120 años de cine y lo mejor del 2015

02/01/2016 - 12:04 am
Si apelamos a la memoria reciente es posible un balance de lo que el cine nos brindó en el 2015 y que vale la pena atesorar. Foto: Shutterstock.
Si apelamos a la memoria reciente es posible un balance de lo que el cine nos brindó en el 2015 y que vale la pena atesorar. Foto: Shutterstock.

“El cine es una invención sin ningún futuro”, declaró sobre su creación Louis Lumiere en 1895. A más de un siglo de imágenes, millones de amantes de las películas le agradecemos desde la oscuridad, acomodados en las butacas, dos horas o más de deleite, risas, sustos y una que otra lágrima. Más de cien años y seguimos asistiendo a las salas con la expectación de un niño al llegar al parque de juegos. Lo corroboramos recientemente con la euforia mundial ante el estreno de Star Wars: el despertar de la fuerza catalogada como la favorita de este año para el público estadounidense.

La primera sesión cinematográfica comercial se organizó el 28 de diciembre en París en el Salón Indio del Gran Café del Boulevard de los Capuchinos. La selección de vistas de los hermanos Louis y Auguste Lumière incluía: Salida de los obreros de la fábrica, El regador regado y Llegada de un tren a la estación de La Ciotat, esta última inquietó a varios de los asistentes a la improvisada sala de cine, temerosos por la locomotora que avanzaba hacia ellos.

¿Cómo resumir 120 años de autores, dioses, mitos, divas, leyendas y obras maestras? Adaptaciones, filmes originales, documentales, cortometrajes, animación, el compendio de géneros y las mil y una historias de vida. Misión imposible. Pero si apelamos a la memoria reciente es posible un balance de lo que el cine nos brindó en el 2015 y que vale la pena atesorar.

La calidad no está peleada con la taquilla. En el terreno de las grandes producciones Mad Max: furia en el camino con el septuagenario George Miller dando lecciones sobre cómo realizar un filme de acción sin la dependencia absoluta en los efectos digitales. Star Wars: el despertar de la fuerza de J. J. Abrams, con la preservación de su mítica, la heroína adolescente, Leia Organa (Carrie Fisher) liderando a la resistencia, el evasivo Han Solo (Harrison Ford) ante su insoslayable destino heróico, el fiel Chewbacca y uno de los androides más encantadores del Universo: Bb8.

De los recovecos del alma el filme polaco Ida de Pawel Pawlikowski, con la joven novicia que antes de tomar los votos sale del convento a conocer al mundo y tras la pista de su pasado. La confrontación con el mundo real reafirmará su fe en el plano divino. Whiplash de Damien Chazelle, con J.K. Simmons en el papel de su vida como el obsesivo maestro de música que aborrece la mediocridad y su enfermizo vínculo con un alumno que arriesga la vida en pos de la excelencia. La realización británica 45 años de Andrew Haigh, con la fuerza interpretativa de los veteranos Charlotte Rampling y Tom Courtenay, como los cónyuges a los que su pasado los alcanza cuando reciben la noticia de un cuerpo hallado en un glaciar de los Alpes. Cuatro décadas compartidas revelan al otro como a un extraño.

El cine sin miedo de realizadores con una propuesta particular de mundos ficticios: Moomy del canadiense Xavier Dolan, a partir de la intrincada relación entre un niño “problema” y su progenitora en un país en donde se permite desechar a los parientes incómodos. Qué difícil ser un Dios del ruso Aleksey German, con la visita de científicos al planeta Arkanar, literalmente empantanado en la Edad Media, con toda la barbarie y depravación de los tiempos oscuros de la Humanidad un filme titánico y único.

Los terrenos de animación son delicia para niños y adultos: Intensa-mente de Pete Docter y Ronnie del Carmen, viaje fantástico a los dominios de la mente, a la construcción de la memoria durante la infancia, a los insondables estados de ánimo con una graciosa y aleccionadora exploración sobre los “sentimientos” de las emociones. El relato imperecedero de Antoine de Saint-Exupéry El Principito vuelto imágenes, una incursión adorable a la recreación de su Universo a través del trabajo alternado en stop-motion y 3D bajo la dirección de Mark Osborne. Legado del 35 Foro Internacional de la Cineteca Nacional: La leyenda de la princesa Kaguya de Isao Takahata, quien retoma un antiguo cuento japonés “El cortador de bambú”, sobre una niña nacida en esta planta y adoptada por dos ancianos, un sutil discurso sobre el destino y el poder de decisión femenino bajo el peso de la tradición.

El portentoso documental La sal de la Tierra de Wim Wenders y Juliano R. Salgado, el cual gira alrededor de la obra del fotógrafo Sebastião Salgado quien durante cuatro décadas ha capturado imágenes de una Humanidad tan violenta como esperanzadora. Citizenfour de Laura Poitrias, encuentro con Edward Snowden, un personaje emblemático de nuestros tiempos dominados por la tecnología, donde se debate el derecho a la información y los límites de la privacidad.

De este lado de la frontera: Carmín Tropical (2014) de Rigoberto Pérezcano, delicado acercamiento a la cultura muxe en un tono de suspenso que alberga lecturas sobre la comunidad transgénero, la intolerancia y la añoranza de los pueblos costeros. Las oscuras primaveras de Ernesto Contreras, quien explora la fuerza del deseo y el precio de la pasión. Y La vida después de David Pablos, un recorrido silencioso sobre los estragos del abandono, la esclavitud de la depresión y los secretos de familia. Cine que merece una segunda vista en este nuevo año, 2016.

Rosalina Piñera
Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.
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