Río de Janeiro, 3 nov (dpa) – El coordinador de las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) de Río de Janeiro, coronel Frederico Caldas, anunció hoy el relevo de 70 agentes en la favela Rocinha, donde un obrero fue torturado y muerto a manos de efectivos de la policía pacificadora en julio pasado.
Caldas admitió que los policías están siendo reemplazados por otros agentes a raíz de la muerte del obrero de la construcción Amarildo de Souza, cuyo cuerpo permanece desaparecido, pero que según surge de las investigaciones, fue brutalmente torturado por varios policías tras ser detenido para averiguaciones.
“Los policías estaban sintiéndose mal, intimidados. Comprendimos lo que está sucediendo y decidimos realizar los cambios”, dijo Caldas durante el velorio de un agente que trabajaba en la favela, donde el contingente de la policía militarizada llega a 700 hombres.
A raíz de la muerte del obrero, que conmocionó a la sociedad brasileña, 25 policías de la UPP de la Rocinha, donde vivía el trabajador, fueron denunciados y 13 están detenidos en forma preventiva. Entre los detenidos están el ex comandante y el ex subcomandante de esa unidad.