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El tablero en llamas

El mundo del ajedrez en jaque por posibles trampas contra el campeón mundial

01/10/2022 - 11:09 am

Magnus Carlsen, el mejor ajedrecista de su época según sus contemporáneos, acusó al juvenil jugador estadounidense Hans Niemann de hacer trampa durante las partidas y desató una tormenta en el mundo del ajedrez, de la cual incluso Elon Musk opinó al citar una teoría conspirativa.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El mundo del ajedrez volvió, como en sus épocas de gloria de soviéticos contra estadounidenses, a las portadas y, ahora, a las tendencias en redes sociales. Pero la razón no es la mejor: una gran polémica por posibles trampas en partidas entre los mejores del deporte, que involucran al actual campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen, y a una juvenil promesa de Estados Unidos, Hans Niemann, de 19 años.

El epicentro del escándalo fue San Luis, Misuri, en Estados Unidos. Durante la tercera ronda de la Sinquefield Cup, donde 10 de los mejores del mundo juegan entre sí para definir al campeón, Carlsen, hasta entonces con un acumulado de 53 partidas invicto, campeón del mundo desde 2013, fue derrotado por Niemann. Un día después, antes de la cuarta ronda, el noruego de 31 años abandonó el torneo, causando sorpresa por la decisión.

En su mensaje de abandono, Carlsen, a través de Twitter, no dio más detalles, pero adjuntó un video del entrenador de futbol José Mourinho, donde el portugués declara: “Prefiero no hablar, porque si hablo me meto en grandes problemas y no quiero meterme en grandes problemas”.

Sin decir nada, Carlsen generó rumores de posibles trampas por parte de Niemann. La situación se complicó cuando, en la misma semana, chess.com, uno de los sitios más usados por jugadores de todos los niveles a nivel mundial –desde grandes maestros hasta amateurs o primerizos– le prohibió el acceso para jugar online en su sitio. No fue la primera vez que lo hacía.

El mismo Niemann confirmó en una entrevista con el Club de Ajedrez de San Luis en aquellos primeros días de septiembre que sí había hecho trampa dos veces en su vida: una a los 12 y otra a los 16 años, pero en juegos en línea y nunca “sobre el tablero”, en referencia a partidas cara a cara.

“Estoy dispuesto a jugar desnudo”, dijo entonces, para rebatir las acusaciones de chess.com, quienes afirmaron en un comunicado que Niemann había sido definitivamente eliminado –”baneado”, la expresión que utilizan los jugadores para castellanizar la palabra inglesa “banned” (prohibido)– porque la cantidad y gravedad de sus trampas en la plataforma “contradecía” sus propias declaraciones.

“Lo que pasó en San Luis es que Niemann juega una línea, que es como una variante de una apertura conocida, que es extraña, que casi no se juega, y de repente empezó a hacer jugadas antinaturales, que son artificiales, lo ves y dices ‘un humano nunca jugaría esto’”, aseguró a SinEmbargo Gustavo Espíndola, especialista y ajedrecista mexicano.

“Le gana a Carlsen y después al jugador que gana le hacen una entrevista para hablar del triunfo y desde ahí Niemann empezó a verse raro. Dijo que había visto esa línea por la mañana, despierta sospechas porque casi nunca nadie juega así. Lo que levanta las cejas es que cuando le piden que profundice en el análisis de su triunfo no profundiza, dice ‘es una jugada muy obvia’, pero normalmente un jugador, sobre todo de ese calibre, te profundiza y analiza su juego, eso levanta sospechas”, añade.

En ese marco, Carlsen y Niemann volvieron a verse las caras, pero ahora en un duelo online por la Julius Baer Generation Cup la semana pasada. Luego de mover con las piezas negras, el campeón del mundo se desconectó de la partida, volviendo a centrar la atención en sus actos todavía sin acusar al adolescente estadounidense.

“No es inédito este tipo de retiros, pero ya tiene mucho tiempo que no pasaba. Varios tabloides decían que era el mayor escándalo del ajedrez en mil 500 años, pero sí ha pasado, en finales de campeonatos mundiales”, explicó Espíndola, quien fue editor de contenido en chessable.com.

