La imagen de Obama se derrumba a un año de su reelección; Putin es ahora el hombre más poderoso del mundo

04/11/2013 - 12:03 am
La foto con la que el Presidente y su esposa festejaron la reelección. Foto: archivo.
La foto con la que el Presidente y su esposa festejaron la reelección. Foto: archivo.

Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- A unos días de cumplirse un año de su reelección tras una apretada competencia con su rival, el republicano Mitt Romnney, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha enfrentado uno de los peores meses desde su llegada a la Casas Blanca en el que escándalos como las espías a las comunicaciones de líderes mundiales y la parálisis del gobierno por 17 días han llevado su popularidad a los niveles más bajos en los últimos cuatro años.

Una encuesta de la cadena NBC News y el diario The Wall Street Journal, difundida a finales de la semana pasada, reveló que el índice de satisfacción con la gestión de Obama se redujo al mínimo histórico en medio de una insatisfacción profunda y generalizada con el sistema político estadounidense y la dirección de la nación.

El ejercicio de opinión aplicado a 800 ciudadanos reveló que por primera vez desde que Obama emergió como candidato político nacional, más estadounidenses lo perciben de forma negativa, en lugar de positivamente, luego que solamente el 42% de los estadounidenses aprobará su desempeño.

En el ámbito personal, el 45% tiene una visión negativa de él, mientras sólo 41% de la gente lo ve de una manera favorable.

“En lo personal, como político, la evaluación de la opinión pública es de dos pulgares hacia abajo”, explicó el encuestador demócrata Peter D. Hart, quien realizó la encuesta junto a su colega republicano Bill McInturff.

La caída de su popularidad se atribuye a varios contratiempos que ha enfrentado durante los últimos meses, entre ellos las acusaciones de espionaje contra la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), el debate sobre la acción militar en Siria , el cierre temporal del Gobierno Federal y los problemas con el plan de seguros médicos incluido en la ley de salud.

“Los estadounidenses también están expresando su frustración ante un Congreso que no se puede poner de acuerdo con el Gobierno en temas económicos, y una administración que no puede brindar completa atención médica para quienes lo demandan”, comentó Hart.

La mayoría de los estadounidenses también indicaron que no se sentían identificados, ni con republicanos ni con demócratas, mientras que el 30% afirmó que preferiría a un candidato independiente para el Congreso.

En tanto, el optimismo sobre la Administración Federal se ubica en sólo 30%, el más bajo en 40 años.

Superada la parálisis del cierre del gobierno y la del techo de la deuda, Obama tenía previsto pegar un acelerón a la Reforma Migratoria y la Agrícola. Además, entre sus prioridades estaba cambiar las normas sobre las armas de fuego; sin embargo, no ha logrado los consensos necesarios para hacerlo.

A nivel internacional, Obama también ha perdido liderazgo: la semana pasada fue desplazado por el mandatario ruso Vladimir Putin del primer lugar de la lista de los hombres más poderosos del mundo, publicada por la revista Forbes.

“El periodo de Obama de ‘pato cojo’ parece haber llegado antes de los previsto para un Presidente de dos mandatos. Último ejemplo: el caos del cierre del gobierno”, afirmó la revista estadounidense.

“Cualquiera que mira la partida de ajedrez de este año sobre Siria y las filtraciones de espionaje de la NSA tiene una idea clara de la dinámica de cambio de poder individual”, agregó.

LO MEJOR ¿ESTÁ POR VENIR?

El 6 de noviembre de 2012, al ser electo como Presidente por un periodo más de cuatro años, Barack Obama aseguró durante un discurso en Chicago que “lo mejor para los Estados Unidos está por llegar”.

“Esto es lo que puede ser la política, por eso importan las elecciones. La democracia en una nación de más de 300 millones de habitantes puede ser ruidosa y sucia, pero tenemos nuestras propias opiniones y creencias personales, y esto no cambiará después de esta noche “, dijo.

El Presidente derrotó a su rival republicano, Mitt Romnney, tras vencer en Ohio y Virginia, dos de los nueve estados bisagra que le permitieron llegar a los 270 votos de un total de 538. Su segundo mandato arrancó el 20 de enero de 2013.

A un año de su proclamación como ganador de la elección la pregunta es si al Presidente ¿se le acabó la buena suerte?

