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Ernesto Hernández Norzagaray

02/11/2018 - 12:03 am

La cultura del delirio

Estos días bajo distintos ropajes se ha manifestado el delirio neoliberal incluso por contagio entre sectores que pudieran haber votado por Andrés Manuel López Obrador y esto pudiera afirmarse en los próximos días y semanas.

¿AMLO no prometió que iba a devolver su lugar a la política? Foto: Cuartoscuro

Estos días bajo distintos ropajes se ha manifestado el delirio neoliberal incluso por contagio entre sectores que pudieran haber votado por Andrés Manuel López Obrador y esto pudiera afirmarse en los próximos días y semanas.

¿Qué podría explicar este tipo de comportamientos erráticos que es comprensible entre quienes no le votaron a AMLO, pero no entre quienes sí lo hicieron?

Se podrá decir que por la libertad de expresión y por el ruido interesado que hay en el ambiente. Pero, acaso, ¿AMLO no prometió que iba a devolver su lugar a la política?, que ya bastaba de tener presidentes gerentes, que el voto debería ser mandamás para los cargos electos, que el programa electoral debía contar y cumplirse o mejor que lo ofrecido en campaña debía cumplirse so riesgo de ser revocado del mandato.

Esto pareciera que se olvido y mucha se gente se asusta por el ruido que generan muchos medios de comunicación, que buscan aun si fueran descoordinados, debilitar la imagen del todavía Presidente electo.

Y es que está en marcha nuevamente la estrategia del miedo que fracasó en la campaña electoral, pero qué se ha reeditado con nuevos ingredientes de la coyuntura y la coartada del NAIM, aun con lo imperfecta qué es, cuanto se ofreció en campaña llevarlo a consulta, les vale, y están dale que te dale, generando temor.

Ya más de un millón de mexicanos fueron a votar porque se construya el aeropuerto de Santa Lucía y que se recupere esos terrenos de Texcoco para que sea patrimonio no sólo de los vecinos de los pueblos originarios sino de los habitantes de la Ciudad de México y más allá de todo México.

Hay razones de tipo de histórico, paisajístico, ceremonial, pero también de carácter medio ambiental que en estos tiempos de cambio climático no deben omitirse y qué están en juego en este magno proyecto hoy desechado por estas y otras buenas razones.

Sin embargo, aun cuándo se exponen todas estas buenas razones, se reeditan los argumentos de los tiempos de campaña con el fin de minar el argumento de la futura autoridad que ya declaró que el aeropuerto no va -qué, hay que decirlo, estaba de más allá de la consulta pues un Presidente en funciones puede perfectamente detenerlo pero según él con esto se legitima una decisión de Estado, ahí está el origen de la reedición de la intolerancia al poder- quizá, en el fondo, de este concierto de voces algunas de ellas por cierto muy elaboradas hay una vocación no democrática y en algunos casos autoritaria, cuándo no toleran se cumpla lo ofrecido en campaña.

Pero, hay algo en el miedo incubado, que tiene algunas mentes brillantes en el delirio que no los deja pensar, ni dormir, su temor lo expresan cuando acuden a cualquier cosa sea el NAIM, Nicolas Maduro o Daniel Ortega, que bien podría ser Trump o ahora Bolsonaro, para justificar su crítica desesperada, los está desquiciando y ven como vienen los jinetes de apocalipsis con lo peor para todos. Y en el delirio hasta ven caravanas de mexicanos caminando rumbo a la frontera con EU para huir -cómo si está no haya sido silenciosa desde hace varias décadas.

Y es que, volviendo a la política entendida como representación, no teatralización o espectacularización, pronto estaremos ante el ejercicio de un mandato distinto guste o no, se le votó a López Obrador y ampliamente para disgusto de sus detractores más enfermizos.

Y es qué mire estimado lector, hasta ahora la política neoliberal ha sido pensada para hacer negocios entre cuates y con los grandes empresarios, los cargos no electos, que han decidido hasta ahora todo, las inversiones con destinatarios, los proyectos “fabulosos” aunque choquen con una naturaleza lastimada, dónde además el dinero público se convierte en dinero privado.

Y ejemplos, hay muchos, está el del aeropuerto de la Ciudad de México entre muchos otros, donde los gobernantes no respetan a sus votantes y toman decisiones en nombre de ese voto, pero son contrarias al interés colectivo, sucede en la capital, pero también en cualquier ciudad de mediano tamaño del país.

Hay que aceptar que esto puede terminar mal, se están tocando los intereses económicos de los todopoderosos, y aunque estos son cautelosos, hoy seguramente están analizando las señales de AMLO que ha dicho que no hay motivo para preocuparse pues el proyecto existe, pero en Santa Lucia, sin embargo, los que ahora están haciendo la chamba son esas voces que fueron derrotadas en las urnas y con ellos los delirantes que les ha alcanzado el miedo.

¿Hasta dónde les alcanzara? Espero que no mucho, en tanto no se le sumen decididamente los intereses del dinero, si esto sucede dicho sea de paso todos perdemos, incluidos por supuesto los del capital acostumbrado hacer negocios con gobiernos sometidos, pero ese será el riesgo de votar a una opción distinta al PRIAN, comprometida con la política democrática y la defensa de los recursos naturales.

Las posiciones hoy en conflicto se deberían acercar, pero salvaguardando tanto los intereses de la nueva política como los de la economía, ahí está la clave la negociación entre intereses, con eso el país gana, y se queda tranquila la cultura del delirio.

Ernesto Hernández Norzagaray
Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ex Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Ciencia Política A.C. Colaborador del diario Noroeste, Riodoce, 15Diario, Datamex. Ha recibido premios de periodismo y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político electorales.

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