La última vez había ocurrido en 2006. Entonces, en la final del campeonato mundial, por primera vez unificado desde 1993, el equipo del búlgaro Veselin Topalov –campeón de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE)– denunció a su rival, el ruso Vladimir Kramnik –entonces campeón del Campeonato de Ajedrez Clásico– por ir muchas veces al baño, insinuando que recibía indicaciones de su equipo durante esos descansos.

El escándalo –conocido desde entonces como “toilet gate”– explotó, Kramnik renunció a la quinta partida y, después de aceptar jugar bajo protesta, se consagró campeón definitivo del mundo tras una serie de desempates.

¿ES POSIBLE HACER TRAMPA EN EL AJEDREZ?

Una mujer observa su celular mientras una estatua espera una jugada de ajedrez. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro

Tras el segundo retiro de Carlsen en apenas un par de semanas, la FIDE publicó un comunicado a pesar de que ninguno de los torneos fue organizada por la Federación. Primero, cuestionó la forma de actuar del noruego:

“El campeón mundial tiene una responsabilidad moral adosada a su estatus, ya que es visto como un embajador global del juego. Sus acciones impactan la reputación de sus colegas, de los resultados y eventualmente puede hacerle daño al deporte. Creemos firmemente que había mejores maneras de manejar la situación”.

Pero además compartió las “profundas preocupaciones” de Carlsen con respecto al daño que pueden causarle las trampas al ajedrez. “La FIDE  ha liderado la batalla contra las trampas por muchos años y reiteramos nuestra política de cero tolerancia en cualquier formato”, expresó. Por último, anunció que está preparada para asignarle el incidente a su comisión de Juego Limpio “cuando las pruebas iniciales sean adecuadamente entregadas”. Hasta ahora, no han brindado más información al respecto.

Espíndola explicó a este medio que es muy difícil que haya nuevas reformas para mejorar la seguridad antitrampas, porque las que hay existentes son robustas y funcionan. “En torneos presenciales hay revisiones con detector de metales, como en el aeropuerto, y detector de señales, para ver si hay dispositivos que emitan y reciban información”, explicó.

El tuit de Musk, que luego borró, sobre las teorías sobre las posibles trampas de Niemann. Foto: Especial

“También sus juegos online y presenciales son revisados con computadora, para ver cosas extrañas que puedan pasar. Sí hay medidas bastante robustas para evitar que la gente haga trampa, por eso vienen después teorías como las que se mencionaron, porque, ¿cómo es posible que pueda esquivar estas medidas? No imagino cómo puedan fortalecer más. Al menos al nivel máximo sí las hay, a niveles más semiprofesionales sí las hay, pero no son tan rigurosas”, añadió.

Y es que, si el incidente Carlsen-Niemann había escalado en la conversación general, un tuit de Elon Musk lo llevó a otro nivel “viral”, expresa Espíndola.

El magnate estadounidense no necesitó decir mucho, salvo tergiversar una frase del filósofo Arthur Schopenhauer para burlarse de la situación: “El talento llega a donde nadie más puede llegar. La genialidad alcanza un sitio que nadie más puede ver (porque está en su trasero)”. El dueño de Tesla añadió la parte entre paréntesis, pero, ¿a qué se refería?

Musk, quien luego borró el tuit, citó junto a su mensaje otro tuit donde el autor hablaba de la posibilidad de que Niemann hubiera usado bolas anales, un juguete sexual que incluso puede incluir el uso de espasmos eléctricos, para recibir mensajes cifrados de su equipo. El tuit y el contenido se hicieron virales.

CARLSEN ACUSA Y LOS EXPERTOS OPINAN

El lunes pasado, Carlsen dejó atrás los actos y por fin puso en palabras lo que pensaba. En un comunicado publicado en sus redes y dedicado a todo el mundo del ajedrez, el noruego dijo creer que Niemann ha hecho trampa “más veces y más recientemente” de lo que aceptó en su momento.

