Karla Beatriz Castro Delgado, una ingeniera víctima de un accidente por la presunta falta de medidas de seguridad en el interior de la planta industrial de Ternium, enfrenta una batalla legal contra la compañía multinacional que intenta deslindarse de la responsabilidad del accidente que dejó daños permanentes a la profesionista.
Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo).- Karla Beatriz Castro Delgado, una ingeniera de 30 años de edad, fue víctima de un accidente el 13 de junio de 2017 por la presunta falta de medidas de seguridad en el interior de la planta industrial de Ternium, ubicada en el estado de Nuevo León. El percance laboral provocó daños y afectaciones permanentes a la joven, quien casi pierde un pie por las severas quemaduras y ha tenido que someterse a múltiples cirugías.
Hoy, Karla enfrenta una batalla legal contra la compañía multinacional que intenta deslindarse de la responsabilidad y culpar a la profesionista, denunciaron familiares de la víctima.
Karla y su familia buscan que las empresas Siemens –que tenía contratada a la chica– y Ternium México –dueña de planta donde se accidentó– sean responsabilizadas y castigadas por “negligencia” en la seguridad de los trabajadores; además de la indemnización correspondiente para la afectada.
“Queremos cero impunidad: no pueden suceder las cosas y que las empresas no tengan ninguna responsabilidad […] El tema de fondo es la negligencia impresionante –de dos empresas– y no se han hecho caso de eso, ni de la responsabilidad”, dijo Adriana Delgado, madre de la víctima, en entrevista con SinEmbargo.
Karla Beatriz es Ingeniera en Automatización. Egresó del Instituto de Estudios Tecnológicos de Monterrey en 2010 y viajó a Francia para estudiar su maestría. La joven regresó al país y en 2011 empezó a trabajar en Monterrey, Nuevo León, como contratista.
Adriana Delgado, madre de la joven, la describe como una persona muy deportista. Desde la preparatoria practicaba voleibol y en Nuevo León formó parte de la selección femenil del Recreativo Nova, donde era capitana de equipo.
Karla trabajaba en Siemens Servicios como contratista para la empresa multinacional Ternium, productora de aceros planos y largos que pertenece al Grupo Techint.
EL ACCIDENTE
El percance se registró el 13 de junio de 2017 alrededor de las 15:30 horas en la planta Guerrero, ubicada en San Nicolás de los Garza, Nuevo León.
Karla caminaba por el acceso general, pero resbaló con unas bolas de polvo de hierro HRD [Hierro de Reducción Directa] que estaban esparcidas en el piso, en donde no había señalamientos de precaución.
La falta de barandales que permitieran a Karla sujetarse provocó que sus dos pies terminaran en un cajón con material muy caliente –montículos de polvo de hierro–. El material hirviente se metió en sus botas de seguridad, quemándole la piel.
“Este peligroso suceso fue causado, además, por la falta de acordonamiento que alertara de la presencia de material caliente”, de acuerdo al relato presentado por la familia de la afectada.
La madre de Karla agregó que tampoco había ni un botiquín a una distancia cercana, en 300 metros no había material de curación o para emergencias.
“En esa zona no había elementos para atender las quemaduras de Karla, ni botiquín de primeros auxilios, ni protocolos, no había nada”, dijo.
La Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) reportó que en 2017, año del accidente de Karla, se registraron más de 500 mil accidentes, de los cuales 72 por ciento se dieron en el lugar de trabajo, el 24 por ciento en el trayecto a éste y un 2 por ciento por enfermedades relacionadas con el trabajo.
Por sector, la industria de comercios y servicios es la que acumula más trabajadores afectados, mientras que la industria de la transformación, construcción y minería es la que tiene los accidentes más graves.
La Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) estima que en ese año (2017) 1.7 millones de personas sufrieron algún riesgo de trabajo, de ellos, el 38.1 por ciento obtuvo una incapacidad.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el año 2016 se registraron 406 mil 824 casos de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo, que equivale a 46 accidentes laborales cada hora.
Karla presentó quemaduras de segundo y tercer grado profundo del pie derecho, el dorso y en el tercio distal de la pierna izquierda.
La profesionista se ha tenido que someter al menos a ocho cirugías y a un largo proceso de recuperación, para el cual tuvo que trasladarse a la Ciudad de México y dejar planes que ya tenía contemplados en Nuevo León.
La lesiones y quemaduras fueron tan graves, que incluso pudo haber perdido el pie derecho.
“Para ella ha sido un proceso largo y muy complicado. Dejar todo lo que tenía para someterse a este proceso tan duro […] ha sido complicado para ella, pasar tantas operaciones entre injertos […] No solo es un proceso físico, sino un proceso emocional porque Karla pasó por muchos momentos muy complicados al no saber qué iba a pasar con sus piernas”, agregó Adriana.
