¿Adónde dejaste la “paciencia”, George Michael?

31/12/2016 - 12:05 am
La muerte, esa implacable, le dijo adiós. Y alguna cosa loca llamada amor canta hoy en su recuerdo. Foto: Facebook
La muerte, esa implacable, le dijo adiós. Y alguna cosa loca llamada amor canta hoy en su recuerdo. Foto: Facebook

Comencé a escuchar a George Michael cuando reemplazó a Freddie Mercury en Queen. Su interpretación de “Somebody to love” me pareció demencial, casi tanto como la original y ya no pude desenvolverme de él.

Vengo de una adolescencia rockera, donde pasado los ’90 me resultó muy peligroso hacerme la “popera”. Por muchos me perdí no sólo a Michael, también a Michael Jackson, también a tantos artistas que llegaban al Cielo sin pasar por el rock ni por el jazz o haciendo lo propio, sin poner demasiado énfasis en sus fuentes.

Así que lo de George fue en los 92, cuando hizo su homenaje a Freddie y apareció cantando con un traje negro, un saco rojo y unos anteojos que marcaron su atractivo tanto para ellas como para ellos.

De ahí, para atrás y para adelante, me hice experta en Michael. Cada disco nuevo o viejo era para mí una aventura destinada a hacerme cargo de una época pasada por propia voluntad y era siempre recién llegada a disfrutar lo viejo, lo pretérito.

En el 2004, fue la salida de Patience (el quinto y último álbum de George) y lo escuché hasta el infinito.

Por supuesto, “Patience” y “Amazing” fueron mis dos tracks favoritos y ahora los hago sonar en medio del luto y me pregunto qué ha pasado, qué fue lo terrible para mandar al artista a descansar tres metros bajo tierra.

Lo mismo me pasó con Prince. ¿Qué pasa con esos hombres que no pueden terminar su vida sin que una ola arrase antes de tiempo con sus propósitos?

Leo la opinión de Bob Leftenz: “Mi fuente dice que fue un suicidio. Y yo le creo. Porque las probabilidades de morir a los 53 años en Navidad son ínfimas. Igual, ¿qué diferencia hace? Él estaba aquí y ahora no está más. Nos entretuvo pero a él no lo hacía feliz, no resolvía todos sus problemas, aunque la música sigue viva, sellada herméticamente, como evidencia de una época diferente en la que Georgios Kyriacos Panayiotou hacía todo bien, cuando dominaba, cuando su música no sólo reconfortaba nuestras almas sino que era como grasa para nuestros cuerpos.”

“Es como una conversación donde nadie deja de respirar, ¿es mi imaginación o Dios se ha levantado ya de la mesa?”, canta George en “Patience” y me pregunto, ¿es esto una fantasía o realmente otro músico se ha ido dejándonos el patio vacío y demudado?

Enfrentó a Sony, fue víctima de un policía angelino botón que quiso ganar fama con su persona, intentó dar una y otra vez pulso a su carrera más allá de los sellos y en 2017 pensaba regresar con un disco.

La muerte, esa implacable, le dijo adiós. Y alguna cosa loca llamada amor canta hoy en su recuerdo.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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