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GUÍA | Tres rutas a pie para empezar a enamorarse de Ámsterdam

31/03/2017 - 12:00 am

Viajar Ahora sugiere tres recorridos para conocer lo mejor de la ciudad de los canales en pocos días. Rutas que incluyen la vieja Ámsterdam y los nuevos barrios al norte del río Ámstel.

Por Viajar Ahora

Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo/ElDiario.es).– Ámsterdam es una ciudad pequeña. Todo lo que hay que ver sí o sí se encuentra concentrado en un radio inferior a los dos kilómetros desde la céntrica Plaza Dam; pero explorar esta ‘pequeña capital’ cuajada de canales, plazas y monumentos no es una tarea fácil. Porque más allá de su tamaño, esta urbe de ladrillos rojos, piedra y agua es una joya de muy complicado diseño. Un fin de semana podría bastar para volver a casa con una idea bastante aproximada de lo que ésta puede ofrecer. Pero no da para profundizar; para conocerla como merece. Ámsterdam no es la capital de los Países Bajos; pero sí es su capital histórica y cultural. Y de ahí la enorme concentración de iglesias, casas, museos, barrios, plazas… Todo junto. Todo apretujado, lo que hace que abarcarla en toda su dimensión sea una tarea complicada. Por eso te traemos tres rutas que compatibilizan recorrer la ciudad a pie y visitar sus principales atractivos culturales y turísticos.

RUTA 1: EL CENTRO

El mejor lugar para empezar a explorar Ámsterdam es la Plaza Dam, centro neurálgico de la ciudad tanto en lo geográfico como en lo simbólico. Fue precisamente aquí dónde el pequeño pueblo pesquero fundado en el siglo XII fue convirtiéndose en una de las ciudades más activas de Europa: Dam significa represa y en su origen fue un muro de contención para evitar que el mar inundara la ciudad en mareas muy altas. En la plaza más famosa de Holanda se encuentran el Palacio Real, la Iglesia Nueva, que dan el contrapunto monumental a un paisaje urbano marcado por las casas de ladrillos rojos. Para los amantes de lo insólito queda el Museo Madame Tussadus, el museo de figuras de cera más grande del mundo.

Ladrillos rojos, ventanales, agua por todos lados… El tamaño de la ciudad permite ir y venir por los mismos lugares en pocos minutos alternando las vías y plazas principales, dónde se localizan los edificios más notables, con las callejuelas secundarias. Si ‘bajamos’ hacia el puerto por Damrak nos encontraremos con joyas como el Beurs van Berlage, que tiene el honor de ser una de las bolsas de valores más antiguas del mundo (aunque hoy funciona como sala de exposiciones) y la dársena que conectaba el centro con el puerto. Si te metes en alguna de las callejuelas que desembocan en la Calle Nieuwendijk te toparás con una ciudad de vías estrechas y casitas de ladrillo que nos retrotraen a los tiempos en los que una buena mordida del comercio europeo pasaba por aquí.

Según IAmsterdam.com hay más de hay más de 600 mil bicicletas en la ciudad. Foto: Wikimedia Commons

Aquí te recomendamos ir y volver tomando como frontera la Avenida Nieuwezijdz Voorburgwal explorando callejones y fachadas hasta desembocar en el Open Haven (puerto abierto), antiguo límite de la ciudad por la banda de mar. La ruta propuesta por Viajar Ahora queda ahora a discreción del viajero salvo por el punto de origen y de destino. Salimos del arranque del Canal de Singel y vamos pasando, en un paseo al azar, hasta Prinsengracht y Wester atravesando el barrio de Grachtengordel West. Aquí encontramos esas estampas tan típicas de la ciudad; canales, las omnipresentes casas de ladrillo, puentes, casas flotantes y muchas bicicletas. Muy cerca del comienzo de este paseo se encuentra la casa más estrecha del mundo (Dirección: Singel, 7). Como a nosotros nos gusta la historia hacemos una parada en la Casa Museo Ana Frank, lugar dónde la famosa niña judía alemana vivió oculta durante la ocupación nazi antes de ser capturada y trasladada a un campo de concentración. Junto a la Casa de Ana Frank se encuentra la Iglesia de Wester que fue la primera iglesia protestante construida en la ciudad.

