Ciudad de México, 31 may (Sin Embargo).- “Sí, pero no, pero sí, pero no, pero sí, pero no”… como la Vicky Pollard de Little Britain, el director de cine Sam Mendes deshoja la margarita respecto de la saga de James Bond.
Luego de declarar en forma rotunda que no seguiría al comando de la franquicia, ahora resulta que está en conversaciones con el equipo de producción dirigido por Barbara Broccoli y que lo quiere al frente de la película 24.
A su favor tiene la elogiada factura de Skyfall, el número 23 en la historia de la saga más antigua del cine y que recaudó mil 100 millones de dólares, el visto bueno de la crítica y un Oscar para la cantante británica Adele, por su maravillosa canción especialmente creada para el filme.
La película, protagonizada por Daniel Craig, también se llevó la estatuilla dorada al mejor montaje sonoro y reivindicó el papel de los villanos en la historia de Ian Fleming (1908-1964), con la presencia del español Javier Bardem, quien elaboró un soberbio y maligno Silva, emperrado en hacerle la vida difícil al agente al Servicio de su Majestad.
Lo cierto es que ahora Mendes, de 47 años, está repensando su renuncia y mantiene reuniones con Sony Pictures y MGM, las empresas dispuestas a esperarlo todo lo que haga falta, tan empeñadas como están de que el ex esposo de Kate Winslet, nacido en 1965 en Reading, regrese, a principios del 2014, a regir los destinos del 007.
Como se sabe, Mendes es también un hombre de teatro y actualmente se encuentra involucrado en una versión teatral de Charlie y la fábrica de chocolate y una nueva producción de Rey Lear, de William Shakespeare.
La posibilidad de una segunda vuelta del cineasta es por ahora una preocupación más fuerte para los productores, quienes parecen haber dejado de lado momentáneamente el tema de la edad de Daniel Craig, al que le faltan sólo cuatro años para llegar a su primer tostón.
Lo cierto es que Skyfall fue muy buena para la historia de la franquicia y en virtud de ello sus responsables ya se han asegurado los servicios de John Logan, quien volverá a hacerse cargo del guión.
Si el rodaje, que llevará seis meses, se lleva a cabo en la primera mitad de 2014, eso dejará tiempo suficiente para que Mendes se prepare con vistas a la alta responsabilidad que lo espera en 2015, cuando asuma la dirección del Teatro Nacional, en reemplazo de Sir Nicholas Hytner.
CHRISTOPHER NOLAN EN LAS GATERAS
Si no es Sam Mendes, aunque es poco probable que después de todo –y de un cheque enorme, enorme, suponemos – el cineasta británico no abandone sus reticencias, uno de los que más suenan para hacerse cargo de la franquicia es el admirado Christopher Nolan.
Los fans se retuercen por la intriga: ¿Qué podría aportar el gran aficionado a los efectos visuales a una saga que parece ya haberlo explorado todo?
A fines del año pasado, el productor Greg Wilson admitió que “sería un sueño trabajar” con el director de Batman e Inception, nacido en 1970 en Londres, quien no pierde oportunidad de mostrarse públicamente como un fan de hueso colorado del famoso agente secreto.
En este punto conviene resaltar que las especulaciones forman parte del negocio de las franquicias clásicas del cine contemporáneo y en tal sentido, no sólo se habla de Nolan: también el virtuoso taiwanés Ang Lee ha comenzado a formar parte de las apuestas.
En la lista no falta el dinamarqués Nicolas Winding Refn, director de Drive, protagonizada por Ryan Gosling en 2011.
