El FMI incluye al yuan chino en su cesta de monedas de reserva, ¿qué efectos tiene?

30/11/2015 - 11:58 am

Tras años llamando a la puerta de los mercados, China, la segunda economía del globo, cuenta desde hoy con el aval de FMI para sus planes de expansión mundial de su moneda, el yuan. “Es una forma de reconocimiento internacional, porque aporta confianza y credibilidad”, declara a Efe el catedrático de la Universidad Suroccidental de Economía y Finanzas de Chengdu, Chen Yongsheng.

yuan
La moneda del gigante asiático. Foto: EFE.

Washington/Pekín, 30 nov (dpa/EFE) – El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió incorporar el yuan chino como quinta moneda a su cesta de divisas. El yuan, conocido también como renminbi, pasará a operar dentro de ese grupo a partir de octubre del año próximo junto con el dólar estadounidense, la libra esterlina, el euro y el yen japonés.

A continuación, los principales interrogantes de lo que significa la medida.

– ¿Qué significa este paso en concreto?

Con la esperada decisión del consejo ejecutivo del FMI, el yuan se convertirá en la quinta moneda mundial de reserva. Las monedas de la cesta del organismo internacional conforman una especie de moneda artificial llamada Derechos Especiales de Giro (DEG) que no cotiza en Bolsa, pero que le sirve de base de cálculo al FMI, por ejemplo, a la hora de otorgar ayudas internacionales.

Todos los miembros del FMI tienen parte de sus reservas en DEG, lo que, entre otras cosas, les permite comparar créditos y demandas.

– ¿Será importante el peso que adquiera la moneda china?

La incorporación del yuan resta relevancia a las otras cuatro monedas, en particular al euro y a la libra esterlina.

Según la nueva distribución que tendrá vigencia desde octubre de 2016, las monedas estarán representadas en la cesta del FMI de la siguiente manera:

Dólar: 41.74 (antes: 41.9) por ciento; euro: 30.93 (antes: 37.4) por ciento; yuan: 10.92 (antes: 0) por ciento; yen: 8.33 (antes: 9.4) por ciento. Esta distribución suele ser revisada cada cinco años.

– ¿Se producirán cambios abruptos en los mercados financieros internacionales?

No. Algunos analistas creen que la decisión del FMI marca un cambio de época y el fin del predominio del dólar estadounidense. De todos modos, si eso efectivamente fuese así, no será de un momento a otro.

Hoy ya son varias las plazas que aspiran a convertirse en el centro de comercialización del yuan. Los principiales ejemplos son Fráncfort y Londres. Hace tiempo que en la city londinense florecen los cursos de chino, que están entre las clases más demandadas en las escuelas de idioma.

Además, la decisión de hoy del organismo internacional también es una señal clara de que la moneda china, en los hechos, ya tiene una importante circulación en los mercados internacionales.

– ¿Cómo hará China para convertir el yuan en una moneda mundial?

China busca, tanto en el comercio global como en los mercados financieros, arrebatarle la preminencia a Estados Unidos, por lo que el país trabaja desde hace tiempo para que el yuan pueda alzarse como una verdadera competencia del dólar estadounidense.

El país cerró desde 2009 más de 30 acuerdos swap, principalmente con Estados de África y Asia, y eso le permite operar directamente en moneda nacional.

– ¿Qué relevancia tenía hasta ahora el yuan en el comercio internacional?

En los últimos años la moneda vivió un crecimiento meteórico. En agosto de 2012 el yuan aún se situaba en el puesto número 12 como medio de pago a nivel global. Hoy en día ya está en el cuarto puesto de las monedas más utilizadas a nivel comercial, colocándose incluso por encima del yen japonés.

Sin embargo, si se toma como punto de comparación el principal triunvirato de monedas internacionales, el yuan todavía tiene un largo camino por recorrer.

Según los últimos registros, sólo un 2,79 por ciento de los pagos internacionales se efectúan en yuan, mientras que el 44,8 por ciento se produce en dólares, el 27,2 por ciento en euros y el 8,5 en libras esterlinas.

– ¿Qué le falta al yuan para lograr el gran salto?

Para poder estar a la altura del dólar, China deberá efectuar numerosas reformas. Entre otras cosas, deberá garantizar que el yuan sea una moneda de cotización libre, tal como lo son el dólar y el euro. Ahora, muy por el contrario, su fluctuación depende en gran medida de la decisión del Estado y no del libre mercado.

Sin embargo, Pekín anunció que quiere cambiar esta política monetaria. Varios analistas creen que China apunta a liberar el yuan por completo al iniciarse el próximo período de cinco años, en 2016.

– Dejar al yuan liberado a la libre cotización, ¿no supone riesgos?

Sí para la economía china. Si se libera la moneda y los inversores internacionales se abalanzan a la compra porque suponen que irá en aumento, el país podría vivir el ingreso de enormes capitales en un lapso muy breve de tiempo y eso, a su vez, podría generar un importante riesgo de burbujas especulativas.

Por otra parte, la cotización libre del yuan también podría generar preocupación y una consecuente fuga de capitales. Eso también sería perjudicial para la economía nacional.

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