La señora Delgado reiteró que el accidente se debió a “negligencia” de la empresa: se supone que debían de haber limpiado el área donde se movió. Ella se resbaló porque no había barandal o algo donde detenerse”, insistió.
La falta de medidas de seguridad en la planta quedó constatada en la inspección realizada por la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo al centro de trabajo de Ternium de México el 22 de junio del 2017, nueve días después del accidente.
El Acta de Inspección Extraordinaria en Materia de Seguridad e Higiene determinó que la empresa “no contaba con las medidas adecuadas para el desarrollo de las labores que realizaba Karla Beatriz Castro Delgado, esto es, fue negligente en establecer los señalamientos adecuados y las medidas necesarias para que pudiera llevarse a cabo las labores en un centro de trabajo seguro”, afirmó la parte afectada.
EL PROCESO LEGAL
Karla ha tomado acciones legales en busca de indemnización para que las empresas sean responsabilizadas por su presunta negligencia. En el caso de Ternium, por no contar con las medidas suficientes de seguridad en sus instalaciones y en el caso de Siemens porque “no verificó que los empleados que mandaba a Ternium estuvieran en las mejores condiciones de seguridad”, detalló la madre de Karla.
El 11 de diciembre del 2018, Karla promovió una demanda contra de Ternium México, y Siemens Servicios, donde reclama responsabilidad civil objetiva y subjetiva en que incurrieron y el pago de los daños.
“Ella tomó la decisión después de casi un año y medio de exigir que esto (accidente) no quedara impune”, dijo la madre.
Sin embargo, las compañías en lugar de reconocer la responsabilidad tratan de evadirla y culpar a la víctima, según denunciaron a este medio.
El pasado 7 de febrero del 2019, la empresa Siemens Servicios contestó a la demanda que “no se incurrió en responsabilidad alguna ya que el accidente se debió a la negligencia inexcusable de Karla. Que se trata de un asunto de materia laboral y no civil y que Ternium cuenta con todas las medidas adecuadas y exigidas en materia de seguridad en el centro de trabajo”.
La familia ya prepara el argumento para refutar la contestación de la empresa, puesto que la joven cumplía con los protocolos de seguridad de la planta, pues portaba el equipo estipulado: ropa de trabajo, reflejantes, zapatos de seguridad, mascarilla, lentes de seguridad, casco, detector de gases y guantes.
“Me imagino que contestaron sin siquiera saber del caso, porque está demostrado que cuando llegó Karla [a la planta], traía todo el equipo de seguridad; hay fotos y hay testigos de todo”, detalló la mujer.
Actualmente la demanda sigue en proceso y se encuentra en el Juzgado Octavo de lo Civil en la Ciudad de México bajo el expediente 1314/2018.
La joven y su familia buscan que las empresas también tengan una sanción.
“Qué se haga justicia, que estos casos no queden impunes, que las empresas cumplan, que sean congruentes con lo que dicen y con lo que hacen […] queremos que se indemnice por el sufrimiento que pasó, […] que vio truncada su vida por una negligencia de una empresa que se supone debe de cuidar esos detalles y que presume que es socialmente responsable. Lejos de responderle a los trabajadores, actúa de manera poco profesional y poco sensible”, comentó la entrevistada.
EL HISTORIAL DE TERNIUM
Ternium México, la dueña de la planta donde se accidentó Karla, forma parte del grupo Techint, una multinacional que ha obtenido contratos multimillonarios para realizar obras en el sector energético en México y es una de las cuatro empresas que la Secretaría de Energía (Sener) seleccionó para que integren la licitación para la construcción de la Refinería de Dos Bocas, Tabasco, a pesar de que cargan en su historial casos de corrupción.
Esta firma está relacionada con los casos de corrupción de Petrobras, en Brasil: habría pagado sobornos a cambio de contratos, calculados en al menos 8.5 millones de dólares.
Además, ha sido acusada de montar una red de sociedades offshore que fueron utilizadas para pagar sobornos. De acuerdo con información del diario Perfil de Argentina, Technit había movido millones de dólares en el mundo.
La familiar de Karla destacó que al historial de la empresa se agrega la explosión ocurrida en una de sus plantas el 22 de julio del 2013, accidente que mató a 11 hombres de entre 19 y 56 años: “La empresa se quitó el problema pagándoles una bicoca y pagando, 647 mil pesos de multa”, dijo Adriana.
La mujer también recordó la explosión registrada en la Planta Lagos Norte ubicada en Apodaca, el pasado 3 de diciembre del 2018. “Dejamos que esas empresas se manejen impunemente en nuestro país”, apuntó la madre de la Karla.
