebook (elfanzine)
Imagen: Facebook (elfanzine)

Al cuestionarlo acerca si considera que los anuncios que ocupan sus páginas hace que El Fanzine pierda su esencia, Medi nos dice, “respetamos el mantener aproximadamente un 30 % del fanzine para publicidad y el 70 restante para contenido. En un principio quería tener aún menos publicidad, pero creo que hoy en día no me molesta a que gracias a ella el proyecto se mantiene vivo y crece su calidad.

De sus proyectos a futuro, además de darle continuidad a su noche de películas mensual llamada “Fancine”, está otorgar mayor impacto a su sitio web, con el nuevo cambio de diseño y nuevas columnas como Mujeres Históricas y El Lente.

“La calidad de nuestro contenido está en constante crecimiento y nuestra colaboración con la escena artística, tanto local como internacional, es cada vez mayor, por lo que podrán esperar el surgimiento de proyectos cada vez más elaborados y propositivos. Seguramente vendrá una exposición de arte y unas cuantas fiestas. También tenemos puesto en la mira un proyecto que involucra a la comunidad con la lectura, y bueno, en realidad somos mentes hiperactivas así que pueden esperar mucho más”.

Así, con proyectos, publicaciones gratuitas, sitio web, cine, y mucho arte, Andrés considera incierto lo que pasará en el futuro, “veremos hacia dónde nos lleva la marea y si algún día podremos sustentar El Fanzine por cuenta propia”, finaliza.

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