ANOCHECER EN EL BARRIO ROJO

No podía faltar. La mejor hora de internarse por el famoso Barrio Rojo de Ámsterdam es al atardecer. Cuando se encienden las luces y los escaparates se encienden. El Red Light nos produce sentimientos encontrados. Uno no puede dejar de pasear por aquí si viene a la ciudad, pero este escaparate de la prostitución nos incomoda. No nos gusta. La calle más famosa del Red Ligth es Wanmoestraat. Aquí, cientos de mujeres se exhiben en escaparates a la espera de clientes desde el siglo XVII. NO LES HAGAS FOTOS. Te puedes ocasionar un grave problema además debes respetar la privacidad de las mujeres que trabajan aquí. En la zona hay varios locales vinculados con el mercadeo sexual, numerosos coffeeshops (locales donde es legal la venta de mariguana), restaurantes, centros culturales…

En Amsterdam el sexo y las drogas dejaron de ser un tabú desde hace tiempo. Imagen: Wikimedia Commons

La convivencia y el respeto al otro es uno de los pilares de la sociedad holandesa. Y eso queda de manifiesto en el Barrio Rojo de Ámsterdam. Así, el Centro de Interpretación de la Prostitución donde se ofrecen tours e interesante información sobre el fenómeno de la prostitución en la ciudad, casi comparte espacio con la Iglesia Vieja u Oude Kerk, que es el edificio más antiguo de la ciudad (siglo XIII) reconvertido en centro cultural. Cuando las luces se apagan, se impone el paseo (no es una zona peligrosa) guiados por las luces rojas de las vidrieras. Otros puntos de interés vinculados a la actividad sexual del barrio son El Museo Erótico que abre hasta altas horas de la madrugada y el Red Light Secrets que ha sido declarado como el mejor museo sobre la prostitución del mundo.

RUTA 2: GRACHTENGORDEL, LOS GRANDES MUSEOS Y JORDAAN

Más allá del centro, los canales de Singel, Herengracht, Keizersgracht y Prsengracht forman un amplio anillo que busca el cauce del Río Ámstel y crea uno de los barrios más bonitos de toda Europa. Grachtengordel resume todas las postales que el viajero tiene de Ámsterdam antes de viajar. Y empezamos nuestra segunda ruta por la ciudad en el Bloemenmarkt, el famoso Mercado de las Flores que ocupa el extremo sur del Canal Silgel que aquí es una sucesión de puestos y barcazas repletas de flores. Justo en la orilla de enfrente nos encontramos con la Torre de Munttoren uno de los pocos restos de la muralla que rodeaba la ciudad en el siglo XVI y, también, otra de las fotos paradigmáticas de cualquier viaje a la ciudad. Los sábados, a las 14.00 y a las 15.00 las campanas de la torre dan un pequeño ‘concierto’.

Nosotros nos internamos por un barrio que creció a extramuros del centro a partir del siglo XVII en dirección al sur buscando el distrito de Museuplein, donde se concentran la mayor parte de los grandes museos de la ciudad. Aquí habrá que elegir entre la enorme oferta de la ciudad. Nosotros somos amantes de las artes plásticas y hemos visitado el Rijksmuseum, que atesora una impresionante colección que aborda toda la historia del Arte Flamenco desde la Edad Media hasta el siglo XX (con todos los grandes maestros) y el Museo Van Gohg, con la mayor colección del mundo de obras del genial pintor. En la misma zona se encuentran, también, el Museo de Los Diamantes y el Museo Stedelijk de Arte Contemporáneo. Hay que elegir.