“Su juego sobre el tablero ha sido inusual, y a lo largo de la Sinquefield Cup [en San Luis] tuve la impresión de que no estaba tenso o completamente concentrado en el juego durante las posiciones más críticas, mientras jugaba mejor que yo de una manera que sólo un puñado de jugadores puede hacerlo. Esta partida contribuyó a cambiar mi perspectiva”, indicó.

Además de revelar que pensó en abandonar el torneo incluso antes de comenzar, luego de la invitación de último minuto para Niemann, añadió que “hay que hacer algo contra las trampas en el deporte.

“Sé que mis acciones han frustrado a muchos en la comunidad. Yo estoy frustrado. Quiero jugar ajedrez. Quiero continuar jugando ajedrez al mayor nivel en los mejores eventos. Y también creo que los organizadores y todos a los que les importa la limpieza del juego que amamos debe considerar aumentar las medidas de seguridad y detección de trampas”.

“No quiero jugar contra gente que ha hecho trampa repetidamente en el pasado, porque no sé de qué son capaces de hacer en el futuro”, remató Carlsen, quien cerró su comentario con una nota críptica.

“Me gustaría poder decirles más. Desafortunadamente, en este momento estoy limitado por lo que puedo decir sin el permiso explícito de Niemann para hablar abiertamente. Hasta ahora he podido hablar con mis acciones, y ellas indican que no estoy dispuesto a jugar con Niemann. Espero que la verdad en este asunto salga a la luz, cualquiera que sea”, concluyó.

La polémica ha abierto una brecha entre los que consideran que Niemann sí comete trampa y quienes piden demostraciones fehacientes y no solamente la intuición de los mejores ajedrecistas.

Carlsen acusó de tramposo a Niemann por primera vez esta semana. Foto: Instagram @magnus_carlsen

Fabiano Caruana, el ajedrecista estadounidense, aseguró en el podcast “C-Square” que comparte con otros comentaristas que, en ciertas partidas de Niemann, su juego es “bastante raro”. “Es el juego de un genio o hay algo que huele mal”, añadió, con respecto a una partida de su compatriota contra Hjörvar Steinn Grétarsson en el Abierto de Reikiavik este año.

Comentando el último mensaje de Carlsen, Caruana –nueve del mundo en el último ranking de la FIDE– indicó que las trampas son sin duda “una amenaza a la naturaleza total del juego” y así ha sido por un tiempo, “pero apenas ahora realmente se está haciendo público”. “La gente ha intentado, han ido al baño con sus teléfonos, y los han atrapado. Creo que la realización ahora es que con la tecnología es posible hacer trampa mientras estás sentando durante el juego, potencialmente, esa sería la preocupación”, concluyó.

El ruso Yan Nepómniashchi también reveló esta semana en un video en su cuenta personal de YouTube que, cuando Niemann fue revelado como participante del torneo de San Luis, le pidió a los organizadores que hubiera “medidas y acciones extra” contra posibles trampas en la competición y detalló que ya había dudado del estadounidense cuando jugaba con él durante la pandemia en modo online.

Los defensores de Niemann aseguran que no hay pruebas concretas de trampas recientes. Foto: Instagram @hans-niemann

Además, habló del ascenso meteórico de Niemann, algo para nada inédito en el ajedrez, pero también expresó sus dudas sobre algunas partidas donde realizaba movimientos “raros” e incluso que su crecimiento en el mundo del ajedrez ha sido “raro”. Sin embargo, también aclaró que es su propia intuición y que podría tratarse de “problemas de confianza” generados por él mismo al jugar con alguien que ya había sido suspendido previamente en chess.com.

Por ahora, a falta de pruebas, uno de los defensores de Niemann ha sido el respetado Ken Regan, profesor asociado de de Ciencias Computacionales e Ingeniería en la Universidad de Buffalo, en Nueva York. Se trata de un experto en trampas en el ajedrez que desarrolló un método para analizar los duelos –a partir de una base de datos gigantesca– y definir si se trata de un hombre o una máquina jugando.

