México, 31 Mar (Notimex).- Rítmica, propositiva, sexy y explosiva fue la presentación, anoche, de Les Ballets Jazz de Montréal (BJM) en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, como parte de las actividades del Festival del Centro Histórico de México 2015, que se celebra en esta capital.
Inspirada por el espíritu innovador del jazz moderno de renombre internacional, la agrupación canadiense presentó tres piezas originales: “Harry”, “Zero in on” y “Rouge”, cuyas temáticas van desde la inmigración y el choque de culturas, hasta la búsqueda de una solución a los conflictos existenciales que enfrenta el hombre moderno.
Bajo la dirección artística de Louis Robitaille, los diez bailarines que integran la agrupación ofrecieron un espectáculo sin precedentes, en el que la danza contemporánea es la protagonista de la noche, y que fascinó a cerca de mil personas.
Y es que los quebequenses entregaron no sólo cuerpo y alma en el escenario, sino además lucieron espectaculares pasos con los que atraparon las miradas de chicos y grandes, mismos que conjugaron con una iluminación en la que las sombras tuvieron un papel preponderante.
Apenas se levantó el telón, y de inmediato se ofreció “Zero in on”, una pieza coreográfica del español Cayetano Soto, acompañada de la música de Philip Glass en la que una pareja de bailarines explora las infinitas posibilidades de la danza contemporánea de manera sexy y acrobática.
Enseguida, la compañía fundada en 1972 por Geneviève Salbaing, Eva von Gencsy y Eddy Toussaint, se ganó los aplausos y ovaciones con la pieza “Rouge”, del brasileño Andonis Foniadakis con la música de Los Hermanos Grand.
Se trata de una danza tribal llena de ímpetu y sensualidad en la que los bailarines ofrecen a la vez, una danza poética acompañada de música potente y sofisticada iluminación, elementos con los que refuerzan el impacto de dicha coreografía, en la que destacan por su virtuosismo y resistencia.
Por espacio de poco más de una hora, los canadienses dejaron con un buen sabor de boca a los presentes al combinar la estética del ballet clásico con muchos otros estilos de danza contemporánea.
“Harry” cerró la velada dancística; una obra del coreógrafo israelí Barak Marshall, musicalizada con jazz y folk israelí, que gira en torno al personaje de “Harry”, quien lucha para superar las fuerzas físicas y existenciales.
La pieza, llena de energía, pone de relieve un tema recurrente en las interacciones humanas: los conflictos y la capacidad del hombre para superarlos.
Asimismo esta obra, que combina jazz, canciones populares israelíes y la música tradicional, está impregnada de esperanza y humor.
Les Ballets Jazz de Montréal ofrecerá dos funciones más en el recinto de la calle de Donceles esta noche y mañana.
