Ciudad del Vaticano, 2 Oct (Notimex).- El Papa Francisco advirtió hoy que el aumento del desempleo, las desigualdades y la pobreza ponen en peligro a la democracia incluyente y participativa, que requiere de una economía que no excluya a ningún sector social.
Jorge Mario Bergoglio realizó sus declaraciones al pronunciar un discurso ante los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano, a quienes recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
“Uno de los aspectos del actual sistema económico es la explotación del desequilibrio internacional en los costes del trabajo, que afecta a miles de millones de personas que viven con menos de dos dólares al día”, indicó.
“Tal desequilibrio no respeta la dignidad de los que alimentan la mano de obra a bajo precio”, advirtió.
Para el Papa, el derecho al trabajo no puede ser considerado una variable que depende de los mercados financieros y monetarios, porque es un bien fundamental con respecto a la dignidad, a la formación de una familia, a la realización del bien común y de la paz.
Aseguró que visiones que pretenden aumentar la rentabilidad, a costa de la restricción del mercado laboral que crea nuevos excluidos, no son acordes con una economía al servicio del hombre y del bien común, con una democracia incluyente y participativa.
Consideró que el problema es crear mecanismos que vigilen que se cumplan los derechos laborales.
“La instrucción y el trabajo, el acceso al bienestar para todos, son elementos claves tanto para el desarrollo y la justa distribución de los bienes como para alcanzar la justicia social, para pertenecer a la sociedad y participar libre y responsablemente en la vida política”, precisó.
Sostuvo que las dificultades surgen de los “perennes desequilibrios entre sectores económicos, entre remuneraciones, entre bancas comerciales y bancas de especulación, entre instituciones y problemas globales”.
“Es necesario mantener viva la preocupación por los pobres y la justicia social”, puntualizó el pontífice.