ENTREVISTA | Alejandro Magallanes presenta sus “Libros Fósiles”

31/03/2018 - 12:04 am

Encontrarse con uno de los diseñadores y artistas más ocupados de México es tarea difícil pero siempre gratificante. Ahora son los libros que alguna vez fueron de importancia y que hoy carecen de lectores. Libros de los que Alejandro ha hecho una obra nueva y tratando de ver más allá de la portada.

Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).- Alejandro Magallanes recibió cien libros de economía de diversas tendencias, publicados entre 1953 y 1971, año de su nacimiento, para hacer una exposición.

“Algunos de estos ejemplares jamás habían sido abiertos. Ni por su diseño, ni por sus hermosos materiales y acabados, ni por sus textos, estos libros encontraron lectores interesados en ellos. Habían permanecido en la librería A través del espejo y estaban por ser desechados”, cuenta la editorial.

Son libros sin lectores, que sólo pueden verse por la portada, como dice Verónica Gerber, en uno de los dos escritos que trae Libros Fósiles.

Magallanes decidió sumergirlos en pintura blanca y dibujar sobre ellos respetando su estructura: portada, lomos y contraportada.

La serie se llama Libros fósiles y fue exhibida en la exposición La delgada línea que divide el lado derecho del izquierdo, en la galería Myl Arte Contemporáneo, en la Ciudad de México. El registro de estos libros fósiles, ya dispersos, se publica en este título, que pertenece a una colección de libros de dibujo.

“Me interesaba que fueran libros de economía por dos razones. Primero porque eran libros muy hermosos, libros muy bien cuidados y por otro lado libros que estaban destinados a molerse. Es impresionante pensar que cuando a un libro se le acaban los lectores se convierte en un objeto-guardapolvo. Me gustan mucho los libros y en este caso sumergí todo el contenido y arme una contraportada y una portada para hacer el objeto escultórico que es en realidad el libro”, explica Alejandro Magallanes.

La increíble librería de Selva Hernández y Alejandro Magallanes

­–¿Qué influencia ha tenido sobre ti la relación con Selva Hernández? Empiezan a aparecer cosas de ambos…

­–Por supuesto aprendo cotidianamente de ella, al tener esta profesión de librera, descubre muchas cosas, sabe mucho además. Una de las cosas que nos hizo amigos es el cariño que le tenemos a los libros. Gran parte de nuestra vida juntos gira alrededor de los libros y a mí por supuesto parte de su discurso, parte de lo que piensa, es mucha influencia para mí.

–Te preguntaba esto porque antes eras un artista bastante solo, como dando vueltas sobre tus propias creaciones

–Creo que desde entonces, de mi primer libro, he cambiado mucho. Soy una persona tímida, pero claro que tengo otras perspectivas con respecto a todo. Hacer exposiciones de arte también me ha cambiado. Todo eso son oportunidades de la vida y se van viendo en el desarrollo de las cosas que haces.

­–¿Qué relación tienes tú con los libros que diseñas?

–Tienes que ver la forma de entusiasmarte. Soy afortunado: en la editorial Almadía tienen muy buen catálogo. Del puesto de frutas te tocan las frutas escogidas. Algunos me gustan más que otros, pero tengo suerte. La literatura te ofrece mucha tela de dónde cortar. Por otro lado, colecciono libros viejos, nuevos y tengo además una librería. Por eso en Libros fósiles, en el momento de elegir un objeto de forma natural se dio el tema de los libros.

–¿Cómo te sientes con la colección?

­–Me siento muy bien con la colección, se inició con los libros de Rius, que pidió un libro con dibujos que hacía por disfrutar. Después de fue expandiendo hacia los libros de humorismo blanco como el de Ros, luego el de Boligán, el de Darío Castillejo, el de Rogelio Naranjo con Juan Villoro y las mujeres dibujantes como Ericka Martínez. Estoy muy feliz de que Guillermo Quijas se haya arriesgado por estos libros. En este caso el libro es una paradoja, registro de libros que ya no existen, fotografías sobre los dibujos pero no los dibujos, es una idea posterior a Libros fósiles, son como moldes. Gracias al libro Mudanza, de Verónica Gerber, me enteré de la existencia de Marcel Broodthaers, que es un poeta que decidió ser un artista visual cancelando sus libros de poesía. Son coincidencias, pero no lo son.

–¿Qué piensas de los editores?

–A mí me parecen heroicos. Las editoriales independientes me parece que están hechas por gente apasionada. Es un nicho de lectores pequeños y el libro tiene un costo, a veces no puedes comprar todo. Toda mi admiración para ellos. En estos tiempos violentos, hacer actividades es que no te das por vencido.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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