Curas católicos en Guerrero deben “rezar por ellos mismos” ante embate del narco: LA Times

30/11/2015 - 8:03 pm

Los sacerdotes católicos han sido durante los últimos años, “blanco fácil”, perfecto para la violencia ejercida por el crimen organizado. “Una falta de respeto”, una “muestra del odio y el desdén” por la vida, argumentan los religiosos. Once de ellos han sido asesinados en el sexenio de Peña Nieto. El crimen organizado alcanzó a todos.

Durante los últimos tres años, 11 sacerdotes han perdido la vida violentamente y dos más siguen desaparecidos en México. Gráfica: Especial
Durante los últimos tres años, 11 sacerdotes han perdido la vida violentamente y dos más siguen desaparecidos en México. Gráfica: Especial

Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).- Los sacerdotes católicos son “un blanco perfecto” para las bandas de narcotraficantes, y debido a esto, “deberían rezar por ellos mismos”, dice un reportaje publicado por el diario estadounidense Los Ángeles Times, firmado por Deborah Bonello.

Además, el rotativo prevé que esta violencia ejercida en contra de los religiosos podría estar asociada con una pérdida de control comunitario del clero, aunado a una pérdida de fe.

“La gente tiene tanto odio, tanto desdén por la vida”, dijo el padre Oscar Prudenciano González, de la iglesia de San Gerardo, en Iguala, Guerrero, en entrevista con el rotativo californiano después de oficiar su misa dominical.

El sacerdote, narra el diario extranjero, cada domingo abre “ampliamente” sus brazos hacia su congregación y ora por los desaparecidos, que se cuentan por miles en el estado donde también desaparecieron los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

“Vamos a orar por las familias que tienen personas desaparecidas”, dijo el padre Gonzáles durante su homilía. “Que Dios les dé la fuerza, la paz y la salud física para que puedan seguir buscándolos sin cansarse, pero también la comprensión y el apoyo de todos”, recalcó.

El Padre Oscar dirigió sus oraciones a las docenas de personas alineadas cerca del altar, quienes vestían camisetas negras con un mensaje en letras blancas: “Te buscaré hasta que te encuentre”, narra el reportaje.

Sin embargo, dice la pieza del Times, el padre Óscar, de 43 años de edad, también “debería de rezar por él mismo”. Y es que los datos son abrumadores:

Durante los últimos tres años, 11 sacerdotes han perdido la vida violentamente y dos más siguen desaparecidos en México. La violencia en contra de los sacerdotes católicos ha ido en aumento desde que el Presidente Enrique Peña Nieto asumió el poder en 2012, según la Arquidiócesis de México, cuyos datos fueron citados por el diario estadounidense.

Durante el sexenio de Peña Nieto la cifra de religiosos secuestrados subió un 400 por ciento si se compara con la del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, revelan datos del Centro Católico Multimedial (CCM).

Las cifras del organismo revelan que durante los últimos 25 años, en total han sido perpetrados 51 atentados contra miembros de la Iglesia católica. La lista de los clérigos que han perdido la vida de modo violento de 1990 a 2015 la encabeza un cardenal, 39 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, cinco laicos y una periodista católica.

“La tendencia de atentados contra sacerdotes sigue al alza: se registra un aumentó de un 120 por ciento, en lo que va de 2015, comparado contra el tercer año de gestión de la anterior administración”, explicó el Centro Católico Multimedial (CCM) en un reporte titulado “El riesgo de ser Sacerdote en México”.

“Cotejando los números, el fenómeno ha ido aumentado, en el caso de México subió un 400 por ciento el índice de secuestros de sacerdotes, comparado contra el Gobierno del Lic. Felipe Calderón”, añade el organismo.

Omar Sotelo, quien trabaja para el CCM, le dijo al diario estadounidense que el aumento de la violencia es “significativo” y que los sacerdotes que están trabajando en el estado de Guerrero se encuentran entre los que corren más peligro.

