Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).- Tres años pasaron luego de la salida de su último disco. Quedaron en el camino colaboraciones variadas con artistas como Miguel Bosé y Los Ángeles Azules, y –en términos generales– podría decirse que ha sabido estar en el candelero a pesar de no estar tan a la vista todo este tiempo. Sin embargo, ya era tiempo para que Ximena Sariñana volviera a escena en solitario. Así, a unos meses de que 2014 concluya, la nueva producción de esta artista mexicana se encuentra a unas semanas de salir al mercado; pero antes nos da una probada de lo que viene con el lanzamiento de un primer sencillo.
“Fueron más bien dos años de mucha experimentación”, dice la cantante en entrevista. “Fue más o menos el tiempo que se tomó este disco en gestarse”.
El proceso se percibe cansado. No obstante, Sariñana no tiene empacho en describir los detalles de este camino.
“Fue algo que sucedió mucho en una cierta parte de mi vida en la que hubo mucha experimentación”, dice, “mucho de reconectarme con México, mucho de reconectarme con quien soy yo aquí y cuestionarme todo el tiempo mis propios límites… Límites que yo misma me había impuesto o imágenes que yo me había impuesto de mí misma… todo el tiempo fue ir en contra de eso, y hay mucho de eso en el disco”.
A diferencia de sus dos producciones pasadas en las que contó con la guía de otros, en esta ocasión la cantante decidió dar un giro y tomar el control de la situación. Prueba de lo incierto que resultó este proceso.
“Es un disco que yo no pensé que iba a terminar estando tan involucrada como lo estuve… cuando lo empecé a componer no tenía ni idea que como seis meses después me iba a aventar a tratar de producir la mayoría yo sola”.
Es en lo referente a la producción en lo que Ximena hace hincapié, sobre todo en lo aleatorio que pueden resultar los caminos para llegar a la obtención de un disco, lo que –en este caso– es un ejemplo claro, dada la naturaleza de su gestación. “Van sucediendo cosas… que no esperas y de repente se dan, y así va tomando una dirección”, dice.
Así, en palabras de Sariñana, a nivel de producción hubo mucha experimentación con programación y cajas de ritmos, “cosas que yo no pensé que era capaz de hacer […] escribí partes de batería, escribía partes de guitarra, partes de bajo. Toqué muchos instrumentos más que los que pensé que yo podía tocar”. En resumidas cuentas, un ejercicio intuitivo.
“Esa era la única regla… que mi intuición iba a ser lo primero. Porque a final de cuentas la que lo va salir a defender soy yo”, agrega.
La canción deseada
No todo lo puedes dar es el nombre de esta tercera producción discográfica. Saldrá a la venta tentativamente durante las primeras semanas de noviembre, y hace apenas unos días fue lanzado su primer sencillo: “Sin Ti No Puede Estar Tan Mal”. Una canción de desamor, inscrita en la tradición más pura de las melodías que tratan sobre rupturas amorosas y lo que implica reponerse a ellas.
Ximena es consciente de ello y, de ese modo, explica cómo surgió este tema; una especie de “hágalo usted mismo” para doloridos.
“Me di cuenta que hace mucho que no escuchaba una canción así. Es una parte tan divertida y tan de amigas y así fue como salió”, dice, señalando la fascinación que existe siempre por este tipo de temas que se guardan en el imaginario colectivo.
En la realización del disco intervinieron además Alejandro Rosso, de Plastilina Mosh, con quien Sariñana produjo una canción. De igual manera, ayudaron en el proceso Jim Eno, baterista de Spoon y John Congleton, conocido también por producir los dos últimos discos de St. Vincent.
Así mismo, las letras corrieron a cargo de Ximena, labor que compartió en varios de los temas con el cantautor dominicano Alex Ferrerira. La cantante se hizo cargo por primera vez de escribir gran parte de la música. Una faceta nueva en su carrera.
“Tenía muy claro que quería que el disco tuviera muchas texturas. Muchas capas de cosas sucediendo… Que hubiera instrumentos que estuvieran fuera de contexto”, dice, haciendo énfasis en la experimentación. “Es algo que va sucediendo y se va transformando”. Siempre la experimentación y, por supuesto, el aprendizaje.
“Fueron dos años de eso, básicamente. De estar buscando […] yendo por distintos caminos”.
En cuanto a los temas del disco, de acuerdo con Ximena, son variados, y hay “tanto canciones que hablan sobre no saber decir que no… canciones que hablan de desamor con una pareja, pero –más allá– como reflexionando qué es lo que tiene que aprender uno”. A final de cuentas, hay algo que la cantante garantiza a sus fans: identificación completa.
“Es un disco muy personal. Sin duda se se van a poder identificar. No se preocupen, hay ahí sus baladas lloraderas, se los prometo”, concluye.
