Economía

El Interurbano, de por sí ya caro y opaco, agregó en 2019 otros 270 millones de pesos sin comprobar

01/11/2020 - 12:05 am

El Tren Interurbano, una obra que simboliza el sexenio de corrupción, irregularidades en infraestructura y fallas de planeación del Gobierno de Enrique Peña Nieto, continúa dando de qué hablar. Ya bajo la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Auditoría Superior de la Federación encontró anomalías en su construcción y en el ejercicio del gasto de 2019, primer año del Gobierno de la 4T. Esta es la única obra de infraestructura entre las que dejó pendientes el peñismo que el actual Gobierno federal decidió continuar y finalizar.

Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo).- La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que el Tren Interurbano México-Toluca es una obra que continúa con problemas en su construcción, a pesar de tener ya casi seis años de haber iniciado como proyecto insignia del Gobierno de Enrique Peña Nieto. Ahora, en 2019 y ya en manos de la administración federal de Andrés Manuel López Obrador, dejó un monto pendiente por aclarar por 269 millones 947 mil 634 pesos.

Las anomalías detectadas por la ASF han sido constantes en este proyecto, que incluso se entregó sin estar concluido.

Retrasos; deficiencias en la construcción; precios distintos a los estipulados en el catálogo de obra; pagos duplicados; pago de conceptos que no tenían qué ver con la obra; cambios solicitados que no se hicieron; pagos extras; sobrecontratación de personal; aumento del precio de obra estipulado en el contrato; materiales extra para equipar el tren; pagos de asesorías que no se sabe si se hicieron, pagos de eventos públicos y un espectacular cuando el contrato era para una asesoría, dominaron los reportes de la Auditoría Superior de la Federación en la administración de Peña Nieto, y con Gerardo Ruz Esparza, quien fue todo el sexenio peñista el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)

Para el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren México-Toluca es un ejemplo recurrente cuando quiere ilustrar temas de obra no terminada y proyectos que recibieron año con año grandes inyecciones de presupuesto sin dar resultados. El Tren Interurbano también es el referente de lo hecho en materia de infraestructura por Peña Nieto y Ruiz Esparza, quien falleció el 1 de abril de este 2020.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, realizó un recorrido para supervisar las obras del Tren Interurbano México-Toluca el 11 de septiembre pasado. Ahí pidió terminar este proyecto, que tiene ya seis años de en construcción, a finales de 2022. Foto: Cuartoscuro

El pasado 11 de septiembre, en una visita de inspección, el Presidente exhortó a concluir el Tren en 2022 y no en 2023, “Exhorto para que podamos terminar antes de lo programado, porque se está pensando en 2023. ¿Por qué no a finales del 2022? No es para picarles, cucarlos, pero el Aeropuerto Felipe Ángeles lo vamos a inaugurar el 21 de marzo de 2022, ¿por qué no el Tren a finales de 2022? Ya están los trenes, los materiales. Ahí queda eso”.

Desde que inició su construcción, la ASF ha encontrado cientos de problemas en la obra, tanto en la ingeniería como en el uso del dinero. Tiene riesgos incluso ambientales, ya que en una zona de construcción que es boscosa no tiene vigente la Manifestación de Impacto Ambiental, ya que venció en abril de 2018.

La ASF en su entrega de 2019 entregó cuatro auditorías al proyecto ejecutivo, al tramo ferroviario de Zinacantepec, al túnel ferroviario poniente al oriente y a dos subestaciones de tracción y edificios técnicos. Todos estos conceptos llevados a cabo por la SCT.

Gerardo Ruiz Esparza, entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno de Enrique Peña Nieto, en el arranque de la construcción de la autopista La Marquesa-Toluca y del Tren Interurbano México-Toluca, el 7 de julio de 2014. Foto: Cuartoscuro

Observaciones al Proyecto Ejecutivo:

Monto pendiente por aclarar: 9 millones 793 mil 068 pesos

3 millones 512.8 mil pesos quedaron pendientes de aclaración por deficiencias en la ejecución de los trabajos en la rampa de emergencia del edificio administrativo del complejo de talleres y cocheras; 6 millones 280.2 mil pesos fueron por la incorrecta integración de precios unitarios fuera de catálogo para los trabajos de relleno en banquetas y colocación de cancelería.