“Los sacerdotes que han perdido la vida, han muerto de maneras muy sanguinaria” dijo Sotelo, culpando de los ataques a los grupos del crimen organizado.

En ello coincidió en fechas recientes el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, quien señaló que mucho se debe a que los curas son líderes sociales que representan un obstáculo para los grupos de la delincuencia organizada.

“La violencia no ha terminado, es una mancha que todavía abarca más sectores de población. Los sacerdotes somos parte del pueblo y además somos autoridades. Como en el ambiente del crimen organizado existen disputas por el territorio, por supuesto que los líderes sociales somos un obstáculo para sus planes. Sobre todo que dentro de ese ambiente no hay ley que valga”, aseguró Vera López en entrevista con el diario Vanguardia de Saltillo.

LA VIOLENCIA CONTRA LOS RELIGIOSOS

En Guerrero, el estado más violento de México, de acuerdo a las estadísticas oficiales, un grupo de obispos de la Arquidiócesis de Acapulco, publicó este mes una súplica dirigida al gobierno y al público en general para que colaboren en combatir la violencia, misma que también ha dado lugar a las muertes o desapariciones de decenas de miles de ciudadanos en los últimos años.

En México, “los sacerdotes católicos se cuentan entre los más abiertos defensores de los derechos humanos, especialmente cuando se trata de los inmigrantes centroamericanos en tránsito hacia los Estados Unidos”, recuerda Los Ángeles Times.

El padre Alejandro Solalinde en Oaxaca y el padre Pedro Pantoja en Saltillo, están “profundamente comprometidos” con la defensa de los inmigrantes, quienes son “la gallinita de oro” de los ingresos de los oficiales corruptos y para el crimen organizado, quienes los secuestran y extorsionan.

Ambos sacerdotes han recibido numerosas amenazas de muerte, rememora también el rotativo de California, el cual también entrevistó Bernardo Barranco, un sociólogo especializado en religión, quien dijo que los líderes católicos no han hecho lo suficiente para proteger a sus clérigos de “primera línea”.

“La iglesia ha sido muy indiferente, no quiere confrontar al gobierno al respecto. Están en su zona de confort, muy instalados en las redes del poder [el liderazgo de la iglesia] y no quieren abrir nuevos frentes”, explicó Barranco.

Esta situación podría estar a punto de cambiar, prevé el reportaje de Los Ángeles Times, que recuerda también que en el próximo mes de febrero, el Papa Francisco está a punto de visitar México y al parecer planea visitar varios estados que son acosados por la violencia.

 

Sin embargo, su itinerario, que no incluye a Guerrero, podría interpretarse como el reflejo de una preocupación por la situación de los derechos humanos de México y por el derramamiento de sangre.

El aumento de la violencia en contra de los sacerdotes también podría proponer que su posición en la comunidad podría estar perdiendo terreno, indica el rotativo. El padre Óscar lo atribuye a una pérdida de la fe, que a su vez contribuye a una falta de respeto.

Antes de venir a Iguala, la base del sacerdote era Apaxtla, un pueblo más pequeño, más aislado, en las montañas de Guerrero. El religioso asegura que necesitó de un escolta de la Policía local cuando viajó allí para tomar posesión de su cargo, y que la violencia fue una constante en una zona reclamada por dos cárteles de narcotraficantes locales.

En un momento dado, su camioneta fue detenida por un miembro del cártel que lo encañonó con un arma. Él cree que sobrevivió sólo porque en ese momento comenzó un tiroteo entre su agresor y un cártel rival.

“Quedé atrapado en el fuego cruzado, pero afortunadamente escapé ileso pero muy asustado, pensé que me iba a morir”, recordó. “La gente tiene tanta ambición, tanto odio, tanto desdén por la vida”, dijo.

Por su parte, Barranco dijo que el aumento de la violencia contra los sacerdotes refleja el papel en el que ellos mismos se colocan: “como guerreros en las trincheras de la lucha por los derechos humanos en medio de la violencia del narcotráfico”.