Se considera que para los presidentes de Estados Unidos –y los grupos de interés financieros, ideológicos, políticos, militares, que los apoyan– el primer periodo de gobierno es para asegurar la reelección y en el segundo periodo se operan los cambios prometidos al pueblo o a sus aliados.

Pero eso no ha funcionado para muchos, tal y como lo revelan las encuestas y la historia misma de Estados Unidos.

Hace unos días, el sitio The Huffington Post publicó una recopilación de cómo han sido los segundos mandatos para presidentes que pasaron por una reelección: Richard Nixon se vio envuelto en el escándalo Watergate, en 1972, tuvo que renunciar y lo reemplazó un demócrata, Jimmy Carter.

George Bush se vio empañado por el desastre de la invasión de Irak y la depresión económica; Bill Clinton fue sometido a juicio político en 1998 por el affaire con Monica Lewinsky. Ronald Reagan casi cayó en la desgracia en 1997 por el affaire Iran-Contras.

En el primer año de su segundo periodo, a Obama se le acumulan problemas serios, no inventados, y se complica su imagen, no solamente entre sus enemigos políticos sino entre quienes lo votaron con entusiasmo: la juventud, los liberales, los hispanos, los pobres y también sus aliados políticos, entre ellos la premier alemana Angela Merkel quien ante la sospecha de que su celular había sido hackedo por los servicios de inteligencia estadounidense le mandó un mensaje claro y directo: “Espiar entre amigos es totalmente inaceptable y eso vale para todos los ciudadanos”.

Según The Huffington Post Obama tine abiertos cinco frentes: El Obamacare y la debacle de su sitio de internet HealthCare.gov, un “mastodonte” de 300 millones de dólares que no funciona; el espionaje revelado por el analista de inteligencia Edward Snowden, del que han sido víctimas al menos 35 líderes mundiales y millones de ciudadanos alrededor del mundo; los drones, una flota de centenares de pequeños artefactos voladores con la capacidad de localizar y eliminar por medio de cargas explosivas a personas en tierra.

El cuarto de estos frentes es el ataque a la embajada de EU en Benghazi, Libia, en septiembre de 2012; el Senador republicano Linsdey Graham, amenaza con impedir que se aprueben todos los nombramientos enviados por la administración a menos que los sobrevivientes del ataque testifiquen ante el Congreso.

Graham – y muchos más – creen que el ataque no fue, como dijo inicialmente la administración, resultado del enojo de musulmanes por una película contra Mahoma, sino un operativo premeditado de Al Qaeda. Y creen que se está encubriendo los errores del gobierno estadounidense para evitarlo.

Un último punto es la Reforma Migratoria, ya que legalizar a buena parte de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos fue una de las promesas de campaña de Obama en 2008. Recibió el apoyo de 67% de los hispanos. Poco antes de las elecciones de 2012, Obama estableció por decreto un perdón temporal para indocumentados que llegaron de niños. Ganó la reelección con el apoyo de 71% de esta población, una proporción sin precedentes. Los republicanos anunciaron que cambiarían su actitud negativa hacia los inmigrantes y apoyarían la Reforma Migratoria.

Pero Obama no sólo no ha cumplido su promesa sino que se ha convertido en el “rey de las deportaciones”. Año tras año quiebra récords, con 400,000 personas deportadas por año y sin reforma real a la vista.

“En 2008, la gente quería un líder que les uniera y sacara de la crisis económica y la guerra. Fieles a los ideales de Estados Unidos, invirtieron sus esperanzas en un nuevo tipo de Presidente, Barack Obama”, dice en la introducción la página web del documental “2016- Obama’s America”, que se estrenó en agosto del año pasado y el que de alguna manera plantea el escenario que enfrentaría EU si el Presidente ganaba la reelección.

“Su influencia empezará a desvanecerse a medida que pasan los años pues, como no puede ser reelegido otra vez, su tiempo en el poder es limitado. Así que este es un buen momento para empujar con energía su agenda”, explicó a BBC Mundo Steven Brams, analista político y profesor de la Universidad de Nueva York (NYU).

Mientras que otro analista, Matthew Wright, de la Universidad Americana de Washington advirtió al mandatario: “Estamos enfrentando tiempos tormentosos (…) Es una política de crisis perpetua”.

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