México

Los rarámuris viven con hambre hace meses: les retrasan ayudas y les darán programas hasta 2020

03/10/2019 - 12:05 am

Rarámuris de los municipios de Bocoyna y Guachochi, donde más de la mitad vive en pobreza, demandan empleos y la entrega de programas de bienestar que les han retrasado. En julio pasado, marcharon; este fin de semana abordaron al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a finales de octubre volverán a manifestar sus exigencias, enfocadas principalmente en mitigar el hambre.

El Primer Mandatario anunció la llegada del programa Sembrando Vida a la Sierra Tarahumara en 2020 y el Delegado de Bienestar de Chihuahua, Juan Carlos Loera, señalado de supuesto nepotismo, dijo que buscaron a Telecomm para poder entregar recursos a falta de bancos en la región.

Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– Alrededor de 300 rarámuris de comunidades que pertenecen a los municipios de Bocoyna y Guachochi, Chihuahua, bloquearon a la entrada de San Juanito el paso de la camioneta negra en la que viajaba el Presidente Andrés Manuel López Obrador para informarle que tienen hambre. Le pidieron fuentes de empleo y la entrega de programas sociales que aún no les llegan, una exigencia reiterada desde hace meses al Delegado de Bienestar de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa,denunciado ante la Secretaría de la Función Pública por presunto nepotismo.

“Nos tienen totalmente olvidados, totalmente aislados de los programas del Gobierno federal”, dijo vía telefónica Luis Carlos González, de Bocoyna y coordinador de la Marcha del Hambre o Marcha por el Trabajo, en la que participaron mujeres, niños y hombres de las comunidades dispersas de la Sierra Tarahumara como Panalachi (a 54 kilómetros de San Juanito, Bocoyna, u 11 horas caminando), Sisoguichi (a 34 kilómetros), Sagoachi (a 22 kilómetros), entre otras.

“Estamos solicitando a las comunidades ayuda alimentaria, que nos apoyen con una despensa o algo para combatir la hambruna aquí en las comunidades que están más alejadas, en lo que el Gobierno voltea a ver a la población indígena”, afirmó Luis.

Mujeres rarámuris en la protesta del fin de semana en San Juanito. Foto: Adriana Esquivel, Raichali.

En el municipio de Bocoyna viven más de 23 mil habitantes, de los cuales el 58 por ciento está en situación de pobreza y en Guachochi habitan 32 mil personas, de las cuales el 64 por ciento vive en esa situación, de acuerdo con las cifras más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2015).

Ramón Galdea, dirigente de la Cooperativa de Artesanos Indígenas Rarámuris, también participó en la marcha. “Lo que quieren los rarámuris es trabajar, no depender de nadie como cualquier persona. Sin trabajo no se puede hacer nada. Y en la Sierra no hay trabajo ni nada, más que de traficante”, aseguró.

Desde diciembre cuando se eliminó Prospera por el cambio de Gobierno federal, están comiendo Maseca con la hierba quelite y no están tomando pinole porque no hay maíz, contó Galdea.

SEMBRANDO VIDA LLEGA “MUY TARDADO”

En julio los rarámuris también marcharon en Bocoyna. El delegado de Bienestar Juan Carlos Loera se comprometió a incorporar a las familias que cumplan los requisitos que marcan las reglas de operación al programa de becas Benito Juárez que sustituyó al de Prospera; finiquitar el de Producción para el Bienestar a 13 mil 813 productores a través de Telecomm, ante la ausencia de bancos en la Sierra Tarahumara, y a capacitar con Jóvenes Construyendo el Futuro a 6 mil habitantes, dijo en entrevista.

Pero en la manifestación de este fin de semana afirmaron que no ha cumplido.

Momentos después del bloqueo en la carretera, el Presidente López Obrador anunció durante el mitin en San Juanito que se había comprometido con el Gobernador Javier Corral Jurado que el programa Sembrando Vida arrancaría con 25 mil hectáreas para generar 10 mil empleos, “pero como estoy sintiendo la necesidad que es muy grande en la Tarahumara, mucha pobreza y mucha necesidad de mantener el bosque y de reforestar, aquí quiero comprometerme con Javier de que van a ser 50 mil hectáreas para 20 mil empleos”, y “se va a incluir por primera vez a todos los indígenas de la Tarahumara en este apoyo para sembrar [Producción para el Bienestar]”.

“Nos está costando trabajo porque no hay sucursales de bancos para ir con la tarjeta a sacar el dinero. Bansefi ya lo convertimos en Banco y va a tener 13 mil sucursales en las comunidades más apartadas de México”, prometió y avisó que volverá a otras comunidades de la Sierra Tarahumara.

Los rarámuris volverán a marchar del 24 al 27 de octubre. Foto: Adriana Esquivel, Raichali.