“Es la política y parte de la actual pesadilla que estamos viviendo aquí en México, donde la violencia se ha generalizado y, por lo tanto, está llegando a los sectores eclesiásticos del país”, explicó el sociólogo experto en religión.

La creciente popularidad de las creencias que se basan en el narco o en los cultos, ilustran la adaptación del culto de adoración a las necesidades del narco, dijo Barranco.

“Este tipo de religiosidad abre la capacidad de generar el mal a aquellos que quedan atrapados”, indicó. “Proporcionan una justificación ideológica de lo que están haciendo, convirtiéndolo en un llamado”.

Para aquellos que permanecen fieles a la iglesia, los sacerdotes como el padre Óscar proporcionan “apoyo y fuerza moral”, indica el reportaje de Los Ángeles Times.

Por ello, el sacerdote es optimista acerca de los riesgos personales por apoyar a los que están levantando su voz.

“Siempre hemos tenido miedo… pero las necesidades de la gente ahora, es mayor que nuestro miedo”, expresó el sacerdote. “Mi papel con este grupo es construir su moral, su fe y su esperanza, que no pierdan su energía y que continúen orando y creyendo en Dios. Eso es todo lo que hago”, concluyó.

EL CATOLICISMO EN MÉXICO

Según información recogida por la Agencia Fides, México, en donde viven 92.9 millones de católicos bautizados, es el primer país en el mundo occidental con el mayor número de sacerdotes asesinados. Los países de Venezuela y Burundi, le siguen en la lista que publicada por la agencia con corte a 2014.

La Agencia Fides se fundó el 5 de junio de 1927 y es la primera agencia misionaria de la Iglesia católica.

En este contexto de violencia en contra de clérigos de la organización, el próximo año el Papa Francisco realizará una gira en México.

De acuerdo con el itinerario tentativo, el Papa se prepara para visitar Ciudad Juárez, una vez conocida como la capital mundial del asesinato; el estado de Michoacán, con fuerte presencia de las guardias comunitarias y donde en diciembre del año pasado asesinaron al Padre Gregorio López Gorostieta, además de Chiapas, donde aún hay fuerzas derivadas del levantamiento zapatista indígena de 1994 y es el punto de entrada actual para los migrantes centroamericanos que huyen de la violencia extrema en sus países, y son violentados en México.

Los asuntos a tratar en la visita papal no se han dado a conocer oficialmente, algunos analistas en asuntos religiosos como Bernardo Barranco, aseguran que la gira del Pontífice no será color de rosa para el Presidente Peña Nieto porque el Papa sacará a la luz temas fuertes y delicados como la migración y la violencia, incluida la que han vivido en carne propia los sacerdotes de su iglesia.

En febrero pasado, el Papa Francisco expresó su deseo de que Argentina se encuentre “a tiempo de evitar la mexicanización” de su territorio, en referencia al avance del tráfico de drogas.

El Pontífice respondió una carta que le había enviado Gustavo Vera, referente de la Organización No Gubernamental “La Alameda”, con la que Francisco trabajaba antes de asumir al frente de la Iglesia católica.

“Veo tu trabajo incansable a todo vapor. Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses. Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, escribió Francisco en la carta que fue difundida el 22 de febrero por Vera a la prensa.

Según el dirigente social, en el texto le había informado a Francisco acerca del “crecimiento sin pausa del narcotráfico y las próximas denuncias” que realizará la organización al respecto.

Aunque dos días después la Santa Sede precisó que las palabras del Papa Francisco sobre el riesgo de “mexicanización” de Argentina no tenían “una intención estigmatizante hacia el pueblo de México” y reconoció el esfuerzo que está realizando el Gobierno del país en la lucha contra el narcotráfico.

EL SEXENIO DE LA MUERTE

Erasto Pliego de Jesús fue hallado sin vida y con señales de tortura al borde de un camino rural. Foto: Iglesia Católica
Erasto Pliego de Jesús fue hallado sin vida y con señales de tortura al borde de un camino rural. Foto: Iglesia Católica

El onceavo asesinato de un sacerdote católico en México ocurrió el pasado lunes en el municipio de Nopalucan, en el estado de Puebla. Erasto Pliego de Jesús fue hallado sin vida y con señales de tortura al borde de un camino rural de la colonia La Granja.

