Redacción/SinEmbargo
03/07/2013 - 12:00 am
EPN y el proceso electoral más violento
A cuatro días de las elecciones del próximo domingo, el clima de violencia física y verbal no cesa en las 14 entidades donde se una gubernatura, 930 presidencias municipales y 441 diputaciones. Aun cuando el Presidente Enrique Peña Nieto prometió ayer que el gobierno de la República “no permitirá ni tolerará que funcionarios federales interfieran […]
A cuatro días de las elecciones del próximo domingo, el clima de violencia física y verbal no cesa en las 14 entidades donde se una gubernatura, 930 presidencias municipales y 441 diputaciones.
Aun cuando el Presidente Enrique Peña Nieto prometió ayer que el gobierno de la República “no permitirá ni tolerará que funcionarios federales interfieran o tengan injerencia en la jornada electoral” que se vivirá el próximo domingo.
De acuerdo con Peña Nieto, tampoco se tolerarán actos de ilegalidad, cualquiera que éstos sean, y aunque no lo dijo tal cual se supone asumía también la investigación y aplicación de la justicia en los casos de candidatos golpeados, plagiados e incluso asesinados en diversas entidades del país.
El tema de la inseguridad en torno a las campañas políticas, que terminan justo este miércoles 3 de julio, ha dominado la atención de los medios y han teñido de sangre el proceso.
Por eso es que las afirmaciones del Presidente suenan a toro pasado, pues la primera elección que EPN ha vivido como Presidente es ya la que más víctimas ha generado en México.
Para muestra el siguiente recuento:
El 12 de junio, las autoridades de Chihuahua confirmaron el asesinato de Jaime Orozco Madrigal, candidato del PRI a la alcaldía del municipio de Guadalupe y Calvo. El político había sido secuestrado en su domicilio por un grupo de hombres armados la noche del lunes 8 de junio.
El sábado 20 de junio, dos hombres secuestraron en su casa a Óscar Sánchez Ramírez, candidato a regidor de la planilla del Movimiento Ciudadano-PSD que encabeza Raúl Sifuentes Guerrero, aspirante a la alcaldía de Torreón, Coahuila, por el mismo partido. Junto con él fue secuestrado su hermano, José Luis Sánchez Ramírez. Fueron llevados la Dirección de Seguridad Pública donde les negaron que se encontraban en ese lugar y, posteriormente, en un traslado clandestino escaparon para refugiarse en la zona militar de Torreón.
El 24 de junio fue hallado el cadáver de Eleazar Armenta Acuña, coordinador de campaña y aspirante suplente a regidor del candidato a la Alcaldía de Sinaloa de Leyva, Esteban López Beltrán –primo del Gobernador Mario López Valdez–, quien representa a la coalición “Unidos Ganas Tú” integrada por el PAN, el PRD y el Partido del Trabajo (PT).
El 27 de junio fue localizado el cuerpo de Nicolás Estrada Merino, líder del Consejo Estatal del PRD en Oaxaca, quien fue reportado como desaparecido desde el 16 de junio anterior.
El 28 de junio, un grupo de ocho hombres emboscaron y golpearon, incluso con las cachas de pistolas, a Quintín Mendoza Nicolás, candidato de la coalición Veracruz para Adelante, así como a su chofer y su secretario particular. Aunque no hubo decesos, los afectados resultaron seriamente heridos.
El domingo 29 de junio, la candidata del PRI a una diputación local por Oaxaca, Rosalinda Palma López fue atacada y herida por un grupo armado. En este suceso falleció su esposo, Efraín Cruz, y su asistente Talía Cruz.
Horas antes fue encontrado muerto el joven de 19 años Antonio Loaiza Zamora, hijo de uno de los coordinadores de campaña de Amado Loaiza Perales, abanderado de la coalición Transformemos Sinaloa, integrada por los partidos Nueva Alianza (Panal), Verde Ecologista de México (PVEM) y el PRI que compiten por la alcaldía de San Ignacio en ese estado.
Además, el 1 de julio fue asesinado el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de San Dimas, Ricardo Reyes Zamudio. La Fiscalía del estado informó que hallaron el cuerpo en un paraje denominado El Sauz, a 10 minutos de Tayoltita. El candidato fue secuestrado luego de acudir a un funeral.
Ese mismo día, el PAN en Veracruz informó que desconocidos incendiaron, con bombas molotov, tres camionetas que pertenecían al equipo de campaña del candidato a la alcaldía de Tierra Blanca, Saúl Lara González. Las unidades fueron siniestradas por personas que a bordo de una motocicleta les rompieron los vidrios y arrojaron botellas con gasolina.
Además del saldo rojo se tiene un cúmulo de denuncias contra gobernadores priistas. La lista de irregularidades la encabezan el mandatario de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y Roberto Borge Angulo, Gobernador de Quintana Roo.
El supuesto desvío de recursos públicos es el común denominador de las acusaciones que pesan contra ellos y funcionarios de primer nivel de sus gobiernos, por lo que tanto el PRD como el PAN los han responsabilizado por la violencia que sus acciones puedan desatar el próximo domingo.
En Quintana Roo, por ejemplo, los comités estatales de ambos partidos denunciaron un clima de “terrorismo electoral” creado por el priista Borge Angulo, para inhibir el voto en las elecciones del próximo 7 de julio.
Ese es el escenario con el que México enfrenta esta nueva elección. Aun así, Peña Nieto afirma: “El próximo domingo millones de mexicanos acudirán a las urnas, el gobierno de la República trabajará para asegurar la equidad, legalidad y transparencia de las elecciones locales en el ámbito de su competencia”.
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