Copiapó (Chile), 31 ago (EFE).- Los empresarios turísticos de Chile hicieron hoy un llamamiento al Gobierno para que adopte medidas ante el incremento de la delincuencia, un fenómeno que, a su juicio, está destruyendo la imagen del país en el mundo y perjudicando seriamente al sector.

“De nada sirve la promoción, mejorar nuestros servicios y desarrollar infraestructura si no satisfacemos un principio básico, la seguridad de las personas”, señaló Guillermo Correa, presidente de la Asociación Chilena de Empresas Turísticas (Achet) ante unos 200 representantes del sector que asisten a la reunión anual.

“La delincuencia es un tema que nos preocupa de forma prioritaria. Solicitamos a las autoridades adoptar medidas inmediatas que frenen esta alarmante situación. Mañana puede ser tarde”, advirtió.

“Durante muchos años, Chile ha sido admirado internacionalmente por su estabilidad política, económica y social, así como por sus altos estándares de seguridad ciudadana”, subrayan los empresarios turísticos.

Y de hecho, un informe publicado recientemente por The Economist Intelligence sitúa a Santiago como la segunda mejor ciudad para vivir de América Latina.

Pero “hoy los actos delictivos, muchos de ellos con inusitados niveles de violencia, están afectando a los turistas que nos visitan. Difícilmente nos recomendarán. La construcción de una imagen país se está destruyendo”, manifestó.

El presidente de Achet mencionó también otras circunstancias que están afectando al sector turístico y emplazó a las autoridades para que adopten medidas lo antes posible.

Problemas como el déficit en las infraestructuras transfronterizas, la contaminación atmosférica en Santiago y varias ciudades del sur y el incremento del costo de los pasaportes preocupan a las empresas turísticas de Chile.

“Éstos temas son fundamentales para la ciudadanía, pero a nivel político, no sé realmente por qué, no se le asigna la importancia que debería tener”, declaró en entrevista con Efe el presidente de Achet.

“La contaminación es algo muy grave. Cuando hablamos de turismo sustentable, pensamos en mantener el activo que tenemos. Pero cuando tenemos un activo muy contaminado, ¿de qué turismo sustentable estamos hablando?”, se preguntó Correa.

El líder de los empresarios turísticos puso como ejemplo de la importancia de este problema el caso de los turistas chinos (83 millones al año a nivel mundial), “que valoran sobremanera respirar aire puro a la hora de elegir su destino de vacaciones”.

Durante la reciente celebración de la Copa América, Chile recibió unos 200 mil turistas, pero esos días, Santiago vivió numerosos episodios de emergencia ambiental. “Eso es terrible”, afirmó Correa.

También el sur de Chile, admirado por los visitantes extranjeros por sus riquezas naturales, registra altos índices de polución atmosférica, como pone de manifiesto que el pasado 8 de abril, Coyahique, en la región patagónica de Aysén, fue la ciudad más contaminada del mundo, según un estudio de la firma Air Quality Index.

“Eso es duro, y desgraciadamente se habla muy poco”, opina el presidente de los empresarios turísticos de Chile. “Paradójicamente, vemos como proyectos hidroeléctricos limpios fueron suspendidos”, se lamentó Guillermo Correa.

El presidente de Achet se mostró critico con el rol de las autoridades al señalar que “en Chile la industria del turismo en carece claramente de liderazgo”.

“No es un problema ahora de este Gobierno”, puntualizó. “Tradicionalmente no ha existido liderazgo para poder impulsar una actividad tan importante”.

“Tenemos más recursos, ahora hay que ver que se utilicen bien los recursos”, añadió Correa, quien echa en falta “un impulso mucho más decidido en la implementación” de los programas públicos y una acción más eficiente en materia de infraestructura fronteriza, la cual considera “insuficiente y precaria”.

“Vemos con desazón como año tras año los problemas de atochamiento se agravan y las soluciones se postergan, lo cual no favorece al turismo ni al intercambio comercial con nuestros países vecinos”, denunció.

Para el presidente de Achet, “la industria de los viajes no está ajena a la desaceleración en la actividad económica que enfrenta Chile”.

“Para mitigar sus efectos, se observa un gran esfuerzo en los proveedores de servicios para acceder a una demanda más contraída y con mayor orientación al elemento precio como factor de decisión”, detalló.

“El turismo no es una realidad ajena a lo que estamos enfrentando como país, pero yo quiero ser optimista. La clave del éxito de Chile es que seamos un turismo de especialidad, para que quien viaja desde destinos tan alejados de esta parte del mundo tenga una diversidad de productos que justifiquen su inversión de tiempo y dinero”, concluyó.