Sólo si México encara su crisis de DDHH apoyará a migrantes: Karina, una de Las Patronas

04/11/2015 - 12:03 am

Karina Aguilar tiene 20 años y lleva casi toda su vida ayudando de forma directa e indirecta a Las Patronas de Veracruz, un grupo de mujeres que comparte agua y alimento con los migrantes que viajan en La Bestia, el tren que atraviesa México con rumbo a Estados Unidos.

Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Karina Aguilar, la integrante más joven de Las Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– Hubo un antes y un después para Karina. Y hubo un tren que lo definió todo. En abril de 2009, la más joven de Las Patronas se topó de frente con el dolor del migrante Cristobal. La Bestia, como se le conoce, le había arrancado el pie a aquel adolescente guatemalteco de 16 años. De aquella tragedia, nació una amistad de casi hermanos, una activista y un hombre con más sueños que aquel american dream.

Luego de ese suceso, Cristobal fue deportado –con todo y prótesis– a Guatemala y Karina se integró por completo al comedor de Las Patronas, un grupo de mujeres del municipio de Naranjos Amatlán, Veracruz, que regalan comida preparada a los migrantes que viajan sobre la máquina ferroviaria que atraviesa la República mexicana.

La joven, quien este miércoles cumple 21 años y estudia el quinto semestre de la licenciatura en Derecho, contó que su familia, que en mayoría son integrantes de Las Patronas, cuidó por algunos meses a Cristobal. Por ello, dos años después aquel migrante regresó a apoyar la causa.

Fue ahí cuando los dos se conocieron mejor y la vida los fue hermanando, narró Karina. Con el tiempo Cristóbal volvió a Guatemala, pero no al campo, sino a la ciudad para iniciar sus estudios universitarios.

“Cuando Cristóbal regresó, ya con 17 o 18 años, yo pude conocerlo mejor. Es un muchacho muy lindo y trabajador. Me dio gusto volver a verlo porque cuando pasó lo del tren yo no pude cuidarlo porque era muy joven. Recuerdo que él le tenía miedo estar junto al tren para dar comida, pero lo enfrentó. Porque él regresó con la idea de ayudar en la labor. Estuvo como dos meses con nosotras y ayudaba en todo, también a la hora de dar la comida, que no es fácil porque te jalan y sientes que el viento te tumba. Ese era su miedo, pero al final lo superó. Estuvo muy bonito”, dijo Karina Aguilar Romero.

Aquello fue el principio de su vida como “Patrona”. Si bien su abuelita, mamá y tías fundaron el comedor, no era obligatorio que se sumara a la causa, pero lo hizo por convicción. Cuando niña siempre ayudó de una u otra forma, ya sea cuidando la tienda de “El Guero”, que es un negocio familiar, o incluso recolectado, lavando y llenando las botellas con el agua potable que calmaría la sed de aquellos viajeros “clandestinos”, cuya brújula apunta a los Estados Unidos y a la promesa de una vida mejor.

Desde 1995 Las Patronas dan alimento a esos hombres y mujeres. La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM) tuvo registro de más de 31 mil migrantes en México en 2014. Y también denunció que en ese año hubo al menos 40 mil incidencias.

Según los datos obtenidos en el informe de REDODEM, Honduras es el país del que proviene la mayor cantidad de personas migrantes; el segundo país expulsor es El Salvador y enseguida Guatemala. Por segundo año consecutivo registramos la misma tendencia respecto a países expulsores.

“Los datos recabados muestran que el principal factor que alienta la migración es el económico —desempleo, bajos salarios, encarecimiento de la canasta básica—, los factores ambientales se colocan en segundo lugar seguidos de la violencia, situación que permite confirmar que los gobiernos de Centroamérica continúan sin atacar las causas estructurales que originan la migración de sus nacionales, propiciando serias violaciones a los derechos humanos. La violencia es la tercera causa de migración”, dice el informe anual.

Los principales delitos y violaciones a los derechos humanos cometidos a personas migrantes, registrados por la REDODEM, están vinculados al derecho de propiedad privada (robo), derecho a la integridad física (lesiones) y libertad personal (detenciones arbitrarias).

“Los agentes que más violan estos derechos son los de la Policía Federal y Municipal. Cabe destacar que la Marina, el Ejército y los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), el principal delito que cometen es el de la extorsión. Destaca también la exposición a la alza de delitos en manos de particulares, perpetrados por la delincuencia organizada”, refiere el documento.

Karina sabe del horror que viven los migrantes. Muchos, dijo, le han contado su historia y su dolor. Al ser cuestionada sobre las acciones que emprendería para resolver este problema contestó:

“Ellos sufren mucho, pero son invisibles la mayoría del tiempo. Creo que no deberíamos atender el problema de migrantes como un problema único o de raíz, porque ni siquiera entendemos o sabemos de dónde vienen. Primero debemos resolver otros que nos afectan en México: hay inseguridad, crisis de derechos humanos, corrupción… si logramos atender esas problemáticas, que aunque no lo vemos les afectan a ellos, nos ayudamos a nosotros y a ellos”.

