Estos animales han sido criados en cautiverio con fines de explotación, es decir: son vendidos en parques de caza en Estados Unidos, ya que algunas personas alegan costumbres ancestrales, tradición y/o control ambiental. Sin embargo, la mayoría de los lugares donde habita están destinados a preservar la especie.
Ciudad de México 31 de marzo (SinEmbargo).– ¿Sabían que los bisontes son originarios de México, Estados Unidos y Canadá? Pues lo son. Estos bóvidos son fácilmente adaptables, pesan más de una tonelada y llegan a medir hasta 1.90 metros. La existencia de esta especie es muy importante para mantener la salud de los ecosistemas y mantener la economía, dijo Juan Carlos Murillo García, médico veterinario graduado de la Universidad Nacional de Costa Rica, en entrevista con SinEmbargo.
El bisonte (bison bison) se encontró al borde de la extinción a mediados del siglo XIX, por efectos de la construcción del ferrocarril, de las nuevas ciudades y la expansión de las sociedades en Estados Unidos, destacó el también Instructor Internacional del Método de Guías Estandarizadas para la Atención del Ganado en Emergencias (LEGS). Esta situación, expuso, fue un gran factor que influyó en la desertificación de algunas zonas.
Más reciente, estos animales han sido criados en cautiverio con fines de explotación, para ser precisos, son vendidos en parques de caza en Estados Unidos, ya que algunas personas alegan costumbres ancestrales, tradición y/o control ambiental; sin embargo, la mayoría de los lugares donde habita están destinados a preservar la especie.
Para muestra un botón: descendientes de una manada de bisontes que fue capturada y establecida en Canadá hace más de un siglo, será reubicada en una reserva indoamericana en Montana el próximo mes. De acuerdo con la agencia Associated Press (AP), el líder de las tribus locales prepara una bienvenida a la especie emblemática de sus tradiciones.
El cargamento de estos animales va desde el Parque Nacional de la Isla Elk, ubicado en Canadá, hacia la Reserva India de Blackfeet en Montana, EU, la cual se rige por un acuerdo realizado en 2014 por las tribus de ambos países. El arreglo entre tribus pretende trasladar al bisonte a las montañas donde alguna vez deambularon millones de ellos.
Durante miles de años, los Blackfeet vivieron entre búfalos, los animales sostenían su forma de vida, los proveían de comida, vestimenta y refugio, dijo el presidente de los Blackfeet, Harry Barnes al medio extranjero, y agregó: “se volvió una parte espiritual de nosotros. Queremos que el búfalo regrese”.
Los búfalos son animales no domesticables pero sí adiestrables que en la actualidad se encuentran amenazados, planteó Murillo e informó que existen algunos ejemplares en muchas partes del mundo, pero sólo en zoológicos con un número muy reducido de la especie. “Por eso tanto esfuerzo de repoblamiento”, apuntó.
En 2008 existían ya 400 mil bisontes en Norteamérica y el experto calcula que en la actualidad viva aproximadamente medio millón.
MÉXICO HA HECHO LO PROPIO
Según Murillo, en el año 2009, por una donación del Gobierno de Estados Unidos ingresaron a Chihuahua 23 ejemplares: 20 machos y tres hembras. “Gracias a ello se ha recuperado su preservación y se ha renovado el pool genético en México”, aseguró el especialista.
Los animales se encuentran en una reserva de 500 hectáreas, donde actualmente hay más de 100 ejemplares de tres distintas generaciones.
De acuerdo con el sitio web México desconocido, esta acción “implica facilitar la movilización de una especie que no entiende de fronteras, ni de tierras silvestres que se han visto amenazadas por los límites geográficos que, debido al levantamiento de enrejados o bardas entre los países, se ha impactado considerablemente la conservación y permanencia del hábitat natural”.
PIEZA CLAVE EN LA ECONOMÍA Y LA ECOLOGÍA
“Es un animal que nos ayuda por sus hábitos migratorios, por su peso y costumbres alimentarias, a reverdecer, a fertilizar y mantener sanos los ecosistemas. Es importante que existan los animales migrantes de pastoreo porque ellos en sus patrones de conducta y desplazamiento van favoreciendo la conservación de la tierra, lo cual nos permite capturar más agua, fijar más carbono y proteger cuencas. Hay una gran importancia ambiental de que estos animales existan y –de una manera organizada– incluso sirven para desarrollar actividades económicas que benefician a la población humana, por ejemplo con el turismo de observación, no de invasión, con lo que contribuyen al desarrollo social y económico de las comunidades, sin necesidad de maltratarlos”, subrayó Murillo.
Hace algunos días, el diario New Historian, informó que investigadores acudieron al sureste de Arizona en busca de maíz, sin embargo, encontraron restos de bisontes que parecían haber sido asesinados en el lugar hace más de 3 mil años.
En el desierto, a pocas millas de Nuevo México y México, los investigadores descubrieron el lugar de la matanza de bisontes, que contó con cientos de huesos, junto con los restos de numerosas herramientas de piedra y adoquines, bajo una capa de aproximadamente 45 centímetros de tierra, donde probablemente hayan permanecido desde el año 1300 a.C.
La presencia de algunos artefactos ayudan a los arqueólogos a explicar porque la ausencia de otros instrumentos. Por ejemplo, los adoquines podrían haber sido utilizados para romper los huesos o simplemente como escalones establecidos para cruzar el pantano.
Lo que no aparece en el sitio son los utensilios de cocina y carnicería, herramientas usuales en estos lugares. Cuchillos, picadoras de proyectil puntos y cañones serían el conjunto típico de las herramientas necesarias para desmembrar y matar al bisonte. Además, hubo poca o ninguna evidencia de los vasos que se utilizaban para cocinar la carne.
Los hallazgos confunden a los investigadores, quienes sugieren que los animales murieron en el lugar. El análisis de los esqueletos indica que el bisonte completo se encontraba presente en el lugar, a diferencia de las piezas procesadas, lo que sería posible si el bisonte hubiera sido descuartizado en otro sitio y llevado hasta allí. Una de las posibilidades podría ser que en lugar de ser cazado, el animal, simplemente entró en el lodo, se atascó y murió. No obstante, la investigación continuará para desenredar la gran cantidad de pistas.
