Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).– Jorge Uriel Sánchez, hijo del periodista Moisés Sánchez Cerezo, asesinado el 2 de enero en Veracruz, acudió al Congreso estatal para pedir a los legisladores que intervengan ante la Fiscalía General del Estado para que dé con el paradero de los homicidas de su padre. Además afirmó que policías estatales y agentes del Ministerio Público encargados de la investigación “extrañamente perdieron las fotografías de los presuntos responsables del asesinato de Moisés”.
“Pretenden buscar a los asesinos sin buscarlos y resolver el caso sin investigar. Ya tienen identificados a los responsables, tienen fotos, no retratos hablados, y resulta que las perdieron, que no saben dónde están las fotos”, expresó Jorge a medios locales a su salida del recinto.
El pasado mes de febrero la Fiscalía General de Veracruz elaboró los retratos hablados de tres de los presuntos autores materiales del crimen.
Acompañado por Jorge Morales Vázquez, comisionado de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas, el hijo del comunicador entregó un documento a los diputados estatales en el que les solicitó que no haya impunidad en el asesinato de Moisés Sánchez y les sugirió llamar a comparecer al Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras.
Ayer se cumplieron cuatro meses de la desaparición del también activista Moisés Sánchez.
“Cuatro meses de impunidad e igual que otros casos. Esto es una muestra de lo que pasa en Veracruz, por mucho que se pida justicia, por mucho que se reclame, la Fiscalía General del Estado parece que está ciega”, reclamó Jorge.
Recordó que hasta el momento sólo hay un detenido de los autores materiales del asesinato de Moisés, pero aseguró que podría haber más de 10 personas involucradas.
“Se nos ha negado la justicia, entre la inoperancia e ineptitud de la Fiscalía que pretende detener a los culpables sin buscarlos y resolver el caso sin investigar”, denunció el hijo del periodista.
Dijo que la falta de acción por parte de las autoridades han provocado que continúen prófugos el ex Alcalde panista de Medellín, Omar Cruz Reyes y el ex comandante, Ramón Vela.
El pasado 2 de enero, Sánchez Cerezo fue sacado de su domicilio en el municipio de Medellín por un comando. Su familia acusó que el periodista había recibido una amenaza tres días antes de su desaparición en la que supuestamente Omar Bravo “pretendía callarlo dándole una lección”.
Moisés Sánchez, editor del diario La Unión de Medellín, se convirtió en una voz crítica contra las autoridades de ese municipio, no sólo a través de su medio de comunicación en el que denunciaba la inseguridad y las carencias con las que vivía la comunidad, sino además por exigir públicamente al Edil la entrada de las fuerzas federales ante el incremento de la violencia.
Luego del secuestro, la familia de Moisés comenzó a circular un video donde se apreciaba el momento en que el periodista encaró a Cruz Reyes y le reclamó: “Te acuerdas, te acuerdas, he recibido agresiones de tu parte”.
Pero, casi de inmediato, luego de que el Fiscal del Estado lo señalara como presunto responsable del asesinato del periodista y anunciara que pedirían el desafuero, el Edil Cruz Reyes dejó de asistir a la Alcaldía, y aunque su abogado Sergio Vaca Betancourt dijo, en ese momento, que el funcionario ya no se encontraba en el municipio, esto nunca se notificó al Congreso local.