Además se encontró que hubo un cálculo incorrecto para definir el pago de la obra y el finiquito de los trabajos; se recibieron trabajos sin estar concluidos; reparaciones de mala calidad y se entregó parte de la obra sin la calidad requerida para el proyecto.

Sobre este último punto hay una lista extensa que hace la ASF: el material de banco para el relleno y el pedraplén no son uniformes y presenta inconsistencias físicas; hay una incorrecta ejecución del concreto en la estructura del edificio de servicios centrales; se aplicó la pintura intumescente sin verificar el espesor y adherencia del anticorrosivo; no se han reparado las columnas de la estructura metálica, no se cumplió con la calidad de la carpeta asfáltica colocada en la plataforma de descarga y camino de acceso; existen filtraciones en los muros de taller de mantenimiento; las áreas en donde fue colocada la carpeta asfáltica presentan encharcamientos…

Observaciones al tramo ferroviario Zinacantepec:

Monto pendiente por aclarar: 137 millones 420 mil 162 pesos

En esta área, la ASF encontró que no se dio seguimiento al avance para el cumplimiento de los objetivos del convenio de reasignación de recursos formalizado con el Gobierno del Estado de México.

Esto porque la SCT entregó 116 millones de pesos al Gobierno estatal, pero la ASF detectó que de ese dinero no se tiene la documentación que acredite la ejecución de dichos trabajos ya que no proporcionaron los informes que comprueben que la SCT, en coordinación con la Dirección General de Vialidad del Estado de México, dieron seguimiento periódico sobre el avance para el cumplimiento del objeto del convenio. Tampoco acreditó la evaluación de los resultados obtenidos con la aplicación de los recursos económicos transferidos, ni acreditó que se llevara a cabo el control, vigilancia, seguimiento y evaluación de la aplicación de los recursos.

El 18 de junio de 2018, en Toluca, Estado de México, se recibieron 10 vagones del Tren Interurbano México-Toluca. Estos vagones fueron estacionados en la carretera Toluca-Atlacomulco, y posteriormente se trasladaron al patio de servicios del proyecto donde hoy permanecen. Foto: Artemio Guerra Baz, Cuartoscuro

Los pagos improcedentes detectados fueron porque no se respetaron los precios estipulados; pagos duplicados para la contratación de mano de obra; no se descontó un anticipo; por el pago de renta por hora de maquinaria que se dejó parada; a pesar de que en otra área se contrató mayor cantidad de personal –y se pagó por ello– no llegaron más trabajadores y por la contratación de filmación de la obra que no cumplieron con el tiempo por el que se pagó.

Observaciones al Túnel Ferroviario del Portal Poniente al Oriente:

Monto pendiente por aclarar: 85 millones 929 mil 572 pesos

De acuerdo con la ASF, la SCT pagó trabajos de reinyección en ambos túneles, aun cuando dichos trabajos sirvieron para corregir las deficiencias presentadas por la contratista pagó trabajos de demoliciones cuando ya se habían hecho en otra área; pagó a precios alzados y no se acreditó la disminución de la plantilla de la supervisión externa en los trabajos de construcción de los túneles.

Observaciones a la Construcción de Dos Subestaciones de Tracción de 25 Kv y Edificios Técnicos:

Monto pendiente por aclarar: 36 millones 804 mil 832 pesos

En esta área, la ASF encontró anomalías como la celebración de un convenio modificatorio del contrato de supervisión que rebasó el 25 por ciento del monto y plazo sin que se haya dado aviso al Órgano Interno de Control en la SCT.

Tampoco se verificó que la empresa supervisora cumpliera con sus obligaciones señaladas en los términos de referencia y su contrato, en relación con la calidad de los materiales.

El Tren México-Toluca no ha estado exento de reclamos desde el inicio de su construcción. En la imagen, ejidatarios del Estado de México arriban de Toluca a Los Pinos, donde entregaron un documento que rechaza la obra. Fue el 12 de febrero de 2018. Foto: Tercero Díaz, Cuartoscuro

Sobre los trenes, se detectó que se tuvieron que comprar portaequipajes porque no había. La ASF asentó que “por la naturaleza del tren”, estos debían estar previstos desde el inicio; además se pagó por una asesoría técnica especializada para la atención de problemas sociales, sin que se acreditara que sí se llevó a cabo.

Por último también se encontraron pagos para eventos públicos y de un letrero espectacular, cuando el objeto del contrato es de servicios eran para una asesoría, control y seguimiento.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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