México
EL SUR

La Gavia, en Guerrero, es ya un pueblo fantasma: sus 400 habitantes huyeron de la violencia

04/07/2017 - 4:00 pm

Este lunes ingresaron reporteros de diferentes medios de comunicación a la comunidad La Gavia. Es un recorrido de 6 kilómetros desde la cabecera municipal de San Miguel Totolapan al pueblo. La carretera está en buen estado. Antes de La Gavia está San Antonio, ahí en un techado cerca de la capilla hay grupos de la autodefensa vigilando el paso. En el pueblo no está el líder criminal Raybel Jacobo de Almonte, “El Tequilero”; tampoco están los más de 400 vecinos que desde la primer semana de mayo comenzaron a irse ante los distintos hechos de violencia.

Ciudad de México/Guerrero, 4 de julio (SinEmbargo/ElSur).- La comunidad La Gavia parece un pueblo fantasma: las calles están llenas de ganado suelto y sólo se escucha el ladrar de los perros en las casas cuando ven gente extraña, pero más de 400 personas que vivían ahí se han ido.

En un recorrido por las calles solitarias la mañana de este lunes se pudo confirmar que no hay habitantes.

Ya no está el líder criminal Raybel Jacobo de Almonte, “El Tequilero”, en esta comunidad. Tampoco están los más de 400 vecinos que desde la primer semana de mayo comenzaron a irse ante los distintos hechos de violencia.

Este lunes ingresaron reporteros de diferentes medios de comunicación al pueblo. Es un recorrido de 6 kilómetros desde la cabecera municipal de San Miguel Totolapan al pueblo. La carretera está en buen estado. Antes de La Gavia está San Antonio, ahí en un techado cerca de la capilla hay grupos de la autodefensa vigilando el paso.

Un kilómetro más y se llega al pueblo que por mucho tiempo fue imposible de visitar incluso para las autoridades. Un pueblo controlado por “El Tequilero”.

La Gavia era sinónimo de temor, ningún cuerpo policiaco iba con tranquilidad y eran comunes las confrontaciones con el grupo de “El Tequilero”, o sucumbían a las presiones de un bloque de mujeres de choque que encabezaban los bloqueos contra cualquier acción policiaca, militar o judicial.

“Ahora ese pueblo luce desolado. Una cancha de futbol está en la entrada donde días antes un grupo militar permaneció desde el 11 de mayo, hasta el reciente enfrentamiento de agentes investigación criminal que se enfrentaron a balazos con el grupo de ‘El Tequilero’”.

Ya no hay soldados ni policías, todas las casas, en su mayoría de adobe, están solas. Los perros son los únicos guardianes.

Las calles están llenas de ganado suelto. Cerca de 50 reces deambulan entre las calles pavimentadas. 100 chivos reposan juntos cerca del arroyo, que este lunes estuvo crecido por las recientes lluvias.

Además de este ganado un grupo de personas pidió ayuda para sacar del pueblo cerca de 3 mil cabezas de ganado el 15 de mayo, de las faldas de los cerros, y son desplazados días antes por temor a los enfrentamientos.

Del otro lado del arroyo comienza un camino que conduce a una loma, donde presuntamente se escondía “El Tequilero” y donde se dio la emboscada en contra de los agentes federales.

En 15 casas se observan dentro de los techados que se metió el ganado. La gente metió dentro de sus propiedades sus animales y cerró las cercas y los portones para que no se escapen.

Entre las puertas amarradas con alambre de algunas casas se alcanzan a ver los fogones abandonados. Las Tinajas tapadas con madera y algunas herramientas de campo colgadas en las paredes.

Una escuela primaria, un jardín de niños y una telesecundaria permanecen cerradas. Camionetas de modelo antiguo de carga están abandonadas en las esquinas de las calles. En algunas casas hay coches también abandonados.

El ruido de los perros, las vacas, los cerdos, y el caudal del arroyo es lo único que se escucha.

A las afueras del pueblo está el panteón. No hay muchas cruces pero se distinguen fácilmente 4 tumbas recientes, de las personas que fallecieron en los últimos 2 meses en enfrentamientos de grupos de la delincuencia organizada y agentes federales.

No hay ejército. El grupo que permanecía en la entrada, en el campo de futbol se movió un kilómetro más arriba rumbo a la sierra en un punto conocido como Los Mangos, la policía del Estado, permanece en la cabecera municipal.

En tanto que en San Miguel Totolapan se mantiene la misma cantidad de elementos policíacos y militares que hace una semana. Tras el enfrentamiento de los federales en la Gavia, no se incrementó el grupo. Permanecen 100 efectivos entre las dos corporaciones, que controlan las entradas de la cabecera municipal.

Un grupo de la policía militar realiza de manera esporádica algunos filtros en Poliutla, que es el entronque de la carretera a San Miguel Totolapan con la carretera federal Altamirano-Iguala, solo como medida preventiva.

PAREJA DE ANCIANOS ESPERA A SU HIJO SECUESTRADO

A pesar de que el pueblo esta vacío, los cuerpos policíacos y las autodefensas, registran la presencia de una sola pareja de personas de la tercera edad. Ellos no quisieron irse, están esperando que regrese su hijo secuestrado.

“Dicen que no se van porque hace tiempo ‘El Tequilero’ les secuestró un hijo hace como un año, y tienen la esperanza que ahora que se fue ‘El Tequilero’, su hijo regrese y quieren estar ahí, por si el joven encuentra el camino de regreso a casa”, dijo un policía.

La pareja por momentos sale del pueblo en busca de comida y regresa. El grupo de vigilancia de la autodefensa registra el paso constante de la pareja por San Antonio.

Oficialmente los cuerpos policíacos registraron que “El Tequilero” ya no está en la Gavia, y eso provocó también la salida de varios de sus familiares que no cruzaron por la cabecera municipal, sino que tomaron en dirección a la sierra.

Versiones entre algunos integrantes de las autodefensas, argumentan que tienen reportes de su cruce por comunidades de la parte alta y su paso rumbo a Tlacotepec, donde habría hecho alguna alianza con algún grupo.

Pero este reporte, ninguna autoridad se atreve a confirmarlo todavía.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE EL SUR. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video