Sequía provoca “racionamiento encubierto” en Sao Paulo

31/07/2014 - 9:52 am

Río de Janeiro, 31 Jul (Notimex).- La sequía que azota la región de Sao Paulo provocó cortes y racionamiento de agua en el suministro de la capital económica de Brasil, un tema que podría tener impacto en las elecciones generales del próximo 5 de octubre.
La escasez de lluvias causó una caída de las reservas hídricas en los embalses y presas los últimos meses, y las autoridades decretaron hace semanas el uso de las reservas estratégicas en el sudeste del país.

Los expertos y algunas instituciones llevan meses aconsejando un racionamiento del agua en Sao Paulo, urbe de 20 millones de habitantes, pero las autoridades del estado niegan que los niveles sean críticos y rechazan la medida, en previsión de un impacto a nivel de votos en las elecciones.

Las autoridades parecen haber adoptado, sin embargo, una estrategia de “racionamiento encubierto” en el que detienen el suministro en zonas específicas de la ciudad y atribuyen los cortes a obras, mejoras o pérdidas de presión.

Varios comercios del barrio Vila Madalena, una de las principales zonas de ocio nocturno de la ciudad, reportaron cortes inesperados del suministro, y cafeterías, bares y restaurantes colgaron carteles anunciando paros por “falta de agua”.

“Se trata de un racionamiento encubierto”, aseguró Claudia Almeira, abogada del Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (IDEC).

El IDEC identificó 494 casos de personas sin servicio de suministro de agua y el 73 por ciento de ellas dijo que al menos una vez al día no tienen acceso a este servicio básico.

La falta de lluvias en regiones del sudeste, del centro y del oeste del país, sumado a la falta de inversiones en mejorar el sistema de almacenaje de las reservas, provocó una caída de las reservas que, en abril, alcanzaba apenas el 36 por ciento de la capacidad hídrica del país en esas zonas.

Ante ese escenario, planea sobre las elecciones presidenciales de octubre la posibilidad de un racionamiento de la energía eléctrica como el ocurrido en 2001, como consecuencia de la insuficiencia de agua para alimentar las presas generadoras.

La presidenta Dilma Rousseff rechazó ayer ese escenario, consciente de que ello podría tener un gran impacto en sus aspiraciones a la reelección presidencial.

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