En imágenes que quedan para la historia, Sheinbaum recibió la Banda Presidencial de manos de la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, una histórica luchadora de la izquierda mexicana de 94 años, y bajo la atenta mirada de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, el gobernante más popular de la historia reciente de México
Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– Claudia Sheinbaum Pardo hizo historia al asumir este martes como la primera Presidenta de México en sus dos siglos de independencia y en sus primeras palabras confirmó que su Gobierno será de continuidad con el de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
En imágenes que quedan para la historia, Sheinbaum recibió la Banda Presidencial de manos de la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, una histórica luchadora de la izquierda mexicana de 94 años, y bajo la atenta mirada de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, el gobernante más popular de la historia reciente de México y a quien dedicó sus primeras palabras. “Usted estará siempre donde están los que luchan toda la vida… en el corazón del pueblo de México” dijo.
“Es tiempo de transformación, es tiempo de mujeres”, dijo la nueva mandataria, una científica y exalcaldesa de la capital mexicana, de 62 años, que recibió los vivas de la Cámara tras asumir su cargo. “Por primera vez llegamos las mujeres a dirigir los destinos de nuestra hermosa nación”.
Si López Obrador simbolizaba el cambio y la puesta por dejar atrás un país marcado por la corrupción y la violencia poniendo siempre por delante a los más desfavorecidos, su sucesora sostuvo la continuidad tanto en los exitosos programas sociales como en los controvertidos cambios constitucionales que profundizarán la militarización del país o harán que los jueces sean elegidos por voto popular.
"La coexistencia de estos cuatro estadios, con personas que son y que creen ser, con personas que tienen y aparentan tener, ha terminado por confundirme…
"El libro que ahora presento intenta, hasta donde es posible, recuperar al ser humano que recorre esa larga trayectoria que hoy culmina en Palacio Nacional".
"La dicotomía es clara: ingenuidad por la vía de la esperanza que implica una responsabilidad inmensa o arrogancia adivinatoria que se asemeja más al regaño…