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A un año de esos hechos hay 11 detenidos, uno de ellos acusado de terrorismo, pero ninguno ha sido sentenciado… prevalece la impunidad.
Los homicidios de los religiosos, junto con los de un joven y un guía de turistas, fueron perpetrados por José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, lugarteniente del Cártel de Sinaloa y supuesto líder criminal del grupo delictivo “Gente Nueva”, sin embargo hasta el momento el sospechoso aún no ha sido detenido.
Peritos federales recorren desde el lunes 12 de septiembre los establecimientos atacados a balazos y con incendios intencionales, los hechos son indagados como actos terroristas contra la población.
La Fiscalía de Chihuahua dio a conocer que la audiencia de vinculación o no a proceso de los cinco implicados será el próximo 19 de agosto a las 09:30 horas.
La población juarense intentó retomar sus actividades cotidianas tras la jornada violenta que grupos criminales desataron el 11 de agosto por distintos rumbos de Ciudad Juárez; autoridades aseguran que se restableció la tranquilidad.
Isela González de la Organización Alianza Sierra Madre y Diana Villalobos de la organización CONTEC, quienes dan acompañamiento a comunidades rarámuris que luchan contra la tala clandestina, el despojo e inseguridad, compartieron que la fuerte presencia del crimen organizado y la violencia que generan no son nuevas, pero ahora la situación se ha exacerbado porque las estructuras criminales han extendido su dominio y han aumentado su presencia, manteniendo a comunidades aterrorizadas.
Al menos media docena de ambientalistas rarámuris fueron asesinados en la Sierra Tarahumara en los últimos años, incluido Isidro Baldenegro, que se opuso a la tala ilegal de árboles y recibió el prestigioso Premio Goldman. Fue asesinado en el 2017.
Portillo Gil es el líder de una célula del narcotráfico vinculada al poderoso grupo criminal de Los Salazar que está asociado al Cártel de Sinaloa en Chihuahua.
Los religiosos, de 79 y 80 años, eran personas respetadas por todos en la sierra hasta el lunes, cuando fueron asesinados junto a un laico en la iglesia de la comunidad de Cerocahui.
Ciudad Juárez ha vivido en una semana atentados contra vehículos y edificios, así como ataques armados. Las autoridades ven en estas acciones del crimen organizado un intento por “desestabilizar” las acciones de seguridad que se han llevado a cabo en este municipio, uno de los de mayor incidencia en homicidios dolosos a nivel nacional.
El Diario de Juárez refiere que en los dos puntos mencionados de la capital chihuahuense, se podía ver residuos de los galones que fueron utilizados para incendiar los vehículos.
El hecho provocó una intensa movilización policial para tratar de detener a los responsables de la agresión. Sin embargo, hasta el momento no han sido detenidos.
Un periodista de National Geographic fue herido cuando realizaba una entrevista a un supuesto narcomenudista en Chihuahua.
Joaquín Díaz Morales, jefe de la brigada de incendios y ejidatario de Tule y Portugal, en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, fue asesinado.
David Rafael Santillán Vargas, de 6 años, salió a la tienda el miércoles 8 de agosto. Su abuela lo vio alejarse del domicilio, pero le perdió el rastro al dar vuelta en la esquina del Fraccionamiento Praderas del Pacífico, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Del menor no se supo hasta hoy, cuando fue localizado muerto en un terreno baldío.
Una mujer fue asesinada y abandonada en Urbi Villa, en la periferia de Ciudad Juárez. El crimen se reportó horas antes de que Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente electo de México, llegue a Chihuahua para iniciar con los foros que buscarán la paz en el país.