“Analizó los últimos dos años de partidas jugadas por Niemann, incluidos los juegos en línea, incluso aquellos en chess.com, y su conclusión fue que no hay razón, no hay evidencia, para sospechar de que haga trampa”, explicó Espíndola.

El experto mexicano también remarcó que una parte del mundo del ajedrez considera que la expulsión del joven ajedrecista de chess.com y otras posibles medidas podrían acabar con su carrera: “Suponiendo que Carlsen no pueda comprobarlo, y que es genuino su juego, le arruinan la carrera, porque ya no lo van a invitar a jugar torneos de élite y sin ellos no va a poder crecer”.

EL FUTURO DEL AJEDREZ

Anya Taylor-Joy en Gambito de dama. Foto: Netflix

La polémica sobre las trampas –o no– de Niemann llegan en un momento en que el ajedrez entraba en una etapa de “estabilización” luego de ver un “boom muy importante” en los últimos años por la pandemia, de acuerdo con Espíndola.

Le ayudaron al deporte, primero, que fue uno de los pocos que no se detuvo ni en los peores momentos de la COVID-19: la capacidad para disputar en línea a cualquier hora del día partidas y torneos con rivales de todo el mundo permitió y abrió puertas a nuevos usuarios, a veteranos que no habían probado el mundo digital y a aquellos que se aburrían en sus casas en aquellas semanas de 2020 y 2021, sobre todo.

Además, el auge de los e-sports también benefició al ajedrez. “En algún momento de la pandemia, los canales de ajedrez en Twitch eran los más vistos, por encima de cualquier videojuego. Ayudó mucho la serie de Netflix, Gambito de Dama (Queen’s Gambit)”, detalla Espíndola, sobre la historia de ficción de una jugadora profesional de ajedrez que conquista al mundo en el tablero blanco y negro.

“Es una popularidad que el ajedrez no había tenido desde 1972, cuando Bobby Fischer jugó contra Boris Spassky y era el hombre más famoso del mundo en ese momento. Pero no sé qué siga”, cuestionó el experto mexicano.

La falta de un rival a su altura, como Kárpov fue a Kasparov, ha provocado la falta de apetito competitivo de Carlsen. Foto: Especial

Y es que Carlsen, meses antes de la polémica con Niemann, ya había anunciado su decisión de no defender nuevamente su título de campeón del mundo, que posee desde 2013 y que ha retenido exitosamente en cuatro ocasiones (en 2014, 2016, 2018 y 2021). “Él sigue siendo el mejor jugador del mundo por mucho, entonces hay un vacío extraño porque el campeón del mundo en realidad no será el mejor”, afirma Espíndola.

En 2023, el ruso Nepómniashchi y el chino Ding Liren definirán al sucesor de Carlsen como campeón mundial, pero el ajedrecista mexicano cree que la incertidumbre rodeará a esa definición debido a que “la superestrella del ajedrez no estará ahí peleando por el campeonato”.

Espíndola cree que la desmotivación de Carlsen se debe a que, al ser el mejor de su época –lejos, según su opinión–, no ha encontrado un retador a su altura, un rival que lo mejore, como pasó varias veces en la historia del deporte: desde la legendaria “doble K”, el duelo histórico a través de los años entre los rusos Garry Kasparov y Anatoly Kárpov, hasta la rivalidad que rozó la paranoia y la locura entre Fischer y Spassky. “Carlsen está cómodo, sabe que pasó a la historia. No hay gen competitivo porque ya no tiene nada qué demostrar”, finaliza.

Manuel Gonzalez
Ciudad de México | 1993. Estudió periodismo. Actualmente trabaja como Editor en la redacción de SinEmbargo MX. Antes, fue corresponsal para Infobae México, la Agencia Alemana de Prensa (dpa) y El País América. Tiene un blog (Apuntes en la ciudad), un newsletter (Apuntes subrayados) y un podcast (Al otro lado del sueño) personales.
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