***

Karina Aguilar informó que la situación en La Patrona, Veracruz, ya no está tan peligrosa, pero sí hubo una época reciente donde el crimen imperó; sin embargo a la llegada de la Fuerza Civil las cosas se calmaron. Por otra parte, explicó que la fuerza de Las Patronas radica en que no se han relacionado, y no les interesa, los asuntos partidistas.

“En Veracruz todos votan por el PRI [Partido Revolucionario Institucional], no entiendo por qué. Son priístas de hueso colorado. Pero eso sí: todos se quejan de Duarte. Es algo que no entiendo, que no alcanzo a comprender. Pero nosotras nos hemos mantenido lejos de esos temas y por eso la gente nos apoya”, dijo la joven Patrona.

–¿O sea que el Gobernador Javier Duarte no las ha visitado?

–No. Una vez dijo que iría, pero lo máximo que hizo fue presentarse en un evento de madres de migrantes que pasó por Xalapa. Sólo hasta ahí llegó.

–¿Y el Presidente Enrique Peña Nieto?

–Tampoco. Cuando recibimos un premio de manos de él, nos prometió que iría. Pero nunca. Ni uno ni otro.

¿O sea que Las Patronas realizan la labor por medio de aportaciones?

–Sí. Primero fue con despensa de cada una, de aquello que podía, pero desde 2005, que fue cuando esta causa se dio a conocer, cuando nos llegó ayuda de otras partes.

–¿Ustedes, como Patronas, reciben un sueldo?

–No. Hay una cuenta que es para los gastos de la camioneta o para comprar algunas cosas, pero nadie recibe dinero. A veces a cada una se le da una despensa mensual en forma de agradecimiento. Pero cada quien tiene una actividad diferente a esto: mi abuelita tiene cañales, mi mamá su tienda, otras trabajan. De modo que no nos afecta ayudar o no dependemos de ello.

Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Karina dijo las autoridades mexicanas deben atender problemas como corrupción o la crisis de derechos humanos antes de hablar de ayudar a migrantes. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando escuchas hablar de Las Patronas?

–Mi familia. Estabilidad. Una felicidad, primero espiritual y luego física. Las Patronas, qué te digo, me han enseñado bastante.

–¿Y de migrantes?.

–Los quiero mucho. Ellos te enseñan a vivir y a disfrutar cada momento. Y a buscar la felicidad, no tanto en las cosas materiales, sino en los sueños y en las oportunidades.

–La Virgen de Guadalupe.

–Es la patrona de mi pueblo. Estamos ahí para ella y con ella. Y ha sido parte importante de esta labor, por ella el pueblo nos ha reconocido y eso, el ayudar, es parte de una celebración para ella al final.

–Javier Duarte.

–Ni hablar.

–¿Y de Enrique Peña Nieto?

–[Risas] Ni hablar tampoco. Creo que falta hacer mucho por México. Creo que podemos salvarlo, recuperarlo y que podemos luchar por estar bien.

–Si tuvieras de frente a Barack Obama, ¿qué le dirías?

–Creo que se tiene que hacer una Reforma Migratoria integral. Que tiene que apoyar a los migrantes; que son la fuerza de trabajo de aquel país, y muchos mexicanos y centroamericanos son responsables de que ese país haya salido adelante. Porque sin esas manos, que son abaratadas, no lo hubiesen logrado.

–Veracruz.

–Veracruz es lindo. Es uno de los lugares, y sobre todo donde vivo, es uno de los lugares más hermosos que puede haber. Su verde, el azul del cielo, la noche, siempre siempre son hermosas.

–¿Qué hay de Fray Tomás?

–Es muy lindo. Él siempre hace fuerte a una persona y hacer que se le reconozca muchísimo más. Hace lo que quiere, ama lo que quiere y lucha por eso. Deja a un lado la clásica idea de la Iglesia y reforma esa idea para hacerla más divertida.

–¿Y el Padre Alejandro Solalinde?

–Soy su fan, pero no su fan número uno. Ya es muy famoso [bromea]. Se le respeta y se le admira en cualquier lugar. Y creo que ha sido una parte importante del comedor [de Las Patronas] para que esa red sea más fuerte.

–Cristóbal.

–Cristóbal es casi casi mi hermano. Es muy lindo, es una persona increíble. Yo lo quiero mucho. Ha salido adelante, ha sabido luchar contra todo y contra La Bestia misma. Ha impuesto su fuerza y corazón.

–¿Qué hay de tu mamá “Toña”?

