Estudio revive el debate sobre el trastorno que los celulares causan en las abejas

03/04/2016 - 9:30 am

Mucho se ha hablado sobre el daño que ocasiona el uso del teléfono celular y hay estudios científicos que sustentan las consecuencias de esos dispositivos en las personas, pero poco se dice sobre el daño que causan en el medio ambiente y a los insectos, principalmente los polinizadores, como las abejas.

Ciudad de México, 3 de abril (SinEmbargo).- Un nuevo estudio revive el debate científico sobre el daño que el uso de los teléfonos celulares puede ocasionar a las abejas. Ambos son temas que han sido objetos de investigación; las abejas, por causa de su muerte masiva en varios países por razones, en apariencia, desconocidas. En el caso de los celulares, el daño o no que ocasiona su uso en las personas y en el medio ambiente.

La investigación liderada por el doctor Daniel Favre, investigador del Instituto Federal de Tecnología de Suiza, sostiene que al colocar un teléfono celular cerca de una colmena de abejas y activarlo con una llamada telefónica, estos insectos reaccionan violentamente, emiten chillidos agudos y abandonan el enjambre. También se encontró que otras se desorientaron y murieron.

De acuerdo con la investigación, sí hay diferencia con el celular apagado y prendido, que las abejas lo advierten. La llamada a los teléfonos celulares que se colocaron cerca de las colmenas se hizo de 20 a 40 minutos después. Se escucharon chillidos que son regularmente relacionados con el inicio del proceso reproductivo en el que la abeja reina abandona el nido con otras abejas obreras. Sin embargo, después de 20 horas las abejas no copularon, lo que podría llevar a la pérdida de las colonias, dijo el director de la investigación a la revista especializada en abejas, Apidologie.

La hipótesis es que los campos electromagnéticos contribuyen a la muerte masiva de abejas.

En 2011, Favre publicó un estudio similar. Probó que las señales que emiten los teléfonos celulares desorientan a las abejas. Con un teléfono celular funcionando cerca de la colmena, el aleteo de las abejas produce un zumbido hasta 10 veces más fuerte que en condiciones normales y es un comportamiento utilizado como señal de alarma para abandonar la colmena.

En ambas investigaciones, Favre instó a la realización de más estudios que pudieran comprobar plenamente sus hipótesis, sin embargo, de acuerdo con el doctor Rogelio Bustamante Bello, profesor y especialista de telecomunicaciones del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, los daños sólo se conocerán con el paso de los años, ya que al tratarse de una industria mundialmente exitosa, empresarios, gobiernos y usuarios, se mueven con un “costo-beneficio”, a pesar de la información científica existente, que sostiene que usar el celular sí provoca daños a la salud de las personas y al ambiente.

Las abejas son los principales polinizadores del planeta y son fundamentales para la supervivencia de diversas especies de plantas silvestres y cultivos de interés comercial; según información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tienen una función importante en el equilibrio del medio ambiente, pues al obtener el alimento de las flores fomentan la fecundación (polinización) de las plantas.

Al igual que todos los animales, son sensibles a las bacterias, virus y parásitos. La muerte masiva de abejas se adjudicó al uso de pesticidas, agroquímicos y el uso de organismos genéticamente modificados, pero la teoría del uso de los celulares ha sido desechada en varias ocasiones.

En 2006, científicos norteamericanos crearon el término “síndrome de colapso de abejas”, para nombrar la desaparición masiva de abejas. Apicultores denunciaron pérdidas de 50 a 90 por ciento de las colmenas.

También un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alertó sobre la amplia variedad de factores que están contribuyendo a la desaparición de animales polinizadores en todo el mundo, lo que podría poner en riesgo la producción de alimentos para el ser humano.

DAÑOS PARA TODOS

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El doctor Bustamente Bello comparó la industria de los celulares con la del tabaco. En este sentido, apeló también a un principio de ética por parte de las empresas para publicar la información sobre los daños que sus productos ocasionan.

En el caso de los cigarros, los fabricantes sabían el daño que ocasionaba su producto, sólo que lo demeritaron y buscaron estrategias para que la gente no dejara de consumir cigarros.

“El tema se ha ido documentando. Hace tres años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el celular tenía características similares a las del tabaco, en cuanto a peligrosidad, pero en este caso, en términos de la radiación. En la forma en la que fueron evaluados los teléfonos se demostró que podían tener relación con la generación de enfermedades no transmisibles, específicamente, el cáncer de pulmón, de tráquea. No es obligatorio que suceda en todas las personas, pero sí en las que son susceptibles a tener problemas de orden genético. El propósito del aviso de la OMS fue sólo alertar sobre las consecuencias del uso del teléfono, pero la nota se minimizó”, comentó el doctor en entrevista con SinEmbargo.

Explicó: “Nosotros tenemos biomoléculas, las cuales tienen diferentes tamaños y lo que hacen es convertir la energía electromagnética que radia el celular, en un movimiento mecánico, similar al de los microondas. Este calentamiento es microscópico, pero al final, el ADN puede llegar a descomponerse por ese tipo de emisión electromagnética cuando afecta la biomolécula. Probabilísticamente, sí existe la posibilidad de que pueda generar cáncer”, esto para las personas que están cerca de las torres de radiación, como en los propios teléfonos cuando se pegan a la cabeza.

“Debe ser claro para las personas el riesgo, tal y como es con los cigarros. No decir que no es dañino para nadie, porque sí puede tener problemas. Los estudios clínicos son costosos y es complicado replicarlos, porque tienen que tener el mismo tipo de pruebas en las personas, el mismo tiempo, las mismas características, pero la radiación de los teléfonos de gama alta, por ejemplo, las potencias radiadas, sí son significativas cuando se tienen pegados a la cabeza, radian para todos lados, rodean toda la cabeza de la persona, lo que puede generar un problema de degeneración celular”, agregó.

La de los celulares es una de las industrias con más éxito a nivel global y con mayor campo de mercado a futuro. Como lo consideró el académico, se prioriza en el costo-beneficio del uso del celular y el daño, al no ser tangible, se minimiza.

“El daño es grande. Si en las personas ocurre, ¿qué esperanza hay para las abejas y para los insectos que tienen estructuras más básicas y más sensibles?, finalizó Bustmante.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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