México, 1 nov (EFE).- Un coro de niños Mixes deslumbró con su canto a los participantes del Gran Premio de México que con más de 100 mil aficionados en el circuito de los Hermanos Rodríguez, celebró este domingo el retorno de la Fórmula Uno a México después de 23 años.
El blanco de sus pantalones de manta y los vestidos coloridos con rebozo al canto, los niños de la etnia Mixe del estado de Oaxaca formaba un mosaico que atrajo las miradas de todos los presentes, de los pilotos con sus decenas de invitados.
El coro “Canto de la Tierra (“Tun’ääw kojpk’ääw” en lengua Mixe) tuvo a su cargo la interpretación del himno mexicano en la ceremonia oficial previa al arranque Gran Premio de México, que se disputa a 71 vueltas al circuito de 4,304 kilómetros.
El mexicano Sergio Pérez, piloto de Force India, acompañó con todos los aficionados, el canto de los niños, todos de entre cinco y 12 años de edad en una ceremonia que fue vistosa y acompañadas de un cielo totalmente despejado.
Pérez y el inglés Lewis Hamilton, ya campeón, lanzaron a la tribuna gorras a los aficionados.
En las tribunas repartidas en todos los sectores del circuito, más de 100 mil aficionados portaban banderas de México para apoyar a Pérez, que salió en noveno, y la española para respaldar a Carlos Sainz (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren), quien abandonó tras la primera vuelta.
Por la zona de los fosos transitaron el Alcalde de la Ciudad México, Miguel Angel Mancera; el dueño de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, la Canciller Claudia Ruiz Massieu, el Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, y el empresario Alejandro Soberón, dueño de CIE, empresa organizadora de la carrera en México.
En la zona de “pits” destacó la presencia los empresarios Carlos Slim Helú, su hijo Carlos Slim Domit y su yerno Arturo Elías Ayub, todos en diferentes cargos directivos de Telmex, principal patrocinador del piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez.
También estaba el presidente del equipo de fútbol Santos Laguna, Alejandro Irarragori, entre otros personajes.
Mención aparte merece la presencia del rey de España, Juan Carlos, padre del monarca español Felipe VI, quien asistió todo el fin de semana.
En una de las avenidas que rodean las instalaciones del Autódromo mexicano, parados en un paso peatonal elevado, algunas decenas de aficionados, atisbaban un ojo para observar muy a lo lejos el paso de los autos de Fórmula Uno. EFE