Al día siguiente en la conferencia matutina, el Presidente reiteró que “no podemos sentirnos satisfechos cuando hay tuberculosis producida por hambre en nuestro país. Vamos a aplicarnos más en programas de apoyo a las comunidades indígenas de toda la Tarahumara”.

Pero la exigencia sigue. Entre los gobernadores indígenas de la Sierra Tarahumara, quienes entregaron sus peticiones al Presidente López Obrador, acordaron la tercera manifestación para el 24-27 de octubre.

“Nosotros no quitamos el dedo del renglón. Lo que nos trae en esta lucha es el programa que antes se llamaba Prospera”, afirmó Luis González, el coordinador de la Marcha del Hambre. “Cada madre de familia estaba recibiendo una beca de 950 pesos cada dos meses, entonces entra el programa de becas Benito Juárez y les quitan a las madres de familia que ya eran beneficiadas de Prospera”.

Ramón, de la Cooperativa de Artesanos Indígenas Rarámuris, agregó que la mayoría no reúne los requisitos para los programas nuevos al ser adultos de entre 40 o 50 años “que sus hijos se fueron a trabajar a las ciudades, están solos en la sierra, no hablan español y ya no pueden trabajar”.

Sembrando Vida comenzó este 2019 solo en el sureste, y llegará a Chihuahua y a Durango hasta 2020. “Lo vemos muy tardado, por eso nosotros queríamos que se implementara un programa de emergencia aquí en la Sierra Tarahumara, con empleos temporales, para combatir un poco la hambruna”, dijo Luis González, organizador de la marcha.

Ramón lamentó tener que esperar hasta el próximo año. “Nosotros queríamos que fuera este año, porque la desnutrición ahorita está muy fea. Ya viene el frío, ya empezó a nevar. Sin comida te mata una helada. Mientras más pasas días sin comer te vas poniendo más malo”.

La directora de la Alianza Sierra Madre, Isela González Díaz, agregó que además de la tuberculosis por la mala alimentación en varios municipios de la Sierra hay niños con altos índices de desnutrición infantil.

“En Bocoyna, en la clínica asistencial Santa Teresita, han habido muchos reportes sobre los niños con desnutrición, a lo cual no le pone una política pública el Gobierno del estado ni el federal”, aseveró la activista. “Hay enfermedades de la pobreza que son prevenibles y curables como las enfermedades respiratorias agudas en el invierno y las de la piel en el verano”.

“¡FUERA LOERA!”

Durante la Marcha por el Trabajo o Marcha del Hambre de este fin de semana, los rarámuris mostraron cartulinas con la frase “¡Fuera Loera!”, dirigida al delegado de Bienestar de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa.

Luis González, coordinador de la manifestación, contó que el delegado se acercó a ellos y les justificó que las reglas de operación de los programas son del Gobierno federal. “Se lavó las manos”, consideró. Ramón Galdea, de la Cooperativa de Artesanos Rarámuris, comentó que lo conoció en abril de este año. “He estado años en la sierra y nunca lo había visto. Su actitud que toma con los indígenas es decirle cosas bonitas, firmarles acuerdos y no cumplirlos”, dijo.

“Loera no escucha”. Foto: Adriana Esquivel, Raichali.

Para la directora de Alianza Sierra Madre, Isela González, los rarámuris han vivido en una “pobreza invisible”, por lo que recomendó que los programas de bienestar no se concentren en las cabeceras municipales “adonde los funcionarios se les hace más fácil ir y censar, que vayan a lo más alejado donde están las comunidades totalmente a la deriva”.

En entrevista, el delegado de Bienestar estatal Juan Carlos Loera aclaró que el retraso en la entrega de los programas es porque el diseño original para la dispersión de los recursos es a través de una tarjeta bancaria para que sea de manera directa, sin intermediarios, pero en la Sierra Tarahumara no hay bancos.

“Una de las herencias nefastas que tuvimos del régimen anterior fue que la banca no existe materialmente en aquellas cabeceras municipales que conforman la Sierra Tarahumara y en las comunidades”, expuso. “Hemos rediseñado la estrategia. Tiene que hacerse a través de Telecomm, que es el único servicio de entrega de órdenes de pago de dinero que existe. Nos hemos enfrentado con cumplir con todos los procedimientos para poder hacer las transferencias, lo cual estamos a punto de hacer”.

Buscarán con Telecomm hacer las entregas de recursos. Foto: Adriana Esquivel, Raichali.

Sobre Sembrando Vida, que se implementará en 2020, afirmó que están recibiendo la capacitación y se está haciendo el reclutamiento de los técnicos productivos y sociales para la asistencia que permita generar empleos productivos y reforestar tras “el uso irresponsable del bosque”.

Serán árboles frutales que se den en la región, y “no está descartado innovar con otro tipo de cultivos como el aguacate”.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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