–La adoro. Es mi todo. Yo la quiero hacer feliz, pero también quiero ser feliz.

–¿Y qué piensas de tu abuelita Leonila?

–Es una guerrera. Siempre ha sido una mujer fuerte, valiente, siempre sonríe ante las adversidades. Ha luchado y ha salido adelante y eso demuestra un poco de la persona que es.

–¿Y qué hay de ti, Karina?

–Es una chica bonita, luchona, valiente que está buscando la felicidad. Creo que ahorita está buscando nuevas oportunidades.

–Si pudieras lanzar un mensaje a los mexicanos, ¿cuál sería?

–Hay que echarle ganas. Hay que luchar contra todo, por todos. A veces uno nada más lucha por uno mismo, y está bien, pero a veces debemos tomarnos un momento y luchar por los demás.Que eso también nos hace más fuertes y más seres humanos.

***

Karina aseguró que las distancias y la añoranza por su pueblo, La Patrona, y familia es lo que más le pesa de vivir en el Distrito Federal.

Para ella, la universidad, vino no sólo a abrirle el mundo académico sino que con ello conoció el reggaeton, Justin Bieber, literatura, conciertos, “el feminismo y sus contradicciones”, “las clases sociales y sus contradicciones”, continuas mudanzas, una beca completa en la Universidad Iberoamericana, el Metro, temblores y un puñado muy unido de amigos, entre otras cosas.

Con 19 años, sin siquiera haberlo imaginado, se echó en manos las maletas y llegó sola a la Ciudad de México para estudiar derecho.

“Sólo en una ocasión habíamos estado en la Ibero, y eso porque nos invitaron a un foro. En realidad no conocía nada”, expresó Karina Aguilar.

La joven "patrona" estudia el quinto semestre de la licenciatura en derecho en la Universidad Iberoamericana. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
La joven “patrona” estudia el quinto semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad Iberoamericana. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Por qué decidiste estudiar Derecho? –se le preguntó.

–Es lo que yo me pregunto –bromeó–. Creo que es necesario para seguir ayudando a nuestros migrantes. Sé que si termino no sólo podré ayudar en el comedor [de Las Patronas] cocinado, sino que podemos hacer mucho más.

–¿Cómo te va en la escuela?

–Me está costando trabajo, sobre todo porque nunca me imaginé atravesar por varios cambios. Yo vengo de un pueblo [La Patrona] y llegas a la ciudad y hay cosas que no conoces. Y ese tipo de situaciones a veces se reflejan en la escuela. Y sé que debo echarle ganas, porque no puedo perder la beca.

La joven contó que siempre ha recibido el apoyo de su familia. De hecho comentó que considera a su abuela Leonila Vázquez Alvízar, fundadora de Las Patronas, y a su madre, Antonia Romero Vazquez, también “Patrona”, como mujeres de carácter fuerte y liberales.

Por aquella fuerza que le brindan las mujeres Romero Vázquez extraña su lugar de origen. Cada vez que puede viaja al comedor y ayuda a los migrantes. Dijo que incluso ya hasta le hacen el “lonche” a los maquinistas para que el amor les llegue por el estómago y bajen la velocidad, “porque hay algunos que hasta le suben [la velocidad] o antes de llegar bajan y dejan que los migrantes se suelten y ya cuando caen al piso le suben para dejarlos ahí. Hay muchos que no son tan sensibles, hay otros que hasta prenden las luces o nos avisan por medio de los policías que los migrantes vienen en otro tren o en tal vagón. Por eso les dejamos su comida en un lugar que tienen al frente”, detalló.

–¿Cómo es darle la comida a los muchachos cuando el tren pasa?

–Es una experiencia muy fuerte. No cualquiera lo hace. Es peligroso. Yo no quería al principio, y a parte no me dejaban, porque el viento o los propios migrantes te jalan. En una ocasión, recuerdo bien que eran las cinco de la tarde, fue hace como cinco años, el tren iba tan cargado que no nos dábamos abasto. Eran tantos que de los primeros vagones, algunos se fueron sin comida. Yo estaba viendo y no se de dónde me entró la idea y agarré una reja [caja] con bolsas de comida y empecé a repartir. Sentía que el aire me jalaba, pero también sentía algo hermoso, no sé si era adrenalina o alegría en mi corazón. Desde ahí comencé a dar comida.

–¿Has tenido algún accidente?

–Pues luego te rasguñan, pero es mínimo. Es que luego los maquinistas le suben. Recuerdo una ocasión que venía un grupo de muchachos y alcé la mano con la bolsa de comida y ellos la quisieron agarrar al mismo tiempo, entonces me rasguñaron. Sólo me arrancaron un poquito de piel, pero me aguanté. Ya nada más me quedó la cicatriz [mostró una ligera marca encajada en su antebrazo].

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video