Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).- Hace un par de décadas la idea de llevar una cámara fotográfica a todos lados no sólo era estorbosa, sino que no era la mejor opción en términos de calidad, de modo que quienes cargaban con una de ellas solían ser en su mayoría fotógrafos profesionales o, si no, al menos entusiastas de esta profesión.
Las bondades de la tecnología actual permiten que prácticamente cualquier persona con un teléfono celular pueda capturar cualquier instante con la lente integrada a su teléfono. Las redes sociales, por otra parte, facilitan que cualquier instante fotografiado pueda ser compartido de inmediato.
De esta manera la red está plagada en la actualidad de fotografías de pies y comida principalmente.Sin embargo, como tercero en discordia se encuentran los autorretratos o “selfies”, los cuales en esta época de facilidades tecnológicas han sido bien acogidos en el mundo virtual.
Tomando esto en cuenta, el año pasado gigante fotográfico Leica hizo un llamado a todos los fotógrafos a través de su página en Flickr, pidiéndoles a sus seguidores que enviaran autorretratos con su cámara a la vista, publicó The Huffington Post.
Meses después, los mejores “selfies” de entre miles que fueron enviados por los usuarios de Leica han sido reunidos en un sólo lugar con la publicación del libro “Leica Myself”.
Sin embargo, la publicación del libro llevó a una serie de preguntas sobre este estilo de autorretratos, así como de su “validez artística”. Al respecto, un artículo de Stephen Marche, publicado en Squire arroja un “no” como respuesta.
“Seguimos pensando en las fotografías como si estas requirieran esfuerzo, como si fueran trabajos conscientes de creación. Eso ya no es verdad. Las fotografías ahora son como hablar. La rareza del imaginario alguna vez la convirtió en una parte separada de la vida. ahora es sólo vida. Sólo es parte del día… El ‘selfie’ es la masturbación de la imagen propia”, escribe.
Mientras que algunos justifican a Marche, pensando que sólo se refiere a aquellos autorretratos hechos con un smartphone, lo cierto es que el proceso de tomar una fotografía en la que la misma cámara aparezca es básicamente el mismo, sin importar el tipo de aparato con el que se tome.
Hay quienes como The Wall Street Journal han escrito artículos detallados para esto (“art of the phone portrait”). sin embargo, esto ha dado pie para discusiones entre artistas improvisados, aficionados y profesionales.
No obstante, se trata en síntesis de una cuestión de autoría. Es decir, todo depende del prestigio del fotógrafo que decida fotografiarse acompañado por su cámara.
“Los autorretratos de Durero se tratan de una autorreflexión y exploración de la técnica, mientras que cuando Rihanna se toma una fotografía es sólo auto agrandamiento o promoción”, dice Pamela Rutledge, directora del Centro de Investigación de Psicología en los Medios.