En junio pasado, el país se indignó con el caso de la pequeña Valeria, quien fue secuestrada, violada y asesinada en Nezahualcóyotl, Estado de México.
Dos meses antes, el cuerpo de “Calcetitas rojas” fue localizado en la Avenida Borde de Xochiaca, también en Neza. A la pequeña la mataron dos veces: primero la golpearon hasta que su corazón dejó de latir; luego la dejaron sin identidad. Nadie se acercó a reclamarla. No se sabe su nombre, ni su apellido.
Así navegó durante meses, y así fue sepultada…
Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo).- “Calcetitas rojas”, una niña, de entre tres y cinco años de edad, fue golpeada hasta la muerte y su cuerpo abandonado en Nezahualcóyotl, Estado de México, el pasado 18 de marzo. A la fecha, casi ocho meses después, nadie ha identificado el cadáver y no hay culpables del asesinato.
El autor material del crimen trasladó a la menor a un terreno sobre la Avenida Borde de Xochiaca, a la altura de la calle Virgen del Camino, en la Colonia El Sol. La violó y apaleó hasta hasta quitarle la vida.
La pequeña, localizada por los vecinos de la zona a las 10:35 horas del 18 de marzo –de acuerdo con el reporte oficial–, vestía una sudadera verde, una playera lila con la imagen de una hada de Disney, y unas calcetas rojas.
Las heridas en el cuerpo de “Calcetitas rojas” mostraron el nivel de saña del asesino. Su rostro estaba cubierta de tierra. Los ojos, semiabiertos y morados. Cadera y costillas laceradas por los impactos. Boca hinchada. Lesiones vaginales por el abuso sexual que sufrió.
“Se realizó el levantamiento de un cadáver del sexo femenino, identidad desconocida, de 3 a 5 años de edad, el cual se encontró sobre la vía pública en el camellón de Avenida Bordo de Xochiaca (…), en posición de decúbito dorsal, semidesnuda, apreciando a simple vista equimosis en diferentes partes del cuerpo”, dice el documento.
Todo el dolor de la niña de 95 centímetros de estatura, delgada, tez morena, cabello castaño oscuro lacio, cejas semipobladas, ojos cafés, nariz recta, boca y labios medianos, quedó recargado sobre una cobija, ahí, a la intemperie de los límites de la colonia Virgencitas.
Nadie reconoció a la víctima de feminicidio infantil en el lugar, ni en el Servicio Médico Forense (Semefo). Nadie buscó el cuerpo. Nadie le puso nombre durante meses. Se mantuvo en carácter de “desconocida”, de acuerdo con autoridades del Estado de México.
UN ROSTRO
Verónica Villalvazo, también conocida como Frida Guerrera, emprendió una campaña para poder dar con la identidad de la pequeña, información que desencadenaría a localizar a la familia y hallar, al fin, al culpable del hecho. ¿Cómo hacerlo? El primer paso era tener un rostro.
“Lo hice personal, pues no hay persona que reclame, no hay persona que grite por ella. No hay medios grandes de comunicación que volteen e intenten saber o mostrar el caso”, señala Villalvazo.
El segundo escalón fue enfrentar a las autoridades y organizaciones del Estado de México, las cuales no daban respuestas.
Este octubre, luego de que tuviera acceso a la ficha que se levantó el día del crimen y a otras tres fotografías, Verónica pudo acudir a expertos que, sin cobrar ni un centavo, construyeron “una imagen no oficial” del rostro de “Calcetitas rojas”.
“Al Estado de México le vale madres, a pesar de que es la capital del feminicidio desde hace varios años. No le interesa. Lo único que saben hacer es negar que existen las víctimas. Es el rostro evidente de la impunidad, de la negación y de la falta de interés real”, critica Villalvazo.
“NO SE TRATA SÓLO DE ALERTAS DE GÉNERO”
Hace dos años, en 2015, el Estado de México, en ese momento gobernado por Eruviel Ávila Villegas, emitió la Alerta de Género en 11 municipios: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Ixtapaluca, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco Solidaridad, los cuales tienen los índices más altos de feminicidios. Sin embargo, los casos no se detuvieron.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los asesinatos de mujeres en el Estado de México tuvieron un ascenso en 2015 y 2016. En 2014 se registraron 362 homicidios de mujeres, y para 2015 y 2016 las cifras aumentaron a 408 y 418, respectivamente.
Sólo en 2017, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México registró 222 muertes violentas de mujeres en la entidad.
En ese estado, los métodos más usuales para dar muerte a una mujer son el estrangulamiento, sofocación, ahogamiento y sumersión, según reportó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recientemente.
El caso de “Calcetitas rojas” forma parte de una ola en contra de las niñas. De acuerdo a datos de Villalvazo, serían decenas las menores atacadas sólo en 2017:
“Si es grave el tema del feminicidio, lo que están haciendo con las niñas…Y además que todo se ignoré por las autoridades estatales, federales, y los organismos que protegen y gritan por los derechos de los niños. Es una emergencia nacional. No es moda. No es un hashtag. Es de todos los días. Deben tomar cartas en el asunto. Es algo serio. Es algo que debe tomarse en cuenta. No nada más se trata de poner alertas de género por todos lados. Se trata de sensibilizar a policías, jueces, ministerios públicos, que de verdad haya un equipo preparado para enfrentar lo que nos está pasando”.
Y si siguen en la ceguera (las autoridades), en la misión de no aceptar lo que nos está pasando, no funcionarán las alertas, añade. “Ya no podemos tener miedo. Ya no podemos callarnos ni como comunicadores, ni como periodistas, ni como sociedad, ni como parte de un núcleo quedarnos callados. Ya no. Debemos de levantarnos. Gritar”, llama la joven que documenta a diario los feminicidios en la entidad Gobernada por Alfredo del Mazo Maza.
El cuerpo “Calcetitas rojas” fue sepultado en el Parque Memorial, en Naucalpan. “Angelita’’ la nombraron. Sin embargo, aún no hay responsables detenidos.
SinEmbargo consultó a las autoridades de Nezahualcóyotl, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta sobre el caso.