“La libertad de la prensa para investigar, informar y comentar -incluso cuando su perspectiva es impopular o discutible- es fundamental para cualquier sociedad libre y esencial para el desarrollo democrático”, manifestó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en un comunicado.

“Instamos al Gobierno de Egipto a que adopte todas las medidas disponibles para corregir este veredicto, que socava la libertad de expresión necesaria para la estabilidad y el desarrollo”, reiteró el portavoz.

Los reporteros se enfrentaban a un nuevo juicio este fin de semana, después de que el Tribunal de Apelación de El Cairo anulara a principios de año las condenas a entre siete y diez años de cárcel contra Mohamed Fahmy, Baher Mohamed y otros cinco imputados, entre ellos el australiano Peter Greste, deportado a Australia en febrero.

El presidente del tribunal, Hasan Farid, ha estipulado una pena contra Fahmy, Mohamed, Greste y otros dos acusados de tres años de cárcel, y otros seis meses más para Mohamed.

Dos de los imputados fueron declarados inocentes por el tribunal, que ha insistido en que los procesados no son periodistas.

A pesar de las continuas denuncias de organizaciones nacionales e internacionales, las autoridades egipcias han insistido en repetidas ocasiones que en Egipto no hay periodistas encarcelados por delitos relacionados con la libertad de expresión.