Cuauhtémoc Gutiérrez presenta al PRI alegatos sin una sola prueba, y queda al borde de la expulsión

31/05/2014 - 12:03 am
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Se acerca el fin para Cuauhtémoc Gutiérrez. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).— Será la semana próxima cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) emita una sentencia resolutoria sobre la expulsión de sus filas de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el depuesto dirigente del partido en el Distrito Federal, después de que el equipo de MVS Noticias diera a conocer que tenía en sus oficinas una red de prostitución.

Después de la audiencia de dos horas en las oficinas del partido en Insurgentes Norte, el llamado “Príncipe de la Basura” presentó por escrito alegatos, pero no pruebas de descargo sobre la acusación de haber incurrido en actos de desprestigio para el partido. La diferencia es que su defensa se basó en dichos, pero no en expedientes jurídicos.

En abril pasado, el consejero político, Armando Barajas Ruiz, solicitó la expulsión en contra del hijo del histórico dirigente de los pepenadores del Distrito Federal, una vez desatado el escándalo. En aquella ocasión indicó que es momento de tomar decisiones importantes para que en el corto y mediano plazo, el PRI recupere la confianza en el electorado en el Distrito Federal.

Ayer, al salir de la audiencia, el comisionado dibujó un escenario en el que los elementos para la expulsión de Gutiérrez de la Torre predominan: falta de probidad de los hechos delictivos imputados, así como afectación y quebranto patrimonial del partido.

Es el mismo panorama que tiene Italy Ciani Sotomayor, presidenta de la Comisión de Justicia partidaria. El expediente Gutiérrez de la Torre contiene el juicio laboral promovido por tres mujeres en 2003 y por el cual, el PRI se vio obligado a pagar más de un millón de pesos. Este juicio laboral fue revelado una vez que se dieran a conocer grabaciones que exponen al dirigente como supuesto tratante de mujeres con dinero del partido. El ex dirigente priista tuvo tiempo para entregar un legajo probatorio en contra de tal juicio, pero no lo hizo.

Fiel a sus formas, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre llegó en punto de las 12:00 horas a las oficinas del PRI, pero ni antes ni después de la audiencia permitió entrevistas. Su gesto era serio.

La expulsión de su partido es apenas parte de la historia a la que está enfrentado este personaje político. Aunque en las instancias de seguridad aún no hay denuncias en su contra, hechas por víctimas, el PRD interpuso una en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y el PAN lo hizo en la PGR.

EL REACOMODO TRAS CUAUHTÉMOC

Para algunos observadores, la expulsión probable de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre no significa un cambio radical en las entrañas del partido. El hecho que se contrapone es que quien lo sustituyó en la dirigencia es Laura Elena Arellano Gilmore, una mujer con una breve carrera política, hecha toda al lado de Gutiérrez.

“Es el Gutierrismo sin Gutiérrez”, indicó Eduardo Huchim, experto en el sistema político mexicano.

Arellano Gilmore es familiar del dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida. Cuando Gutiérez de la Torre logró ocupar la curul de Fuensanta Jiménez Case en 2009 ella se incorporó al grupo.

Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) piensa que es “un error” del CEN partidista no modificar a la dirigencia completa del partido en el Distrito Federal. “No lo hicieron porque no querían una reacción únicamente de este grupo o de otros grupos. Pero el costo político hubiera sido menor”, expresa.

Durante la década pasada, a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre no lo pudo frenar nadie. Ni María de los Ángeles Moreno quien intentó arrebatarle a sillazos la presidencia del partido en 2005; ni Beatriz Paredes Rangel, dirigente nacional entre 2007 y 2011 y testigo opositor de sus acciones espectaculares en la Cámara de Diputados y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal; ni el propio Jesús Murillo Karam, hoy Procurador general de la República, secretario general del partido al lado de Paredes.

Hoy, los 537 miembros del Consejo Político del Distrito Federal empiezan un reacomodo. Algunos aún le muestran lealtad a Gutiérrez de la Torre y otros a la diputada local María de los Ángeles Moreno. Como cargo estatutario, este Consejo Político del Distrito Federal debe definir el método de selección de los candidatos a jefes delegacionales.

El tiempo corre en contra del PRI capitalino porque en junio de 2015 se renovarán las delegaciones del Distrito Federal  y las 500 diputaciones.

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