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Hirokazu Kore-eda, el primer cineasta asiático en recibir el Premio Donostia

01/07/2018 - 7:00 pm

Esta distinción le convertirá en el primer realizador asiático en recibir el galardón honorífico más importante del festival, que reconoce una trayectoria y su contribución al mundo del cine.

Madrid/Ciudad de México, 1 julio (ElDiario.es/SinEmbargo).- El director de cine japonés Hirokazu Kore-eda se convertirá el próximo mes de septiembre en el primer cineasta asiático en recibir el Premio Donostia, máximo reconocimiento del primer festival de cine internacional de España. No será el primer galardón para el cineasta de este año, al haberse alzado con la Palma de Oro en el último festival me Cannes por su última película Un asunto de familia.

El Festival de San Sebastián, que este año celebra su 66 edición del 21 al 29 de septiembre, proyectará la cinta en el Teatro Victoria Eugenia, tras la entrega del reconocimiento. La proyección supondrá la décima participación de Kore-eda en el certamen. Ha competido cuatro veces en la Sección Oficial y ha obtenido en dos ocasiones el Premio del Público; otras de sus cintas han sido incluidas en la sección de Perlas.

Esta distinción le convertirá en el primer realizador asiático en recibir el galardón honorífico más importante del festival, que reconoce una trayectoria y su contribución al mundo del cine. Tomará el relevo de otros artistas como Agnès Varda, Sigourney Weaver, Meryl Streep o Robert de Niro.

LA ACLAMADA CARRERA DEL DIRECTOR

Kore-eda nació en Tokio en 1962. Se graduó en la Universidad de Waseda en 1987 e inició su carrera en el seno de la compañía de producción televisiva TV Man Union, para la que dirigió varios documentales. Su debut en el cine llegó en 1995 con Maboroshi no hikari, una ópera prima que adaptaba una novela de Teru Miyamoto y en la que ya afirmaba el estilo y temas que han sido recurrentes en su obra. Entre éstas, las relaciones familiares y el vacío provocado por la desaparición de los seres queridos.

La película obtuvo la Osella de Oro en la 52 edición del Festival de Venecia y el cineasta fue reconocido rápidamente como uno de los más prometedores que, en la década de los 90, estaban llevando a cabo una importante renovación creativa del cine japonés.

Su segunda película, After Life (1998), fue una original fusión de cine fantástico con técnicas documentales. Se estrenó en el Festival de San Sebastián confirmando su talento. Aunque el japonés es uno de los grandes cronistas de la vida de su país, ha cambiado en varias ocasiones su estilo con incursiones en la ciencia ficción, el cine histórico e incluso el thriller cercano al terror psicológico.

Fotograma de Un asunto de familia, la última y premiada película del director japonés. Foto: ElDiario.es

En los últimos años, Kore-eda ha seguido privilegiando su interés por la familia y la infancia, a través de una serie de sensibles dramas acerca de la memoria, la pérdida y la agridulce experiencia que supone el simple hecho de vivir, todos ellos estrenados en festivales internacionales.

Kiseki, que se estrenó en España con el título de Milagro (2011), le dio el Premio al Mejor Guión en el Festival de San Sebastián; Like Father, Like Son ( De tal padre, tal hijo, 2013) y Our Little Sister (Nuestra hermana pequeña, 2015) que fueron a la Sección Oficial de Cannes, así como After the Storm ( Después de la tormenta, 2016), que estuvo en la sección Un Certain Regard.

Hirokazu Kore-eda muestra su Palma de Oro por Shoplifters en el photocall de Cannes. Foto: ElDiario.es

Su última película, Shoplifters ( Un asunto de familia, 2018)” le ha dado la primera Palma de Oro de su carrera, tras cinco nominaciones.

A lo largo de su trayectoria, también ha ejercido la función de productor apoyando los trabajos de nuevos talentos del cine japonés, como Miwa Nishikawa, Tomoko Kana, Mami Sunada o Kohei Imanaka.

Kore-eda ha sido siempre uno de los cineastas más queridos por los espectadores del Festival de San Sebastián, quienes han sabido apreciar la sensibilidad de unos relatos capaces de trascender fronteras geográficas y culturales para hablarnos de valores universales. De hecho, De tal padre, tal hijo y Nuestra hermana pequeña se alzaron con el Premio del Público en sus presentaciones en Donostia.

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