BAGDAD, 1 jun (Xinhua).- Un total de mil 31 iraquíes perdieron la vida y mil 684 resultaron heridos en ataques terroristas y actos de violencia durante mayo en Irak, informó hoy la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (Unami) en un comunicado.
Un total de 665 civiles, entre ellos 59 policías, y 366 elementos de las fuerzas de seguridad iraquíes murieron, mientras que mil 313 civiles, incluidos 86 policías, y 371 oficiales de seguridad resultaron heridos, indica el comunicado.
La Unami excluyó a las víctimas de la provincia de Anbar, donde los intensos enfrentamientos continúan entre las fuerzas iraquíes y el grupo miliciano Estado Islámico (EI), que capturó la mayor parte de la provincia.
“En general, la Unami ha enfrentado impedimentos para verificar con precisión el número de víctimas en las áreas de conflicto”, indica el comunicado. “Las cifras reportadas se consideran como un mínimo absoluto”, indicó.
Además, dijo que se desconoce la cifra de personas que murieron por los efectos secundarios de los actos de violencia luego de haber huido de sus hogares y verse expuestas a los elementos naturales, a la falta de agua, de alimentos, de medicinas y cuidado de la salud.
La capital Bagdad fue la más afectada porque murieron 343 civiles y 701 resultaron heridos, dice el comunicado. La capital estuvo seguido por las provincias de Diyala, Salahudin, Nineveh y Kirkuk.
“Los actuales acontecimientos en la ciudad de Ramadi y en la provincia de Anbar y sus alrededores una vez más muestran las graves consecuencias de las acciones del EI entre los civiles. Alrededor de 237.786 personas han sido desplazadas de la provincia de Anbar hasta la fecha, mientras miles han muerto o han resultado heridas, en ocasiones de las formas más horribles”, dice el comunicado, que cita al enviado de la ONU para Irak y jefe de la Unami, Jan Kubis.
Kubis señaló que las acciones militares no son suficientes y pidió al gobierno iraquí llegar a las comunidades marginadas, incluyendo las sunnitas, para protegerlas y garantizar su participación en la vida política.
“Para que cualquier triunfo militar sea sostenible, el gobierno de Irak debe adoptar una serie de medidas de construcción de confianza en pro de las comunidades marginadas, permitiéndoles asumir una parte del gobierno sobre sus asuntos, y garantizarles la capacidad del Estado a fin de asegurar su protección ante la violencia, aplicar la justicia y crear condiciones para su participación en la sociedad”, dijo Kubis.
La situación de seguridad en Irak se ha deteriorado drásticamente desde junio pasado, cuando estallaron sangrientos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad iraquíes y cientos de milicianos del EI.
Los milicianos tomaron el control de la ciudad norteña de Mosul y luego se apoderaron de franjas de territorio cuando las fuerzas de seguridad iraquíes abandonaron sus puestos en Nineveh y en otras provincias predominantemente sunnitas.
Anteriormente, un informe de la ONU señaló que 2014 fue uno de los años con los peores actos de violencia, lo que provocó la muerte a por lo menos 12.282 civiles y heridas a 23.126, convirtiéndose en el año más mortífero desde el inicio de los actos de violencia sectarios en 2006-2007.