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Peña Nieto se toma la foto con Coca-Cola el año en que se declara la epidemia de obesidad

03/01/2017 - 3:00 pm

ANUARIO 2016 | Diversos hechos negativos marcaron al 2016 en materia de salud y demostraron que al Gobierno de Enrique Peña Nieto le preocupa más obedecer a los intereses de la industria refresquera –principalmente de Coca-Cola– que atender la crisis de salud que aqueja al país derivada de la mala alimentación, consideraron especialistas en el tema.

Ciudad de México, 3 de enero (SinEmbargo).– El año que recién se despidió fue uno más “perdido” en materia de sobrepeso, obesidad y diabetes, ya que las autoridades no implementaron políticas eficaces de prevención y el conflicto de interés con las industrias alimentaria y refresquera mermó aún más la posibilidad de disminuir las cifras de dichos padecimientos en México.

En entrevista para SinEmbargo, Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor (EPC), y Julieta Ponce Sánchez, directora del Centro de Orientación Alimentaria, realizaron un balance sobre 2016.

Recordaron varios hechos negativos que marcaron el año en materia de salud y que demostraron, de acuerdo con sus puntos de vista, que al Gobierno de Enrique Peña Nieto le preocupa más obedecer a los intereses de la industria refresquera –principalmente de Coca-Cola– que atender la crisis de salud que aqueja al país derivada de la mala alimentación.

“[En salud] fue un año más perdido. No vimos ningún avance”, acusó Calvillo Unna.

En noviembre pasado, la Secretaría de Salud, a cargo de José Narro Robles, emitió por primera vez en la historia de México dos declaratorias de emergencia sanitaria por diabetes y obesidad, debido al grave problema de salud pública que representan estos padecimientos. No obstante, –de acuerdo con expertos– estas llegaron muy tarde.

“La alerta llegó tarde y es insuficiente. Vemos un resultado inercial de las políticas que se han implementado y carecemos de resultados que pudieron mostrarse hace un par de años. El actuar de las autoridades ha sido inercial, tibio, con tintes políticos porque enunciar una alerta epidemiológica sin ninguna estrategia especial, me parece que fue solamente para llamar la atención política porque carece de una estructura fuerte”, criticó Ponce Sánchez.

En tanto, el pasado 8 de septiembre, el Presidente de México inauguró el Centro de Innovación y Desarrollo de Coca-Cola para Latinoamérica, en la Delegación Azcapotzalco de la capital del país. Ahí aseguró que todos los días se bebe Coca-Cola Light, y la promoción la hizo en un país donde el 36.3 por ciento de los adolescentes y 72.5 por ciento de los adultos tienen sobrepeso y obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Alcance (Ensanut) 2016.

“Les puedo decir que el Presidente de la República toma Coca-Cola todos los días… Coca-Cola Light. Espero que esta sea una buena publicidad para los productos de ustedes, o no lo sé ya, pero me confieso como consumidor de sus productos”, dijo Peña ante el beneplácito de los ejecutivos del consorcio refresquero.

En este contexto, Ponce afirmó que el Gobierno “está pasando de la incongruencia al cinismo”. Explicó que una política incongruente es aquella que por un lado reconoce que el refresco y las bebidas azucaradas son potencialmente dañinas para la obesidad y la diabetes, por lo que desde 2014 se les aplicó un impuesto especial, “pero al mismo tiempo los mismos gobernantes están avalando la presencia cercana a la toma de decisiones de los mismos que están originando el daño, en este caso la industria refresquera, en particular Coca Cola”.

“Es totalmente lamentable la actuación de un Presidente que incluso hace un comercial para Coca-Cola. La máxima autoridad de este país, el mismo que declara que el impuesto es necesario por el derecho a la salud de las personas, es el mismo personaje que le hace publicidad a una refresquera. Es absolutamente cínico y políticamente deja ver que el Gobierno federal tiene más interés en cuidar a la industria que a la ciudadanía”, destacó.

Por si faltara algo más, a propósito de las fiestas decembrinas fue colocado un árbol navideño con publicidad de Coca-Cola en el centro de la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa. Sin embargo, tras presiones de activistas que denunciaron es una forma de promover los productos de la empresa en un país donde más de 11 millones de personas padecen diabetes, las imágenes de la refresquera en el árbol fueron sustituidas por logotipos del Gobierno capitalino.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en un estudio que México tiene el mayor número de fallecimientos por diabetes en Latinoamérica y la más alta incidencia de dicha enfermedad en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Alejandro Calvillo, quien participó en una protesta para retirar la presencia de Coca-Cola en el adorno navideño, reclamó el desdén de los funcionarios públicos hacia los asuntos de salud pública.

“Entre la corrupción y las ligas con los intereses económicos y el alejamiento de los funcionarios públicos del bienestar colectivo, vivimos un año más sumergidos en una tragedia humana que avanza cada vez más y de manera muy acelerada”, dijo.

Ambos especialistas y activistas coincidieron en que es necesario que el Gobierno federal se enfoque en establecer medidas que favorezcan a la población, por ejemplo, elevar a 20 por ciento el impuesto al refresco y destinar los recursos obtenidos a la prevención; regular la publicidad dirigida a los niños y –sobre todo– trabajar en una política alimentaria que promueva el consumo de agua natural y el acceso a frutas y verduras.

“Hay una penetración muy fuerte de la industria en la política pública. Existe un marcado conflicto de intereses y las regulaciones se hacen a modo para favorecer a la industria; tienen un problema de origen al haber sido diseñadas por la propia industria a la que hay que regular”, acusó Calvillo, quien ocupaba un asiento en el Consejo Consultivo de Consumo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que ahora le otorgó ese cargo a Luis Toussaint Elosúa, director de Asuntos Públicos de Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América Latina y una de las más importantes del mundo.

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