El religioso había sido reportado como desaparecido desde el pasado fin de semana, lo que provocó que autoridades y parroquianos iniciaran una intensa búsqueda.

El cura fue capturado la tarde del lunes por personas no identificadas cuando iba a bordo de su camioneta Chevrolet Trax 2015, color blanca, placas UAB-6890. Otra versión señala que integrantes del Comité Parroquial explicaron que el jueves sostenían una reunión con él para organizar las posadas de diciembre “cuando llegaron dos hombres a buscar al cura, quien los dejó entrar a su hogar y argumentó que se trataban de unos exseminaristas”.

“La Arquidiócesis de Puebla lamenta profundamente que un sacerdote cuya vida estaba consagrada a Dios y al servicio de los demás haya sido víctima de la violencia”, expresó la Arquidiócesis de Puebla en un comunicado emitido el 16 de septiembre.

Sin embargo, no es el único en lo que va del año ni en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto. Este medio digital intentó contactar con la Arquidiócesis de México para conocer la postura de la Iglesia católica respecto a los ataques que han sufrido sus clérigos en los últimos años, pero hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.

AÑO 2013:

– El 5 de febrero, el padre José Flores Preciado fue asesinado dentro del templo de Cristo Rey en Colima. Los delincuentes arribaron el templo Cristo Rey cerca de las 11 de la noche para asaltar el templo, al percatarse de la presencia del sacerdote en el lugar lo sometieron y golpearon.

– El padre Ignacio Cortez Álvarez fue asesinado el 22 de julio en Baja California. La Procuraduría General de Justicia estatal informó que el móvil fue robo con violencia. Era responsable de la parroquia María Auxiliadora en el municipio de Ensenada.

– Los sacerdotes Hipólito Villalobos Lima, de 45 años y Nicolás De la Cruz Martínez, de 31 años, fueron encontrados muertos en la Parroquia de San Cristóbal, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, en el estado de Veracruz el 29 de noviembre.

– El padre Joel Román Salazar, de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero falleció el 10 de diciembre de 2013.

AÑO 2014

– El misionero y padre John Ssenyondo de origen Ugandés, trabajaba en la Diócesis de Chilpancingo- Chilapa, Guerrero cuando fue levantado y secuestrado en el poblado de Nejada el 30 de abril de 2014. Fue encontrado en una fosa común el 28 de octubre de ese año en Cocula, Guerrero.

– El sacerdote José Ascención Acuña Osorio, de 37 años de edad, fue levantado y secuestrado el 21 de Septiembre de 2014, su cuerpo fue encontrado en el río Balsas, el 23 de Septiembre, muy cerca del pueblo de Santa Cruz de Las Tinajas, en el municipio de San Miguel Totolapan (región de Tierra Caliente de Guerrero).

– El padre Rolando Martínez Lara, párroco del templo de Santa María de Guadalupe, Canalejas, Jilotepec, Estado de México, fue asesinado el 19 de febrero de 2014.

– Gregorio López Gorostieta, conocido como el Padre Goyo, fue encontrado sin vida el 25 de diciembre con un impacto de bala en la cabeza en Ciudad Altamirano, Michoacán.

AÑO 2015

– El padre Francisco Javier Gutiérrez Díaz, fue encontrado muerto el 7 de abril de 2015 con impactos de bala en la cabeza y abandonado en un camino de terracería cercano a los poblado de Ojo de Agua de Ballesteros y San Nicolás de la Condesa, en el municipio de Salvatierra, en el estado de Guanajuato.

– El Padre Erasto Pliego de Jesús, fue encontrado muerto la tarde del lunes 16 de noviembre en la colonia La Granja del municipio de Nopalucan, Puebla. Había sido reportado como desaparecido desde el pasado fin de semana.

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