El Museo Van Gogh tiene la colección más grande de cartas y pinturas del artista. Foto: Wikimedia Commons

Un lugar ideal para hacer un descanso es el Voldenpark antes de partir hacia Jordaan, uno de los barrios más auténticos de la ciudad. Aquí no vas a encontrar grandes edificios; o monumentos notables. Este fue uno de los primeros ejemplos de planificación urbana del mundo. Cuando la vieja Ámsterdam se quedó pequeña, se construyó un sistema de canales subsidiarios a los de Grachtengordel que se convirtieron rápidamente en el germen de un barrio obrero (siglo XVII). Dicen que el canal de Brouwersgracht es el más bonito de la ciudad. El antiguo barrio obrero es hoy uno de esos barrios de moda que proliferan en todas las grandes ciudades europeas en los que se apelotonan bares de diseño, restaurantes y galerías de arte proliferan. Ideal para el último paseo del día y los primeros pasos de la noche. Como el resto de la ciudad, es un lugar muy seguro. En la zona de Noordermarkt se monta un animado mercado de pulgas.

RUTA 3: EL BARRIO JUDÍO, NIEUWMARKET Y LA NOORD ÁMSTERDAM

Como en todas las ciudades medievales europeas, los judíos tuvieron radicaron sus casas en barrios separados del resto de la ciudad. En el caso de Ámsterdam, los canales facilitaron la creación de una judería independiente al resto de la ciudad sin necesidad de puertas o murallas ( como el caso de Toledo , en España o Praga ). La diferencia con otras ciudades es que aquí se instalaron, también, familias ricas que levantaron aquí sus palacetes. El barrio fue, literalmente, arrasado por los alemanes durante la ocupación nazi de la ciudad, pero sus grandes hitos fueron restaurados.

Entramos al barrio judío cruzando el Río Ámstel en busca de estas huellas: como la Gran Sinagoga, que hoy alberga el Museo de Historia Judía. Justo en frente se encuentra la Sinagoga Portuguesa, un delicioso edificio del siglo XVII levantada por judíos sefardíes expulsados de España y Portugal que, entre muchos tesoro, alberga una importante biblioteca histórica.

Nos damos una vuelta por el Hortus Botánico como adelanto a la sucesión de canales y pequeños parques del barrio de Plantage, antes de encaminar nuestros pasos hacia la Plaza de Nieuwmarkt (Mercado Nuevo). Para amantes del arte o mitómanos queda la Casa Museo Rembrandt, que durante 20 años fue residencia y taller del genial pintor holandés y en la que, además de una reproducción de un taller y mobiliario de la época pueden verse varias de sus obras originales. La zona de Nieuwmarkt es la zona más antigua de la ciudad; aquí se encuentra el De Waag, el edificio no religioso más antiguo de la ciudad –data de 1488-. Primero fue una fortaleza vinculada a las murallas medievales; después una pesa pública y ahora es un restaurante. La ruta propuesta sigue por la Calle Zeedijk, puerta de entrada del animado Barrio chino.

HACIA LA OTRA ORILLA Y EL NOORD AMSTERDAM

El embarcadero de los transbordadores que conectan el casco histórico y Noord Amsterdam se encuentra junto a la modernísima Estación Central. En la otra orilla, otra ciudad. Las figuras vanguardistas del Eye Film Museum y del Centro Comercial y Gastronómico Tolhuistuin nos adelanta una Ámsterdan dónde el cristal, el acero y el hormigón sustituyen al histórico ladrillo rojo. Muy pocos son los viajeros que cruzan esta frontera. Y creemos que es un error. Los antiguos edificios de apartamentos e instalaciones portuarias están dando paso a edificios ultramodernos que están transformando la orilla norte del Ámstel. Galerías de arte, centros culturales, modernos centros comerciales y restaurantes de moda. Ideal para una tarde diferente.

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